El abuso de poder , el fanatismo religioso y la pederastia es el entramado desde el que el escritor peruano teje su nueva novela “Y líbranos del mal" ( Seix Barra l), un thriller que recrea una perturbadora historia familiar en la que está contenida la historia oscura de una sociedad ultraconservadora, que acaba siendo parte del pasado, y acaso del presente del país de un país: Perú.

De vuelta a su interés por la paternidad, su exploración del miedo y su incansable obsesión por el mal, llevaron al escritor nacido en Lima , Perú, en 1975, a indagar en uno de los pasajes más oscuros del fanatismo religioso, al que ha contribuido la sociedad con su silencio y que ha destruido familias y vidas.

A través de las investigaciones de Jimmy, un joven nacido en Brooklyn que se traslada a Perú y ahí desentierra el pasado de su padre, Roncagliolo el autor de “Pudor”, “Abril rojo” y “La pena máxima” explora la pederastia a partir de un caso real en Perú de una secta religiosa que le tocó muy de cerca a su familia.

“Descubrí que tenía parientes que habían estado en esa congregación, conocía gente, periodistas que investigaron las denuncias, y todo esto había estado ocurriendo muy cerca de mí sin que nadie hablase de esto durante mucho tiempo, me sorprendió el silencio, cómo estas cosas pueden ocurrir sin que nadie las mencione, sin que nadie las pronuncie en la casa de al lado, a tu primo a tu tío, a gente muy cercana”, dice el escritor en entrevista.

¿En la indagatoria descubriste historias terribles?

Una de las historias que más me impactó fue la de un depredador sexual, uno de los más temibles miembros de la secta que escapó del país y tuvo un hijo. Yo no podía dejar de preguntarme ¿y ese hijo sabe lo que ha pasado?, ¿sabe de dónde viene él mismo?, ¿conoce la historia de su padre o la han mantenido en silencio o ha vuelto a Perú y ha descubierto algo? No fui a buscar al chico real, espero que tenga la mejor vida posible, pero sí empecé a hacer lo que hace la literatura que no puede hacer el periodismo, que es imaginar a partir de las puntas de los icebergs de la realidad, ver qué es lo que está ocurriendo debajo de la superficie, cuál es toda esa parte que no ves.

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¿Historias ocultas por la propia familia?

En todos los países donde hubo casos de esos tengo la sensación de que ocurrieron en las clases más altas que son las que tienen más secretos, porque son clases que ya viven como encerradas en sí mismas, sintiendo que el resto del mundo los amenaza, poniendo muros en sus casas, tratando de protegerse del mundo con lo cual las clases altas ya son como una secta grande, y el paso hacia una secta religiosa sólo requería un paso, además suelen ser clases católicas en toda América Latina, y estas clases tienen todo tipo de tabúes de los que no hay que hablar.

¿El retrato es duro pero no descarnado?

Me interesaba que Jimmy nunca viera a la bestia por completo, sino que fuera rodeándolo, dando vueltas alrededor, de repente alguien le abre una rendija que le permite ver la cola o una pata o sus fauces, cada personaje con el que se encuentra le va mostrando pedazos de una bestia que nunca puede ver por completo, porque así es como vemos la realidad, realmente la vemos como un mosaico a través de las miradas de los demás.

¿La bestia del mal se nutre de los silencios?

El mal anida en el silencio, muchas de las víctimas, el propio Sebastián en esta novela, es un personaje que no puede ni siquiera nombrar lo que le está ocurriendo, porque no tiene palabras para eso en su lenguaje, su grupo o su comunidad no habla de sexo, el sexo está reprimido y por supuesto son absolutamente homófobos, y sin embargo es tal el silencio ante estos temas que terminan entregados al líder, solamente hay una persona que les dice qué es lo que deben pensar y esa persona puede abusar de ellos sin que sepan que están siendo abusados. Creo que por eso hacemos los libros, para rasgar esos silencios, para hacer a la gente hablar de esas cosas, para sacar los temas más oscuros de su penumbra.

¿El chico sólo quiere saber quién es su padre?

Me interesan los hijos buscando a los padres y los secretos que los padres guardan, de dónde venimos. Es un tema bastante habitual en lo que escribo porque en los secretos familiares es por donde pasa la historia de las sociedades y de los países, los cambios entre dos generaciones de una familia también retratan los cambios en una sociedad y me gusta mucho poner a un personaje como Jimmy entrar a una sociedad en la que todo es un misterio.

“El mal está hecho de cosas que todos tenemos”: Santiago Roncagliolo
“El mal está hecho de cosas que todos tenemos”: Santiago Roncagliolo

¿Las iglesias han cobrado un gran poder en América Latina?

Los sectores ultraconservadores están creciendo sobre todo en las religiones; estos son años muy inciertos: la crisis económica, la pandemia, y en años inciertos la religión te da un sentido, te da un relato del que formar parte. Lo que ocurre con la comunidad de esta novela es que sus miembros van cortando todos sus vínculos con el mundo exterior, con sus padres, con sus familias, aceptar una sola versión de la realidad, y creo que esa es la manifestación de las cosas que están ocurriendo en todos los países, vivimos tiempos cada día más sectarios, al ser tiempos inciertos la gente necesita una comunidad, puede ser religiosa puede ser ideológica puede ser nacional, en el fondo todos escogemos la secta en que vivimos y todos vivimos en sectas aunque no todas nos hagan lo mismo que a los personajes de esta novela.

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¿Ser parte de un grupo y que alguien te dirija?

El grupo peruano que yo conocí tenía mucha influencia de la Falange española, me parece que los Legionarios también, pero en todo caso estos sí tenían una influencia de la Falange que inoculaba un espíritu muy castrense a sus miembros, de que ellos estaban ahí para cambiar el mundo, es muy poderoso es argumento, de hecho es el mismo que en las antípodas usaba Sendero Luminoso, por ejemplo y los grupos terroristas y guerrilleros que captaban gente muy joven que quería una misión que le diese sentido a su vida.

¿Esta situación se puede trasladar a la política, entre grupos de ultraderecha o populistas?

Sin duda, son grupos que creen que el mundo está en decadencia y que hay que defender esos viejos valores, frecuentemente porque ellos mismos representan a clases sociales que están en decadencia. La idea de que los trapos sucios se lavan en casa, la idea de que tus miserias familiares sólo las conoce la familia es un refugio inmejorable para el abuso y para el maltrato y además yo creo que esta es una clase que muy fácilmente te abandona y eso es lo que le pasa a Sebastián.

¿Qué tan difícil fue entrar a este universo y darle voz a los personajes?

Lo más difícil fue no ser amarillista, estamos hablando de un tema escabroso y no quería que pareciese un regodeo y menos una celebración de lo que había ocurrido y entonces había que plantear la novela de un modo muy sugerente; muchas de las cosas que ocurren, en realidad las tiene que decidir el lector, ¿qué ha ocurrido detrás de esa puerta?, ¿qué ha ocurrido exactamente entre esas dos personas?, es el lector el que lo completa y esto también me gusta porque en el fondo obliga al lector a confrontarse, siempre pensamos que los malos son otros y que nosotros somos buenos y normales, pero el mal está hecho de cosas que todos tenemos, de miedos, de angustias, de emociones que todos conocemos y cuando tú eres capaz de completar esa información es porque no es ajena a ti. No quería una novela maniquea o panfletaria.

“El mal está hecho de cosas que todos tenemos”: Santiago Roncagliolo
“El mal está hecho de cosas que todos tenemos”: Santiago Roncagliolo

¿Aunque hay pocas mujeres en tu novela, puedes decir que el feminismo  nos ha hecho dejar de callar?

A mí me interesa un paso más, mis novelas son muy masculinas pero son muy antimachistas, son sobre cómo el machismo hace daño también a los hombres, cómo los obliga a asumir actitudes, comportamientos que no necesariamente los representa pero que la manada les exige, me interesa también eso, cómo el machismo envenena la masculinidad y cómo la masculinidad que fue imponente y autoritaria se va volviendo algo frágil y quebradizo en nuestros tiempos.

¿Seguirás en esas historias?

Cuando yo era chico los escritores y los afeminados acabábamos en el mismo lugar que era la biblioteca, porque los matones no sabían que había una biblioteca, así que la biblioteca es un lugar seguro. Siempre me he sentido muy cercano a los colectivos que reivindican que se puede ser diferente, incluso creo que toda mi literatura es una defensa de la gente que se siente diferente, de la gente que no encaja en su mundo, que no termina de saber cómo formar parte del grupo social. A mí me gusta hablar de temas que duelan, que incomoden, no me interesa una novela con gente buena, la gente buena es aburrida aunque yo prefiero ser bueno y que tú lo seas y que tengas una conciliación familiar exitosa.

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