El Códice Florentino, un manuscrito prehispánico creado en México hace 500 años, adquiere una segunda vida tras su digitalización, lo que permitirá difundir el caudal de conocimiento sobre los pueblos indígenas precoloniales en México, al ser el más importante que persiste desde principios del siglo XVI.
El documento, ubicado físicamente en la biblioteca Medicea Laurenciana de Florencia (Italia), de donde recibe su nombre, detalla en español y náhuatl la cultura y la historia del pueblo mexica (azteca), incluida la invasión española en la hoy Ciudad de México.
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Su digitalización se logró después de siete años de esfuerzos de docenas de especialistas de todo el mundo, quienes también realizaron un esfuerzo de traducción, actualización del lenguaje y el acompañamiento de herramientas e imágenes que permiten búsquedas fáciles de forma digital.
"Esta iniciativa, en la que se reunió información de este manuscrito y se generaron nuevos datos, no podría haberse llevado a cabo sin la generosa colaboración de nuestros socios institucionales y la pericia de numerosos colegas”, explica Mary Miller, directora del Getty Research Institute (GRI).
En 1547, Bernardino de Sahagún, un fraile franciscano español que dedicó la mayor parte de su vida a trabajar de cerca con los pueblos indígenas de México, comenzó a recolectar información sobre la vida, historia, astronomía, flora, fauna y la lengua náhuatl de la cultura del centro de México, entre otros temas.
Ancianos, filólogos, escribas y artistas náhuatl trabajaron con Sahagún para recopilar un manuscrito ilustrado de tres volúmenes, doce libros y 2 mil 500 páginas, cuyo contenido se basa en las enciclopedias europeas, especialmente, en la Historia natural de Plinio el Viejo.
Al igual que las enciclopedias modernas, el códice abarca una amplia variedad de temas y es la narración histórica escrita en náhuatl más larga que existe sobre la conquista de México, donde se documenta la perspectiva del pueblo de Tlatelolco, hoy parte de la capital Ciudad de México, lugar donde se escribió el códice.
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Si bien el Códice Florentino estaba disponible desde 2012 mediante la Biblioteca Digital Mundial, seguía siendo incomprensible para muchos, pues se requería de conocimiento del náhuatl y español del siglo XVI, como de las tradiciones artísticas prehispánicas y europeas del momento.
A fin de hacerlo más accesible, en 2016 Getty se asoció con instituciones y expertos de Italia, México y Estados Unidos, pues sostiene que estas imágenes son cruciales, ya que ofrecen representaciones vívidas de la vida, los objetos, los rituales y los momentos históricos mexicas, además de las acciones de la gente común.
Kim Richter, la líder principal de la iniciativa en el GRI, detalló que el equipo de académicos investigó las imágenes de manera exhaustiva y etiquetó meticulosamente cada una de ellas con palabras clave en diferentes idiomas que permitieran buscarlas.
En este sentido, Alicia Maria Houtrouw, directora del proyecto Códice Florentino Digital en el GRI explicó que la información buscar por temas seleccionados desde la página de inicio o buscar textos e imágenes usando palabras clave en español, inglés e incluso náhuatl.
El proyecto, que se da a conocer en virtud de un acuerdo con la empresa Porter Novelli, también destaca su contenido en náhuatl, pues pretende conectar al millón y medio de hablantes modernos de esta lengua como un recurso histórico fundamental, así como abona al esfuerzo por evitar su extinción.
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