Guadalajara. Jalisco.— Guadalajara Capital Mundial del Libro ha cumplido mes y medio de trabajo creativo alrededor del libro y el fomento a la lectura, ha inaugurado en el corazón de la ciudad el Paseo Literario Fray Antonio Alcalde, que tiene 2.8 kilómetros de longitud, con 5 módulos de venta de libros, 20 buzones literarios para intercambio de libros de forma gratuita y 52 placas donde reproducen frases de escritores locales, pero no ha impulsado con mayor énfasis el eje central del programa con la que obtuvo la declaratoria de la Unesco: el trabajo en los barrios que han llamado “El Barrio Lee” y que los coordinadores definen como “la estrategia barrial”.
El proyecto presentado por Guadalajara ante la Unesco tiene “la finalidad de utilizar al libro y la lectura como una herramienta de construcción de paz y prevención de las violencias”, tal como lo señalan en su página oficial, y tal como lo afirmaron el 23 de marzo durante la presentación. Ahí anunciaron que llevarían el libro a 30 colonias —de las 540 que tiene Guadalajara— con mayor incidencia delictiva y alta marginación, entre las que están Ferrocarril, Polanco, Miravalle, Analco, San Juan de Dios y La Monumental, que conforman los 14 polígonos de atención prioritaria.
Se trata de un proyecto que está lejos del centro, está en las colonias marginadas, en los llamados “puntos de cultura” —recuperando la estrategia de política pública nacida en Brasil en 2004— donde han mapeado los 14 polígonos para ubicar colectivos, espacios culturales, iniciativas ciudadanas, artistas, promotores, creadores y acciones que serán la base desde donde la oficina de Ciudadanía Cultural de la Secretaría de Cultura de Guadalajara lanzará en agosto la estrategia barrial.
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“Hemos buscado que todas las actividades que se van a desconcentrar hacia los polígonos tengan un antecedente de inclusión social, ponerlas donde haya infraestructura o un posible aliado y que estén con nosotros en sintonía de entender al libro no solamente como el puro acto de leer sino como todo lo que las palabras nos puede dar, desde las narrativas que se dan en la vida cotidiana, hasta las historias de los territorios, estamos aprovechando este gran pretexto de la capitalidad para utilizarlo y podernos meter a procesos sociales que ya había en los territorios y en los que vamos de la mano de sus artistas y sus historias”, asegura Alan Giuseppe Diosdado Jaime, jefe de la Unidad de Ciudadanía Cultural de la dirección de Cultura Guadalajara.
La meta es utilizar al libro y la lectura como una herramienta de construcción de paz y prevención de la violencia, a la par de descentralizar las actividades culturales del centro de la ciudad. Así han entrado a la colonia Santa Cecilia, famosa por haberse creado en buena parte con familias que tenían un integrante en la cárcel, pues es una colonia que está a unas cuadras del Ex Penal o la Antigua Penal de Oblatos.
“Es una colonia de las más complicadas de la ciudad, por temas de pandilla, por temas de violencia intrafamiliar, de violencia infantil, ahí tenemos un centro cultural que durante algún tiempo tuvo una radio comunitaria que también funcionaba como un espacio de grabación para los raperos de la zona, ahí hubo un rapero llamado Mr Yosie Locote, y como los chicos se acercan al centro cultural, la idea es canalizar su energía y tiempo libre en los talleres”, señala Diosdado.
Ahí han comenzado a concentrar las actividades de Guadalajara Capital Mundial del Libro hablando desde la cultural hip hop, desde la radio comunitaria hacer radiocuentos y podcast de algún libro para que los muchachos se acerquen a la lectura, “queremos utilizar el grafiti como una forma de dar a conocer los temas de los autores”.
También así hallaron una secundaria pública muy cerca a la que a finales de este mes acudirá Guillermo Arriaga, muy cerca del ex Penal, que está a dos cuadras de la calle Álvaro Obregón, donde hay mucha prostitución e inseguridad y que es un barrio considerado de atención prioritaria.
El programa de actividades en ese eje de Guadalajara Capital Mundial del Libro se enfoca también en el beneficio social, en las zonas de incidencia delictiva. “La única forma en la que vamos a recuperar la paz en nuestro país es a través de resolver los problemas que tenemos, desde la raíz, y la forma de hacerlo es a través de la educación y la cultura, entonces lo que estamos haciendo con Guadalajara Capital Mundial del Libro y con todas estas niñas y niños es cambiarles el chip, ponerles un chip de la lectura, de la cultura, de la música, de las finas artes, eso es lo que estamos haciendo y lo que va a pasar en algunos años es que todas estas niñas y niños es que van a tener una conceptualización distinta de la ciudad”, afirma en entrevista el alcalde de Guadalajara Pablo Lemus.
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El funcionario agrega que están atendiendo la situación de la violencia desde una perspectiva distinta, “estamos buscando solucionarla a través de la cultura y del arte y es también una gran oportunidad para que se hable de Guadalajara, se hable de México y de otros temas en el mundo. Generalmente escuchamos noticias sobre la violencia, sobre la desaparición forzada, sobre la violencia contra las mujeres, que por supuesto es un problema gravísimo en todo el país”.
Andrea Blanco, coordinadora general de Construcción de Comunidad, que tuvo a su cargo el diagnóstico de los 14 polígonos, asegura que parte de este trabajo son las 300 bardas que se han intervenido con frases de autores locales, pero también en una segunda etapa van a cambiarlas por frases de escritores locales contemporáneos y posteriormente harán una convocatoria para arte poética.
Alan Giuseppe Diosdado Jaime dice que han planteado un programa muy desde la idea de que la cultura de paz y la meta de contrarrestar la violencia son esfuerzos del gobierno que tienen que contar con la confianza de la misma ciudadanía, “para nosotros es fundamental que todo lo que hagamos no llegue desde afuera, sino que haya un trabajo previo de socialización”.
Hace 45 días, Guadalajara arrancó su gestión como Capital Mundial del Libro cumpliendo la declaratoria de la Unesco, desde ese día, 23 de abril, Día Mundial del Libro, y hasta el 22 de abril de 2023 —cuando entreguen la estafeta a Acra, capital de Ghana—, Guadalajara desarrollará más de mil 300 actividades de fomento para la lectura y el libro y deberá instituir políticas públicas que trasciendan los 365 días que dura la capitalidad.
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