Más Información
Universidad Autónoma de Guerrero entrega doctor Honoris a Rosario Ibarra de la Garza; premio post morten fue recibido por su hija
Claudia Sheinbaum se reúne con familiares de mineros atrapados en El Pinabete y Pasta de Conchos; continúan rescates, asegura
Mario Delgado se reúne con Samuel García; gobernador pide aumento de recursos en el PEF 2025 para NL
Ebrard presenta denuncia ante la FGR contra plaza Izazaga para extinción de dominio; piratería asegurada asciende a 7.5 mdp
El testaferro de abogado Juan Collado manejó un patrimonio de 15 millones de dólares; contempla inmuebles, negocios y cuentas bancarias
¡Atención adultos mayores! Esta es la fecha límite para registrarse a Pensión del Bienestar; aquí los detalles
La readaptación que la compañía belga Peeping Tom hace de la obra Diptych: The Missing Door, The Lost Room, la cual se divide en tres partes aunque su título aluda a un díptico, se presentará por primera vez en México. The Missing Door fue hecha por Gabriela Carrizo, mientras que The Lost Room, por Franck Chartier. Las piezas, en realidad, son adaptaciones de las originales, que datan de 2009 y cuyo montaje inicial se trabajó con Nederlands Dans Theatre.
Carrizo, quien también es codirectora de la compañía, destaca el carácter deliberadamente cinematográfico de las locaciones de las obras: en The Missing Door se trata de un espacio ambiguo con varias puertas. Espacio al que, una vez cumplida su función, le sigue un tránsito en el que los propios bailarines y técnicos desarman la escenografía y presentan una habitación, especie de camarote que da pie a la tercera parte, con un barco a la deriva.
Si bien el díptico fue creado con el ya citado Nederlands Dans Theatre, Carrizo y Chartier decidieron retomar las piezas para hacer nuevas versiones según las cualidades físicas de los nuevos intérpretes. Los espacios casi cinematográficos, mencionados por Carrizo, sostienen una trama: “No son historias lineales. No es que uno deba comprender un argumento como tal, sino que el espectador puede ir hilando las diferentes interpretaciones: historias basadas en relaciones humanas de pareja, en conflictos, sueños y miedos”, abunda y toma como ejemplo su propia pieza, The Missing Door, que empieza con una imagen que le sirvió como punto de partida, un disparador: los segundos de agonía y la pregunta ¿qué sucede antes de esta culminación?, ¿vienen los recuerdos?
En la segunda parte se aborda, desde una óptica introspectiva, la búsqueda particular que lleva a cabo una pareja, desentrañando lo que hay al interior de sus mentes. Primero sucede del lado del hombre; después, del lado de la mujer: “Son muchos desencuentros, miedos y violencias, pero ¿hasta qué punto son reales? Allí entra lo poético de nuestro trabajo. Cuando uno habla de metáforas, el espectador puede ser tocado de diferentes maneras”, concluye y cita algunas de las principales influencias a la hora de crear ciertas imágenes poéticas: desde los laberintos de Jorge Luis Borges hasta ciertas locaciones de cineastas como David Lynch, John Cassavetes y Andréi Tarkovski que reflejan características evidentes en las piezas (lo urbano, la ambigüedad, lo onírico).
Diptych: The Missing Door, The Lost Room se presentará el 16 de agosto, a las 20:00 horas, y el día 17, a las 19:00 horas, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro).