Guanajuato.- Mientras que en Guanajuato , artistas y turistas nacionales e internacionales celebraban una de las jornadas del , en Irapuato un grupo armado ingresó a la botanera ” y disparó contra la gente dentro del local: 12 muertos y tres sobrevivientes con heridas grave; sucedió el sábado 15 de octubre, alrededor de las 20:00 horas. Al día siguiente, con las cifras del saldo de la masacre escritas en el pecho: “Irapuato” y “12 muertos”, Ismail Kanouté , coreógrafo de , les rindió homenaje, durante la representación de su pieza Never twenty one, a quienes perdieron la vida en la masacre. Hasta el momento, la única obra en el Cervantino que toma una postura política o de protesta ante la violencia en México.

Quiero hacer una pieza que trate estas temáticas (vida y muerte), que se inspire en México, tomando en cuenta las comunidades indígenas y de afrodescendientes. México es un país muy rico en cultura e historia”.

La pieza surgió a partir de una investigación que el artista franco-maliense, afincado en París, hizo en zonas marginales de Nueva York, Río de Janeiro o Johannesburgo. Lugares donde el racismo aún es una herida sin cicatrizar y la gente que muere por armas de fuego no alcanza los 21 años, la mayoría de edad estadounidense. La referencia al hashtag del movimiento , #Never21, es clara en el nombre de la pieza.

Quiero hacer una pieza que trate estas temáticas (vida y muerte), que se inspire en México, tomando en cuenta las comunidades indígenas y de afrodescendientes. México es un país muy rico en cultura e historia”

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En escena, a oscuras, tres bailarines se mueven. En cada mano, una lámpara que emula las linternas policíacas. Después, se escuchan los testimonios de la gente cercana a los que han sido asesinados con armas de fuego. También se representa la transición de la amistad a la enemistad. Testimonios de las favelas se entrecruzan con ritmos de hip-hop o música electrónica, mientras bailan los tres hombres que llevan pantalón negro y el cuerpo pintado.

Para encontrar el germen de Never twenty one hay que remontarse a 2018, cuando Kanouté crea una videodanza sobre las víctimas de armas de fuego en el Bronx. Pieza que recibió varios premios internacionales: el Urban Films Festival, en 2019; Dance On Screen Festival, 2019, y Pool Tanzfilm International Festival, en 2020. La breve gira de Compagnie Vivons! terminará este fin de semana en Veracruz, aunque el coreógrafo, en entrevista para EL UNIVERSAL se muestra entusiasmado con la idea de volver a México.

¿Cómo fue tu acercamiento a la violencia del Bronx, el origen de la pieza?

Me interesa el tema de la violencia con armas de fuego porque conozco a una persona que trabaja en el Bronx. Gracias a esta persona pude escuchar varios testimonios, de los que seleccioné siete. A partir de esto empecé a escribir la videodanza que grabé en 2018, cuando fui al Bronx.

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¿Cómo cambia tu perspectiva de la violencia con testimonios de primera mano?

R. Descubrí que la mayoría de las víctimas morían jóvenes, antes de cumplir 21 años. Pero es algo que toca a personas de todas las edades. En particular, a las comunidades afroamericanas y latinas. Creo que esta violencia tiene varios orígenes: podría venir del tráfico de drogas o de las pandillas. Entre vecinos y miembros de una familia también hay violencia con armas de fuego. En Estados Unidos se defiende el uso de las armas de fuego. La sociedad se vuelve violenta por la libre venta de armas de fuego y, en especial, por los defensores de esa libre venta.

"La percepción que se tiene de México desde Francia es que es un país violento, donde la sangre está muy presente”

Estados Unidos es uno de los países que más está en guerra en el mundo. En ese sentido, podemos destacar varios traumas que forman un círculo vicioso: el tráfico o las pandillas son traumas internos; si eres militar también hay traumas, los traumas de guerra.

P. La violencia está romantizada en todo el mundo; Estados Unidos lo hace mucho. Por la cercanía entre México y EU, ¿cómo crees que se romantiza la violencia en México?

R. La romantización está en las series y en las películas. Pienso, por ejemplo, en la serie Narcos, de Netflix. Pero, lo que más me llama la atención es que en México estamos en un ambiente en el que siempre cohabitan la vida y la muerte. Cada día hay un evento de gente desaparecida, de gente que murió, de asesinatos, de feminicidios.

Cuando presentamos Never twenty one en Guanajuato, una persona del público se acercó a mí y me dijo que una escena de la pieza le recordó los feminicidios. Habían desaparecido dos amigas de esta persona. En Río o en el Bronx tuve este mismo sentimiento.

No es algo normal, pero es común. Es algo con lo que diario convivimos, a pesar de que el pueblo mexicano es muy gentil, lo cual contrasta con la violencia. En México es muy fácil matar a alguien. Quizá la romantización de la violencia radica en que ésta se volvió común, al igual que el hecho de estar rodeado por la muerte. Una violencia que viene de la corrupción o de las pandillas, cosas que no dependen del pueblo mexicano en sí. Parece algo normal y cuando hablo con la gente veo que es algo que no sale de lo común. Para sobrevivir a esta cantidad de violencia, una solución es tomar distancia.

“En México es muy fácil matar a alguien”: Ismail Kanouté, coreógrafo de la Compagnie Vivons!
“En México es muy fácil matar a alguien”: Ismail Kanouté, coreógrafo de la Compagnie Vivons!

Foto: Especial

¿Cómo te enteraste de estos asesinatos en Irapuato?

Yo estaba con el embajador de Francia, Jean-Pierre Asvazadourian. De regreso del espectáculo de Dimitris Papaionau, me dijo que hubo 12 víctimas en Guanajuato. Así me enteré y decidí rendirles homenaje en el espectáculo que se llevó a cabo unas horas después. Lamentablemente, estas circunstancias le dan cierto realismo a Never twenty one. Cada vez que llevamos a escena nuestro espectáculo, ha habido asesinatos poco antes de la representación. Este es el motivo de que le rindamos homenaje a las víctimas.

¿Cómo cambian las funciones en estos homenajes? ¿Sólo es a través del body paint?

Cada evento que sucede antes de nuestras presentaciones cambia nuestra forma de presentar Never twenty one. Cuando nos presentamos en Sentous, ciudad cerca de París, asesinaron, poco antes, a dos jóvenes traficantes. En la banda sonora de la pieza pusimos la voz del periodista que hablaba de los asesinatos. Otro ejemplo: a una de las favelas que conocíamos vinieron policías. No mataron a nadie, pero para la presentación incluimos en el grupo a un bailarín de las favelas que influyó, con su estilo, al espectáculo.

En México hicimos un encuentro con bailarines y aprendimos e intercambiamos mucho bailando. Así se vuelve más fuerte el vínculo con el público local. Cada fecha es única debido a la influencia que nos da cada lugar donde estamos; cada espectáculo se hace con una energía diferente. Si bien, hay una parte de coreografía en el espectáculo, también hay improvisación. Justo en esos momentos de improvisación encontramos la influencia de los sucesos locales

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¿Cuál es la perspectiva que se tiene de la violencia en el extranjero? ¿Qué diferencias tiene este fenómeno en Estados Unidos y México?

Una gran diferencia radica en que en México se habla de la violencia relacionada con el narco. En E.U. también existe esa violencia, pero hay pandillas. Además de que allá el racismo, la venta libre de armas y la fuerte violencia policial hacia ciertas comunidades llevan a la violencia. Quizá esto no es tan agudo en México.

La percepción que se tiene de México desde Francia es que es un país violento, donde la sangre está muy presente. El país y la Ciudad de México son vistos como lugares peligrosos.

¿Qué riesgos corres al interpretar esta pieza?

Pintar en mi cuerpo palabras o eslóganes puede molestar a los políticos y autoridades locales de los países donde actúo. Cuando me presenté en Brasil, en mi cuerpo estaba pintada la frase “Policía militar”. La presencia de tres bailarines negros con mensajes pintados en el cuerpo puede ser percibida como problemática porque la mayoría de las políticas son llevadas a cabo por hombres blancos.

Never twenty one es parte de un tríptico

Hay un primer proyecto que fue creado para presentarse en julio de 2022. Este proyecto se llama Yasuke Kurosan, es un espectáculo con siete intérpretes que son afrodescendientes, no sólo europeos, sino afroasiáticos. Es un espectáculo de danza que crea conexiones entre África y Asia y trata sobre el primer y único samurái africano. También trata de la identidad, no por herencia, sino como creación. Esta temática de la identidad puede ser, por ejemplo, la creación de una identidad cuando eres hijo de migrantes o hijo de dos padres que vienen de países diferentes. Gente que crea su propia identidad, al final, gracias al encuentro entre estos orígenes.

El tercero va a ser un espectáculo sobre la filosofía vudú, la cual busca el equilibrio entre lo visible e invisible. Este trabajo empezó con un cortometraje que rodé en 2021, un trabajo que creé cuando estuve con la comunidad lacustre de Sulaba. Mi objetivo es crear un espectáculo a partir de la experiencia con personas cercanas a la filosofía del vudú. Más allá de Estados Unidos también me voy a interesar en Brasil, Cuba, Surinam y Benin. A partir de los países donde la cultura vudú tiene un papel importante quisiera confrontar el baile contemporáneo.

¿Has pensado en hacer una pieza inspirada en México?

Me gustaría mucho porque aquí las nociones de vida y muerte están muy presentes y están muy vinculadas entre sí. Me interesó mucho la comunidad afromexicana. En la historia de América Latina, la primera liberación de esclavos fue en Veracruz. Me gustaría mucho hablar con esas comunidades de afrodescendientes que, hasta hace poco, han sido reconocidas a nivel legal. Quiero hacer una pieza que trate estas temáticas, que se inspire en México, tomando en cuenta las comunidades indígenas y de afrodescendientes. México es un país muy rico a nivel cultural e histórico. Me encantaría crear una obra relacionada con México.

Me parece que Never twenty one es la única pieza del FIC en la que se hizo un performance contra la violencia en México

Never twenty one se presenta como un manifiesto político. No puedo hablar por otros artistas, pero es importante no tener miedo de abordar estas temáticas a través del arte. La mejor forma de hablar de estos temas es hacerlo de forma indirecta y universal. También es importante informarse de lo que pasa en otros países con los que tengamos afinidades, temas comunes para nuestras vidas. Es interesante crear, a través de esas temáticas, un vínculo con esos países. No hay que tener miedo de estar comprometidos políticamente.

La mejor forma de hacerlo es con poesía. Lo poético en el arte, es la herramienta más potente para transmitir mensajes.

Si tuvieras que darles un mensaje a los políticos mexicanos sobre la violencia, ¿cuál sería?

Si pudiera hablar con un político le diría que la corrupción y el tráfico de armas y drogas están matando a su pueblo. Si los políticos no logran parar la violencia, ésta no va a dejar de avanzar y de volverse cada vez más potente. Es un círculo vicioso. Les diría a los políticos que sensibilicen a los jóvenes para que no caigan en el tráfico de armas y drogas. Cuando la gente hace arte no está matando a otras personas; habría que invertir más en cultura y arte. Mientras haya corrupción las cosas seguirán igual que ahora.

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