"El atractivo de "El cascanueces" no es ni la historia de E. T. A. Hoffmann ni el ballet, sino la música de Chaikovski. Es tan emblemática que se ha usado, prácticamente, en todas las películas que tienen un tema navideño. Siempre y cuando uno conserve la partitura pueden hacerse muchas locuras. Hay varias versiones contemporáneas, como la de Mark Morris, famosísima, que es una especie de fiesta donde todos están drogados", afirma Diego Vázquez antes de hablar sobre su versión de uno de los ballets más famosos del mundo.
Estas visiones renovadas de un clásico funcionan bien, continúa: "Yo quise hacer una versión más cómica, más alegre, donde los personajes principales: el Cascanueces, el Hada de Azúcar y el Caballero Jacob tienen un grupo de hip hop y le enseñan a bailar a María, a quien se llevan a viajar por el mundo del invierno. Es la actualización de un lenguaje más atractivo para los jóvenes", continúa el también director artístico del Taller Coreográfico de la Universidad Nacional Autónoma de México (TCUNAM), que se despedirá de dicho puesto el próximo 11 de diciembre con una función de gala independiente de "El cascanueces" en el Palacio de Bellas Artes.
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Si bien, Vázquez no deja de inspirarse en el ballet contemporáneo para revisitar este clásico, al final es una puesta en escena que se basa en gestualidades caricaturescas, el voguing, la danza aérea y el ya citado hip hop. Es importante destacar que se inspira directamente en la historia que escribió Hoffmann, razón por la que el personaje principal se llama María en lugar de Clara. En ese sentido es una versión más fiel, aunque todo el primer acto no se lleva a cabo como ocurre en el original con una escena que transcurre durante la víspera de Navidad.
"Cuando creé esta obra en 2010, para el Ballet de Cámara del Estado de Morelos, tenía muy pocos bailarines", cuenta y abunda en que en esta versión hay 22 niños, que forman parte de los talleres de Danza UNAM, participando en escena y que interpretan a juguetes dentro de una tienda. Su temporada termina el 9 de diciembre en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario de la UNAM los jueves y viernes, a las 20:00 horas; sábados, 19:00 horas, y el domingo 2 de diciembre, a las 12:30 y 18:00 horas.
Punto y aparte de "El cascanueces", Vázquez se despedirá de la dirección artística del TCUNAM (también es la última función de la temporada 110 del Taller) el 11 de diciembre, a las 20:00 horas, con tres coreografías de primer nivel que se presentarán en función de gala en el Palacio de Bellas Artes.
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Entre éstas, una de las más celebradas es un extracto de "Orbo Novo", del coreógrafo belga-marroquí, Sidi Larbi Cherkaoui, director del Ballet del Gran Teatro de Ginebra con "tres o cuatro obras en ballets importantísimos de Europa; además es uno de los coreógrafos de Madonna. Es un placer tener una obra de él. No hicimos la obra completa porque el taller coreográfico difícilmente puede tener piezas que duren una hora y cuarto, ya que tenemos una programación variada cada semana. Eso permite una gran diversidad pero no hace fácil remontar obras de largo aliento".
Al presentar "Orbo Novo", continúa, el Taller deja un sello importante que demuestra que es una compañía capaz de hacer tanto cosas técnicamente difíciles como obras absolutamente contemporáneas". En el programa de la función de gala está también “Only Fools Rush In”, del coreógrafo francés Julian Nicosia, un guiño a la canción de Elvis Presley, "Can´t Help Falling In Love" y, por último, "Motaati", pieza que el propio Vázquez hizo este año "Motaati significa mi placer en árabe, lo cual ya anuncia que la obra explora las distintas acepciones del placer: es una obra que habla sobre el placer que nos damos y el que no; sobre la vista y la seducción; sobre tu energía baja y elegir la energía creativa, la de eros; sobre soltarse a la vida y quitarte la piel que ya no te queda.
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