A partir del 12 de diciembre de 2022, fecha en que se cumplieron 200 años de las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos, empezó a gestarse lo que el Festival Internacional Cervantino (FIC) prepara para su edición 51 y sus 259 artistas invitados: la pluralidad artística y de pensamiento, y la apuesta por el intercambio, del que se han retroalimentado ambos países a lo largo de la historia. Voluntad expresada en los conceptos diversidad, equidad e inclusión, presentes, por ejemplo, en el lema de este año.
Respecto al Estado invitado, Sonora, se vislumbra una puerta económica al futuro como productor de microchips, dijo en rueda de prensa Silvio González, ministro consejero de Diplomacia Pública.
La diversidad quedará de manifiesto, continuó, con la importancia de los enlaces culturales: desde la música de Hawái hasta el rap y las artes escénicas hechas por artistas con capacidades diferentes. Asimismo recordó que, en la sede del país Invitado, nombrada Casa de Benjamin Franklin, se exhibirán trofeos y cinturones de la NFL, la NBA y la Liga Americana de béisbol, además de que se ofrecerá información de los intercambios a través de las Becas Fulbright García Robles.
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El Cervantino, uno de los festivales más importantes del continente, continuó González, encarna el vínculo entre México y Estados Unidos, venas que aún existen y demuestran los lazos comerciales, así “como las rutas de conexiones culturales, de idioma y de música desde generaciones atrás”.
El intercambio cultural como apuesta queda vigente con ciertas presencias en el programa. Una de ellas, la del chef originario de Alaska, Rob Kinneen, quien ofrecerá clases magistrales con la Universidad de León y, posteriormente, el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep). Otro nombre citado fue el de la Arturo O’Farrill and The Afro Latin Jazz Orchestra y el Colectivo Conga Patria Son Jarocho, que ganó el Grammy 2023 al Mejor Álbum de Jazz Latino y en el que coinciden la tradición estadounidense y la mexicana, lo cual hace significativa su elección para la clausura. Algo paralelo puede decirse de Broadway va a Hollywood, evento de inauguración con clásicos musicales representativos de la cultura estadounidense. La pluralidad, desde otro ángulo, sigue con Justin Kauflin, pianista con discapacidad visual, y AXIS Dance Company, reconocida agrupación de danza de artistas discapacitados y neurodiversos, que también se presentará en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) de la Ciudad de México; otra propuesta que se destacó es La Mezcla y su producción Pachuquismo y algo más, dirigida por Vanessa Sánchez. Además habrá clínicas de boxeo y de tochito, como una forma de reiterar que la cultura de Estados Unidos no puede entenderse sin el deporte y sin sus organizaciones de alcance internacional, afirmó Alejandro Barrón, especialista en Diplomacia Deportiva.
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La cocina tradicional y los valores compartidos —la retroalimentación cultural como uno de los objetivos de esta edición— fueron ejemplificados por Elizabeth Andión, especialista en Asuntos Culturales, quien mencionó la realización de actividades en las que se podrá aprender el ukelele o técnicas como la del Ballet Hispánico.
Una presencia notoria en la inauguración será la de María Rosario Jackson, directora del National Endowment for the Arts, uno de los equivalentes que tiene el gobierno de Estados Unidos a la Secretaría de Cultura de México.