Más Información
Pifia ortográfica se cuela en transmisión del debate sobre CNDH; “Dictamen a discución” pasa desapercibido en Canal del Congreso
Delegación mexicana va a la COP29 en Azerbaiyán; promoverá “política ecológica y ambiental humanista” de Sheinbaum
Piden a Sheinbaum estrategia contra promesas de campaña de Trump; “lo va a cumplir”, advierten académicos de la UNAM
Andrés Roemer
, escritor y conductor de televisión, negó “rotundamente” la acusación de abuso que declaró la bailarina Itzel Schnaas el 15 de febrero.
Fue a través de Twitter que el embajador de la Buena Voluntad para el Libre Flujo del Conocimiento de la UNESCO se pronunció respecto al caso. También negó que la Unidad de Género de Grupo Salinas lo haya declarado “violentador sexual” -como había dicho Schnaas- y afirmó que dicha Unidad declaró el caso como “improcedente”.
Roemer publicó un video en YouTube para “dar la cara” y compartir el fragmento de una conversación donde Itzel Schnaas le advertía que hay dos hombres que buscan desprestigiarlo, acto al que ella se rehusó a participar e incluso afirma que lo “defendió durante ocho meses”.
En el video, Roemer explica que desde el 9 de febrero Schnaas comenzó a publicar acusaciones en su contra a través de redes sociales, por lo que el 14 de febrero el escritor se reunió con la bailarina para hablar del tema y “aclarar la situación”, en un restaurante en San Ángel, en donde presuntamente también acudieron, en calidad de testigos, Javier Contreras , maestro y coreógrafo, y Lidia Camacho , directora general de Televisión Educativa.
En el audio que Roemer compartió en sus redes sociales, en el que se percibe una edición, se escucha a Itzel Schnaas decir que “había que vestirse todos los días bien puta para ir frente a Luis Echarte, Héctor Romero y platicarles y que dieran su opinión”. También explica que los “meses se trataban de conversar con ellos” y que ella no tiene acceso a la Unidad de Género de Grupo Salinas porque no trabaja en dicha empresa.
Lidia Camacho, testigo de Roemer, asegura, según se escucha, que no le parece justo que “el que estuvieran estos señores que yo desconozco ahí de TV Azteca generando este tipo de… digamos, atacándote de una manera indirecta” para las mujeres que “sí han vivido una violencia”.
Tras la intervención de Camacho, Schnaas afirma que “enfrentarse” a Grupo Salinas era “ser la ficha de ellos”, refiriéndose a las personas que “probablemente tengan una enemistad política” con Roemer.
Schnaas narra que se sentó frente a “los altos ejecutivos” para cuestionar el por qué la estaban “usando” para desprestigiar al escritor.
También lee:
Entre las intervenciones, Roemer agradeció a Schnaas por defenderlo y le aseguró que estaba sorprendido por lo que estaba sucediendo.
“Andrés debes saber que durante ocho meses yo me puse taconcitos, gabardinita, vestidito, pantalón, saco, lo que fuera, para ir a Grupo Salinas y defenderte, para decir que no iba yo a destrozarte y que mucho menos quería que alguien se posicionara haciéndote daño”, agregó Schnaas.
Al final del audio que comparte Roemer, Schnaas destaca que es importante que “sepamos que está pasando”.
Por último, el escritor insiste en que detrás de la acusación de abuso sexual se encuentran los intereses de dos personas “ajenos a los movimientos en pro a los derechos de la mujer”.
“Mi único propósito es que se conozca la verdad y que se esclarezca este asunto”, concluye.
En el video de Itzel Schnaas donde hace la acusación, publicado el 15 de febero, es decir, un día antes de la presunta reunión, la bailarina explica que el escritor la citó en su domicilio privado para hablar de sus proyectos escénicos y que durante la reunión "esquivó" piropos, bromas y cumplidos, y se negó a los "tragos de cortesía". Además, detalló que Roemer interrumpía con insistencia su exposición para hablarle de su gusto por las bailarinas y para expresarle más piropos.
"Empezó a acariciar mis piernas, a masajear mis piernas cerca de la ingle y a tocar su pene. Tocar y/o excitar y/o masturbar, a veces hacen falta precisiones y no las tengo, para mí fue un poco de todo. No supe qué hacer", comentó.
Itzel aseguró que buscó formas de denunciar lo ocurrido y así llegó a la Unidad de Género del Grupo Salinas, en donde se sometió a un proceso de investigación, en la que se determinó que “Andrés Roemer es un violentador sexual patológico que atenta contra las mujeres”.
“Gané la denuncia, existe el expediente pero no quedé conforme. Supongo que aún falta muchísimo por hacer. A partir de entonces he compartido mi experiencia”, señaló Itzel.
fjb