“Antinoo: el eterno efebo” es la nueva exposición del sobre el libro “Antinoo. El último dios del mundo clásico”, escrito por el historiador mexicano (1913-1972), de quien este año se conmemora su 50 aniversario luctuoso.

De la Maza escribió 30 libros en su carrera sobre , principalmente. Sin embargo, el libro sobre Antinoo -amante del emperador romano Adriano, que después fue deificado y se le rindió culto por representar el ideal de belleza masculina y juventud- fue su obra más destacada del historiador no sólo a nivel nacional, sino también internacional, explica Jaime Cuadriello, investigador en el Instituto de Investigaciones Estéticas y curador de la exposición.

El historiador del arte mexicano que se atrevió a abordar la homosexualidad de la época romana en los años 60
El historiador del arte mexicano que se atrevió a abordar la homosexualidad de la época romana en los años 60

Foto: Museo San Carlos

El libro publicado en 1966 fue resultado de una investigación internacional que duró cerca de 10 años.

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“Adriano ordenó que en todo su imperio se levantaran templos en torno al efebo, que se convirtió en un ideal de la belleza y la juventud, pero fue olvidado entre el siglo IV y el Renacimiento . El doctor de la Maza trató de rescatar esta iconografía que en ese momento (en la década de los 60) estaba olvidada, y trajo a la memoria esta relación que fue condenada por la iglesia. Sin embargo, Antinoo también quedó como una sombra, aunque Oscar Wilde y Fernando Pessoa ya habían hablado de él”, declara Cuadriello.

El especialista señala que era muy raro que un historiador mexicano trabajara un tema de historia universal con profundidad y rigor, pues usualmente sólo se concentraban en temas nacionales.

Sin embargo, retomar una relevante figura olvidada no fue el único valor excepcional del libro “Antinoo. El último dios del mundo clásico”, porque la sensibilidad y “valentía” con la que de la Maza abordó el tema de la homosexualidad, cuando entonces no era abiertamente aceptado, es otro aspecto revolucionario de la obra del mexicano, destaca el curador.

“Para los años 60 en México sí fue un acontecimiento esta publicación. En ese aspecto, él es un defensor del amor y de las posibilidades del amor en dos varones, por lo que en su libro trata de entender a Adriano, la complicidad, el favorito no sólo era su amante, sino también era un prospecto de crecimiento filosófico, milicial porque iban al ejército juntos, un compañero de vida, eso era lo que era realmente el amante”.

Cuadriello duda que otro historiador del arte hispanoamericano hubiera tenido un “posicionamiento tan firme que haya tomado los temas de la cuando no era todavía una línea de pensamiento”.

Para poner en dimensión el aporte del libro del historiador homenajeado, Cuadriello explica que no hay otro libro igual ni a nivel internacional, aunque después se hayan realizado más estudios en torno a la figura de Antinoo, pues este “fue el primer libro disciplinariamente profesional sobre estas esculturas que están por todo el mundo”.

El historiador del arte mexicano que se atrevió a abordar la homosexualidad de la época romana en los años 60
El historiador del arte mexicano que se atrevió a abordar la homosexualidad de la época romana en los años 60

Foto: Museo San Carlos

Prácticamente desde entonces, “Antinoo. El último dios del mundo clásico” era difícil de conseguir, pues estaba agotado, hasta 2020, año en que la lo reedita con un prólogo firmado por Cuadriello.

“Sin duda fue un visionario. Él marcó los temas y las líneas de temas que no eran explorados en ese momento”, sostiene.

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El curador explica que “Antinoo: el eterno efebo” está conformada por 104 objetos, entre los que se encuentran esculturas, grabados, dibujos, fotografías y documentos varios que dan muestra del recorrido que realizó de la Maza para poder escribir uno de sus libros más destacados.

La muestra habla de esta restitución que emprendió el potosino haciendo varios viajes a Europa, por lo que fue concebida como un atlas en el que el visitante puede ver por un lado las distintas evocaciones al dios Antinoo en cada región del imperio de Adriano.

Para el curador la pieza más destacada de la exposición es el Antinoo del Museo del Prado, un facsímil que cedió la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid (España) a la colección del Museo Nacional de San Carlos.

En segundo lugar, Cuadriello recomienda dedicar minutos extras del recorrido al Antinoo que trajo a México Manuel Tolsá en el siglo XVIII, que es una copia del Antinoo capitalino que está en Roma; y a la correspondencia intelectual que mantuvo el historiador con la autora de “Memorias del Adriano” Marguerite Yourcenar, a quien le dedicó el libro, así como con el traductor de ese libro, que es nada más y nada menos que . También hay cartas con Ángel María Garibay y el compositor Salvador Moreno. “Esa parte documental es valiosa porque pone a pensar en las redes internacionales en las que destacó el doctor de la Maza”, agrega.

En el marco de la exposición, el 22 de junio se realizó una jornada dedicada a Francisco de la Maza, que contó con 12 conferencias organizadas por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM donde se hablaron “del caleidoscopio de temas que trató” el historiador que se pueden ver en , que se puede encontrar bajo el título Jornada académica "Homenaje a Francisco de la Maza. 50 años luctuosos".

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