El 10 de junio de 1971 tuvo lugar la Masacre de Corpus Christi o el Halconazo, un momento de represión de un grupo paramilitar a estudiantes que marchaban por la autonomía universitaria y que buscaban mayor presupuesto. A 50 años de distancia, el historiador Alberto del Castillo, del Instituto Mora, y el sobreviviente Severiano Sánchez definen el hecho como un “crimen de Estado” que ha quedado impune y del que falta mucho por estudiar.
“El Halconazo fue un crimen de Estado. Regresar a estos hechos no se trata de un ejercicio de mera nostalgia, implica revisar el presente, porque en la medida en que siga habiendo impunidad en estos actos del pasado, vamos a tener una gran impunidad respecto a lo que vivimos ahora, en un contexto de violencia”, sostiene el historiador.
Y es que en mayo de 1971, estudiantes de la entonces Universidad de Nuevo León —actualmente conocida como Universidad Autónoma de Nuevo León— acudieron con los estudiantes que continuaron activos tras el 2 de octubre de 1968, para que realizar movilizaciones, pues buscaban la autonomía de su institución y más presupuesto.
También lee: El "Halconazo", como lo vivieron reporteros de EL UNIVERSAL
Al filo de las 17 horas inició la protesta, avanzaron por Manuel Carpio, doblaron en Avenida de los Maestros y luego buscaban llegar a la Avenida México-Tacuba, a la altura de la estación Normal del Metro. Sin embargo, eso no sucedió porque el grupo paramilitar conocido como los halcones buscó desestabilizar su movilización.
Cuando comenzó la refriega, Severiano y algunos de sus compañeros lograron refugiarse en la Benemérita Escuela Nacional de Maestros. Él pudo salir nuevamente a la Avenida México-Tacuba e intentó regresar a la manifestación. “Mi intención era que no nos rompieran la marcha, pero me identificó un halcón y me disparó. Yo hice un movimiento, me giré y la bala entró en el pecho, salió por la axila, reventó en la parte interna del brazo derecho y salió del otro lado del brazo”, relata Sánchez, que entonces era estudiante en la Escuela Superior de Física y Matemáticas del IPN.
Severiano deambuló herido por las calles Cacamatzin y Tonantzin, donde encontró una vecindad: “Una señora me dijo llorando ‘no nos comprometa, usted viene muy mal herido y si lo ven aquí nos matarán a todos”.
También lee: AMLO pide no olvidar “El Halconazo”
Él comprendió a la señora y siguió su camino hasta que un compañero lo vio y a escondidas lo llevó a la Cruz Roja en Polanco. Después, directivos del IPN lo trasladaron al hospital Notre Dame, en Chapultepec, donde estuvo internado cerca de dos meses.
Tras el incidente, el sobreviviente dejó la escuela y se unió a diferentes movimientos. Hasta 2018 regresó a su escuela de Física y Matemáticas: “Yo no había pisado las escuelas para reclamar fama o prestigio, en 47 años no la pisé y cuando fui me reconocieron”, cuenta con lágrimas.
También lee: ¿Qué es el “Halconazo” y qué pasó el 10 de junio de 1971?
Las nuevas investigaciones
Alberto del Castillo explica que tras el Halconazo se reservó gran cantidad de información y fue 30 años después, con la alternancia política, que hubo reapertura de archivos, se desclasificaron y surgieron fotografías.
“Tenemos archivos de fotógrafos independientes, algunas de ellas se conocieron parcialmente”, archivos fotográficos del Estado mexicano y desde ahí “tenemos un panorama más plural y nos podemos posicionar y ubicarlo como un episodio terrible. Eso abrió las condiciones, con la alternancia política, de tratar de llevar a juicio a Echeverría y a algunos represores; pero no hubo la voluntad política del gobierno de Vicente Fox y lo que ha prevalecido es la más absoluta impunidad”.
De hecho, Del Castillo comenzó una investigación en 2018, sobre las fotos de aquel suceso. Tras tres años de investigación y luego de revisar alrededor de 3 o 4 mil imágenes, el historiador seleccionó 200 que conforman el libro La matanza del Jueves de Corpus. Fotografía y Memoria, de fotógrafos como Enrique Bordes Mangel y Armando Lenin Salgado, así como de lo resguardado y disponible en el Archivo General de la Nación (AGN).
También lee: Perdí a mi hermano Edmundo en el Halconazo
El libro podrá descargarse gratuitamente a partir de hoy en la página del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM).
“El INEHRM y Memórica son los dos editores. Es una investigación ilustrada con fotos publicadas en periódicos, en archivos de los fotógrafos independientes y lo que puede ahora consultarse a cuenta gotas en el AGN, más los últimos 50 años a partir de cómo se ha ido construyendo el imaginario a partir de las marchas y aniversarios del 10 de junio. Son imágenes que al revisarlas bajo la lupa de los 50 años de distancia, podemos hallar nuevas lecturas o interpretaciones. Una cuenta pendiente es volver a leer ese día a partir de las coberturas fotográficas, de fotógrafos independientes”.