Guadalajara. —El amor y la furia son los dos motores que guían las batallas de la poeta, y activista libanesa ; sin embargo, lo que la impulsa es la esperanza de que llegará la igualdad entre mujeres y hombres y señaló que para hacerlo “tenemos que aprender a salvarnos nosotros mismas. Cambiar la perspectiva que tenemos de nosotras mismas, no esperar a ver de dónde nos viene el apoyo, sino tomarlo” y agregó que los hombres deben “dejar de pensar que son el punto donde empieza la salvación de la mujer”.

La narradora, periodista y humanista nacida en Líbano en 1970 tuvo a su cargo la Cátedra Latinoamericana “Julio Cortázar” de la Universidad de Guadalajara, donde conversó con Gabriela Warkentin sobre “Ser mujer en el mundo de hoy”, en la que señaló que para alcanzar la igualdad, las mujeres deben comenzar a tomar acciones y entender que ellas van a hacer el cambio, pero también a educar a sus hijos en igualdad.

La poeta que ha encontrado en las lenguas —habla sie te idiomas— la posibilidad de emprender acciones más amplias, aseguró que otras acciones tienen que ver con que más mujeres ocupen cargos políticos para que puedan tomar decisiones importantes, pero eso no es suficiente, “también debemos tener más hombres feministas en las posiciones de poder”.

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Es muy importante empezar desde abajo pero también influir desde el poder, dijo. “No queremos establecer un matriarcado en lugar del patriarcado, queremos un mundo justo, un mundo donde seamos iguales”.

Fundadora en 2019 del Joumana Haddad Freedoms Center, organización que trabaja para sensibilizar a los jóvenes sobre los valores de la igualdad, la libertad, la inclusión y la laicidad, Haddad aseguró que a pesar de todo lo que han hecho las feministas en el siglo XX “no puedo entender ni soportar el hecho de que hasta ahora, casi en 2022 ser mujer sigue siendo muy peligrosos en todo el mundo”.

Dijo que es muy importante decirles, sobre todo a las niñas, que todo empieza con el creer en sí mismas, “pienso que falta este tipo de fe, esa fuerza que ellas tienen adentro pero no se atreven a utilizar”, aseguró la escritora que conduce un programa de televisión que desvela casos de violaciones a los derechos humanos en el mundo árabe.

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La autora de libros como Yo maté a Sherezade y La hija de la costurera señaló que a veces pensamos que discutir sobre las dificultades no es tan importante como hablar de cómo vivimos en el mundo de hoy, “muchas veces pensamos que no es prioritario, que tenemos muchos otros problemas más urgentes: la pandemia, la situación económica, la corrupción, los políticos que no hacen lo que deben, pero no, para mí esta es una prioridad”.

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