Uno de los misterios que han causado controversia durante los últimos 10 mil años ha sido la caída de las civilizaciones.
De acuerdo a una publicación en la revista Procedings of the National of Sciences, un equipo de científicos, liderados por Jabob Freeman (Universidad de Utah) además de Jacopo Baggio (Universidad de Florida) y Erick Robinson (Universidad de Wyoming) descubrieron que el fin de la sociedad se debió a la globalización.
Y es que la caída de una civilización provoca la caída de otra, como si fuera un efecto dominó, porque utilizando el consumo de energía como eje de la investigación, este grupo de científicos ha descubierto una mayor globalización de la que se creía, lo que insinúa una economía global más integrada y que, por supuesto, también favoreció el progreso durante muchos siglos, según informa ScienceDaily.
Se trata de una investigación arqueológica, la primera en su tipo, porque en lugar de centrarse en regiones o culturas específicas, se utilizó la datación por radiocarbono para examinar las sociedades humanas en una escala más amplia y de más largo plazo.
“Nuestra información se detuvo hace 400 años, porque ha habido un gran cambio de las economías orgánicas a las de combustibles fósiles”, dice Baggio a Science Daily.
Sin embargo, las tendencias de sincronización similares continúan hoy e incluso más dadas las interdependencias de nuestras sociedades”, agregó.
Además, la investigación sugiere que las conexiones e interdependencias también existieron en las sociedades de milenios atrás. “ Si cada cultura fuera única, esperaría no ver ninguna sincronía, o armonía, en los registros humanos del consumo de energía”, dijo Freeman.
Quede claro, como ya hemos explicado antes, que la globalización , o sea la conexión e interdependencia entre países, favoreció el progreso. Sin embargo, "también puede haber caídas", dijo Robinson.
"Cuanto más estrechamente conectados e interdependientes nos volvemos, más vulnerables somos a una gran crisis social o ecológica en otro país que se extiende a nuestro país", afirmó. "Mientras más sincronías haya, cuanto más ponemos todos nuestros huevos en una sola canasta, menos nos adaptamos a los cambios imprevistos . La crisis financiera de 2007 a 2008 es un buen ejemplo reciente" , afirma Robinson.
akc