"Por sobre cualquier talento, lo que prima es la disciplina y la formación; en ambas cosas, le debo todo a mi maestro, Raúl Herrera Márquez, y a mi escuela la Superior de Música porque un talento, el que sea, mal encausado, deriva en la nada", señala el joven pianista Héctor Rosete Escobar, egresado de la Escuela Superior de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y ganador del VI Concurso Nacional de Piano de la Universidad de Guadalajara (UdeG), que se realizó en el Teatro Degollado el 17 de julio.

Tras ganar el certamen, el siguiente paso en la trayectoria profesional de Rosete es la preparación de nuevos repertorios. "Siempre se empieza un poco desde cero. Ya se presentó este programa y, para los conciertos del próximo año, hay que preparar algo nuevo. Entonces, todas las horas de trabajo están concentradas en el estudio y montaje de nuevas piezas. El siguiente paso también es continuar con la búsqueda del desarrollo académico", explica y adelanta que proyecta la aplicación, también el próximo año, de alguna maestría en Estados Unidos, proceso complejo, pero estimulante.

En 2025, como una de las actividades derivadas del concurso, se llevará a cabo el Festival Cultural de Mayo, mientras que en las próximas semanas se avecina la Temporada de Otoño de la UdeG, así como el concierto con la Orquesta Solistas de América; eventos en los que participará Rosete.

Fotos:  Héctor Rosete
Fotos: Héctor Rosete

Algunas de las obras contempladas (pero sin confirmar) para la Temporada de Otoño son el "Concierto para piano y orquesta número 2", de Frédéric Chopin o algún concierto de Ludwig van Beethoven, quizá el 4, dice: "Son mis opciones, cada una tiene retos distintos".

El concurso Angélica Morales también es una posibilidad que no descarta de su panorama, para lo cual contempla la posibilidad de interpretar el "Concierto para piano número 2," de Serguéi Rajmáninov: "Siempre está el reto, de por medio, en nuestra formación. Muchos jóvenes estamos buscando siempre el repertorio que nos lleve un paso más allá. Es el caso de los conciertos ya mencionados y el repertorio como solista. Desde luego, implica un reto, en los casos de Rajmáninov y Chopin, una interpretación con orquesta que casi para cualquier pianista puede ser uno de los grandes sueños de su carrera".

En su caso, recuerda que, quizá a los 12 años de edad, escuchó por primera vez el "Concierto para piano número 2," de Rajmáninov, "y fue uno de esos momentos en los que uno sabe que quiere llegar a conseguir un objetivo preciso. Desde luego tiene un impacto emocional y también, por supuesto, sería un gran salto formativo porque estamos hablando de las grandes obras de repertorio".

Un paso fundamental antes de ganar el Concurso fue el mes y medio que permaneció encerrado, entre 10 y 12 horas por día, ensayando, limando imperfecciones y ahondando en su técnica.

Su repertorio para la eliminatoria del Concurso fue el "Preludio y fuga en sol menor", del segundo libro del "Clave bien temperado", de Bach ("a todos nos piden un preludio y fuga de Bach"); el primer movimiento de la "Sonata para piano n.º 30 en mi mayor, Op. 109", de Ludwig van Beethoven, y “Akantos”, de Jorge Torres Sáenz.

Para la eliminatoria fue el "Estudio de ejecución trascendental número 10", de Franz Liszt; en la final, la "Barcarola", de Frédéric Chopin, "La isla alegre",  de Claude Debussy, y "Las Gárgolas", de Lowell Liebermann.

El segundo lugar del concurso lo ganó Cristian Alan Romero Méndez; Óscar Daniel Espíritu Narciso, el tercero y una mención especial por su interpretación de Akantos”. Carlos Iván Reyes Álvarez también obtuvo mención especial.

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