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Por: Eduardo Sarmiento
La industria automotriz es un sector clave en la economía de muchos países, debido a su impacto positivo en la generación de empleo y el crecimiento de proveedores que participan en las diferentes etapas de su cadena productiva. Además, su capacidad para configurar sistemas de manufactura avanzada la convierte en una industria altamente dinámica e innovadora, con una importante influencia en el desarrollo de tecnologías de fabricación.
Este factor es, sin duda, uno de los principales motores que impulsan el avance de la industria automotriz, y que en los últimos años la ha llevado a una de sus más grandes transiciones hacia el uso de coches híbridos o totalmente eléctricos, que son más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Asimismo, la industria ha evolucionado de sistemas analógicos o manuales a la implementación de computadoras internas y software que permiten un mayor control y optimización en los procesos de producción y en la calidad del producto final.
La reciente crisis sanitaria y la consecuente crisis económica, junto con la escasez de microchips para la producción de automóviles, han tenido un impacto significativo en el crecimiento de la industria automotriz a nivel mundial en los últimos tres años. Sin embargo, se observan signos alentadores de una recuperación en curso.
México en el mapa automotriz mundial
La fabricación mundial de vehículos aumentó 6% en 2022, según datos de la Organización Internacional de Constructores de Automóviles y de Statista. México ocupa un orgulloso séptimo lugar en producción, lo que plantea, sin embargo, una serie de nuevos retos para las empresas de su cadena de valor.
Para comenzar, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha endurecido las Reglas de Origen de los vehículos, exigiendo 75% de contenido regional para las partes esenciales y 70% para las piezas principales. También se establecieron requisitos para el valor de contenido laboral (al menos 40% del valor de un vehículo se debe haber producido con un salario mayor a 16 dólares por hora) y el uso de acero y aluminio (al menos 70% de esos materiales deben ser de origen norteamericano).
Para mantener su ventaja competitiva, México debe adoptar nuevas tecnologías en la producción de automóviles y cumplir con las nuevas normas del T-MEC. La cadena de suministro debe ser sólida y eficiente para enfrentar estos retos. También es importante considerar los cambios en el mercado, como la electrificación y digitalización de vehículos, para mantener la relevancia y sostenibilidad de la industria automotriz mexicana.
CINCO TENDENCIAS CLAVE EN LOS PRÓXIMOS 5 AÑOS
Desde nuestra perspectiva, identificamos cinco evoluciones clave que están transformando la relación entre las personas y los vehículos. El vehículo definido por software está cambiando la forma en que experimentamos la movilidad, desde el acceso y operación de los vehículos, hasta la interacción con el entorno. Las siguientes cinco innovaciones están ganando impulso y transformando el sector automotriz, al punto que redefinirán en los próximos cinco años, la movilidad y la experiencia de conducción:
1. El software de tu auto será tan importante como su logotipo. Los automóviles del mañana serán vehículos definidos por software (SDV, por sus siglas en inglés), ya que a través de éste se diseñarán sus características y se controlarán sus funciones. Esto permitirá a las empresas automotrices impulsadas por plataformas proveer servicios personalizados a sus clientes, lo cual generará datos que se podrán usar para mejorar la movilidad dentro de todo un ecosistema de transporte. Por ejemplo, permitirá la creación de infraestructura de tráfico inteligente. La experiencia de usuario será más importante que las características de un nuevo modelo.
2. Tu automóvil se renovará solo y ofrecerá actualizaciones a pedido. Con los automóviles cada vez más definidos por software y conectados a Internet, se incrementará su capacidad de autoreparación, autorenovación y autoactualización. De hecho, varios fabricantes ya ofrecen servicios bajo demanda y actualizaciones de sistemas descargables que se envían directo al coche. En este escenario, la ciberseguridad entra en juego, por lo que los fabricantes de vehículos deben considerar la Norma ISO/SAE 21434 para garantizar su incorporación en el diseño de los sistemas eléctricos y electrónicos de las nuevas unidades y puedan disminuir el riesgo de accesos no autorizados, mediante ciberataques. El estándar ayudará a gestionar la conectividad, comunicación y actualizaciones del auto de manera segura, al tomar en cuenta la confidencialidad, integridad y autenticidad de la información involucrada.
3. Para la Generación Z, tener un auto puede ser cosa del pasado. Ahora que el modelo de trabajo híbrido no requiere que las personas se trasladen a diario, se reduce la necesidad de poseer un vehículo propio, lo cual es muy costoso y pierde valor rápidamente. Para los jóvenes principalmente, es más atractivo optar por una modalidad de alquiler basado en suscripción o auto compartido para usarlo solo cuando lo necesiten. Esto ya lo ofrecen algunos fabricantes de SDVs y empresas de servicios de renta de autos, incluso hay esquemas que permiten cambiar entre alquilar coches, helicópteros y aviones.
4. Tu coche concertará una cita con un mecánico antes de que sepas que tienes un problema. Las tecnologías de inteligencia artificial e internet de las cosas habilitan la conectividad de autos para generar diagnósticos remotos y en tiempo real de su estado y planear programas de mantenimiento predictivo, que eviten fallas al usuario e informen cuando un problema requiera servicio de taller. Esto también mejorará la seguridad vial.
5. Tu futuro vehículo eléctrico puede funcionar con hidrógeno. Las ventas mundiales de vehículos eléctricos están aumentando. Según AutoForecast Solutions, hacia 2029 podrían representar un tercio del mercado norteamericano y alrededor de 26% del mundial. Para evitar el problema de invertir mucho tiempo en cargarlos, la tecnología de SDVs puede ayudar con sus capacidades de enrutamiento inteligente hacia estaciones de carga más convenientes y optimización de energía. Además de que el combustible alternativo, como las celdas de hidrógeno, ya se está probando para tener más opciones y mejorar la movilidad en el mundo.
México ha tomado un camino sin retorno hacia la transformación del sector automotriz, como lo demuestra su apertura a la producción de un millón de autos eléctricos de Tesla. Por eso, sentimos mucho orgullo de lo que el talento mexicano está contribuyendo a la industria automotriz.
Country manager de DXC Technology México