La imagen que Salvador Novo planteó de sí mismo como una estatua de sal que se desmorona es retomada al inicio del monólogo "Novo, un clóset de cristal cortado", de Alejandro Román, que se presenta hoy, a las 20:00 horas, en el Teatro La Capilla para celebrar el 120 aniversario del nacimiento del escritor (30 de julio de 1904). Su director, Guillermo Navarro, cuenta que, en escena, puede verse a Novo al interior del hospital del Seguro Social, en una situación febril, reconociéndose demacrado y viejo, estatua de la que nada queda.
"La obra surge a partir de una plática con Gerardo González, uno de los primeros actores del teatro musical mexicano. No hace mucho que él cumplió cuarenta años de carrera y, en ese tiempo, nunca había hecho un monólogo. Entonces, empezamos a dilucidar cuál podría ser el personaje adecuado para algo así. Ambos coincidimos en Salvador Novo como piedra angular del teatro mexicano. Una cosa que le llamó la atención a Gerardo fue el momento en que Novo se expone como homosexual abiertamente durante un periodo en el que el machismo era recalcitrante y las femineidad en un hombre era repudiada. Entonces, buscamos a Alejandro Román, que fue quien nos hizo el favor de escribir esta pieza", cuenta Navarro.
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Entonces, continúa, se dieron a la tarea de investigar más sobre Novo, no sólo en su trayectoria literaria como poeta y dramaturgo, sino como el cronista de la Ciudad de México, el gourmet que deleitó a mucha gente de las altas esferas con sus platillos y, finalmente, el personaje que terminó siendo olvidado y que incluso gente de las escuelas de teatro no conoce:
"Si pensamos que él es uno de los pilares del teatro mexicano, esto es grave. Novo tiene una presencia fundamental para que nosotros conociéramos el teatro nuevo. Él y Xavier Villaurrutia, auspiciados por Antonieta Rivas Mercado, abrieron el Teatro de Ulises, que viene a cambiar el panorama mexicano porque entran obras europeas y visiones que no habían llegado al país. En los años 50, cuando inauguran La Capilla, él montó Esperando a Godot, de Samuel Beckett".
En esta recapitulación de su vida, el director no omite la debacle de Novo tras haber hecho declaraciones desafortunadas sobre las circunstancias políticas del país en 1968. "En su momento, generó una animadversión hacia su persona. A partir de ese punto su caída fue estrepitosa y su olvido aún mayor. Es un personaje con claroscuros importantes que nos hacen verlo como un personaje que se atormenta, por ejemplo, por su vida disipada, llena de lujos, en la que no concretó relaciones profundas, sino que al contrario llevó una vida que lo condujo a la soledad y el abandono, por un lado; la situación política lo orilló a perderse, no sólo en un momento específico, sino dentro de la historia".
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"Creímos que era importante hablar de esta parte, así como de su vida homosexual porque era un eje de su trabajo y de su poesía. Una de las relaciones más importantes, quizá la más importante fue su encuentro con García Lorca en Argentina. Novo se enamora de él, es un corazón abierto o latente lo que queda prendado totalmente de Lorca".
Al final de la presentación habrá una charla con el equipo de la obra y Ernesto Reséndiz, especialista en Novo. La entrada es libre.
melc