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La escritora Almudena Grandes (Madrid, 1960) presentó su libro La madre de Frankenstein , en la que cuenta la historia del psiquiatra Germán Velázquez, quien regresa a España para trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, donde se reencuentra con la parricida Aurora Rodríguez Carballeira, y conoce María Castejón Pomeda, una auxiliar de enfermería.
La historia se sitúa en los años 50, en una época donde la mujer podía vivir y expresarse de manera diferente a la que se conoce actualmente y en un contexto político que formó parte de la dictadura encabezada por Francisco Franco.
“Es una novela que cuenta un periodo de la historia de España desde el margen, o sea, me situé en un posición que se podría llamar ‘ultramarginal’, porque los personajes son mujeres y enfermos mentales, pero también homosexuales”, dijo Almudena Grandes en videoconferencia desde España.
La madre de Frankenstein, editada por Tusquets, se desarrolla en la década de los 50, cuando se dio el florecimiento del “nacionalcatolicismo”, concepto que también conformó la ideología del franquismo.
En esa época, dijo Grandes, las mujeres fueron las víctimas de los cambios, porque el nacionalcatolicismo estuvo acompañado de medidas estipuladas en un código penal, en que el que por ejemplo, el adulterio estaba tipificado como delito si lo cometían las mujeres, mientras que el adulterio de los hombres no.
“En España decimos que las mujeres perdieron la guerra dos veces y los hombres sólo una, porque ellos perdieron la guerra, mientras que ellas además de la guerra, el franquismo las retrotrajo a una situación anterior. Cuando Franco llegó al poder, España no volvió a 1931 –que es cuando se formó la República–, se implantó un código penal de 1870 que estuvo vigente durante la mayor parte de la dictadura”.
Con respecto al papel de la mujer, la escritora profundizó en el personaje de María Castejón Pomeda, a quien describió como la representante de todas las mujeres “sojuzgadas”, pues ella se atrevió a enamorarse en un momento histórico en el que sólo se podía hacer de una forma.
“María era pobre y enamorarse era un riesgo descomunal, porque como mujer te debías enamorar del hombre que la sociedad consideraba mejor para ti o te convertías en un deshecho social, en una mujer que no valía nada y que iba a estar sola toda la vida”.
Actualmente hay un “machismo residual”, dijo Almudena Grandes; sin embargo señaló que esto ha aminorado debido a la revolución feminista que se emprendió hace ya varias décadas.
“El feminismo fue el único movimiento social que triunfó en el siglo XX, la revolución feminista sigue mejorando la vida de las personas, pero en los últimos tiempos, el movimiento feminista ha tenido un impulso tan grande que ha dado miedo, pero ahora el Covid-19 lo ha parado todo”.
La escritora agregó que el movimiento feminista es muy importante, aunque ha sido desacreditado, a través de la descripción de las mujeres que en él participan como “histéricas”, “marimachas”, o que no son femeninas, y por lo tanto que “están desequilibradas”.
“Hay cierta tendencia a insistir en el desequilibrio y desacreditar el feminismo, pero estamos acostumbradas a eso, llevamos tanto tiempo aguantandoesa presión”, dijo Grandes y ejemplificó con lo que sucedió en España: “Hubo quienes atribuyeron la expansión del coronavirus a la manifestación del 8M, cuando ese día 4 millones de personas usaron el metro”.
La escritora señaló que La madre de Frankenstein no se habría leído de la misma forma hace 10 años, porque los personajes de ambas mujeres habrían sido considerados como secundarios, situación que está relacionada con el canon literario.
“Hasta hace muy poco –aunque en muchas cabezas sigue vigente–, la literatura era territorio masculino y lo que escribían las mujeres era otra cosa, algo que ha cambiado. En general la cultura, no sólo la literatura, es un terreno en el que la incorporación de las mujeres ha sido rotundísima en los últimos tiempos. El hecho de que abunden cada vez más las actrices, directoras, escritoras, incide en la forma de leer y acercarse a los libros”.
nrv