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Aunque el Centro de Investigación y Docencia Económicas ( CIDE ) había indicado que “las actividades sustantivas se realizan de manera remota y el personal está operando de manera normal”, ahora José Antonio Romero Tellaeche envió un comunicado en el que hizo un llamado a la “concordia”, al diálogo “respetuoso y constructivo”, “todo con el propósito de recuperar la operación normal de nuestro Centro”.
El lunes 29 de noviembre María Elena Álvarez-Buylla , directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología ( Conacyt ), declaró que “tomé la decisión de designar a Romero Tellaeche como director general” del CIDE, para el periodo 2021-2016. Desde ese momento, la comunidad estudiantil tomó las instalaciones de su institución. Sin embargo, un día después, el Centro Público de Investigación envió un comunicado en el que dijo que el CIDE opera de forma normal, pues “ni las actividades académicas ni las docentes han sido interrumpidas”.
Los alumnos del CIDE dijeron que tomaban las instalaciones en protesta a la falta de diálogo con las autoridades tanto de esa institución como del Conacyt, pues han señalado que el proceso para la designación de Romero Tellaeche se dio en medio de diferentes irregularidades.
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Las protestas en contra de Romero Tellaeche comenzaron hace dos semanas, pues el funcionario destituyó a Catherine Andrews de la Secretaría Académica, quien se negó a suspender las Comisiones Académicas Dictaminadoras (CADIs) porque ya estaban programadas con semanas de anticipación tal y como lo planteaba el reglamento. Sin embargo, Romero Tellaeche calificó esa acción como “un acto de rebeldía”. También destituyó a Alejandro Madrazo Lajous, de la dirección del CIDE en la región centro sede Aguascalientes, por “pérdida de confianza”, esto luego de que el investigador emitiera críticas hacia la actual administración.
A esas destituciones se sumó la de Gisela Morales González, que se desempeñaba como coordinadora de Administración y Finanzas del CIDE y quien envió un correo el 25 de noviembre en el que pidió que ante posibles manifestaciones en la institución se debía “garantizar el derecho a la manifestación y libertad de expresión y sobre todo, salvaguardar la integridad de todas las personas y las instalaciones”.
Ahora, después de varios días de que la comunidad del CIDE ha hecho llamados al diálogo, Romero Tellaeche envió un comunicado en el que hizo “un llamado a la concordia, el diálogo respetuoso y constructivo, así como el apego a las cauces legales, todo ello con el propósito de recuperar la operación normal de nuestro Centro, garantizando la continuidad de las clases y actividades académicas, el pago de los salarios y becas, y el desarrollo de proyectos”.
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En el comunicado, el funcionario también incluyó un anexo en el que afirmó que “es falso que existen omisiones a la legalidad en la designación del Dr. Romero Tellaeche como director general del CIDE. El proceso se llevó a cabo en estricto apego a l Estatuto General del CIDE”.
Sin embargo, Javier Martín Reyes, académico del CIDE, indicó que el comunicado del “director espurio es un monumento a la mentira”, por tres puntos: “Su designación fue ilegal pues el Consejo Directivo no votó”, “Romero fue el peor evaluado en la auscultación interna” y “la comunidad estudiantil fue excluida en todo el proceso”.
fjb
