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Presionado por amenazas y tras haber permanecido en el anonimato durante una década, el caricaturista chino conocido como Badiucao mostró su rostro hoy cuando se cumplen treinta años de la represión en la plaza Tiananmen, Pekín, contra las protestas a favor de la democracia que inspiraron su compromiso artístico.
Con sus obras, alentó un movimiento global en torno a la imagen del "hombre tanque", en alusión a la masacre de 1989.
Badiucao
tiene 33 años, reside en Australia y ha sido comparado con Banksy. Se había presentado en otras oportunidades con pasamontañas, pero ahora tomó la decisión de desenmascararse. "Me enfrento a esta elección importante: guardar silencio para siempre o luchar para enfrentar, cara a cara, esta situación", dijo a la prensa en un diálogo telefónico desde Melbourne, donde vive.
En sus obras muestra a los líderes de Pekín en gestos de explícito de abuso de poder
. Publica la mayoría de sus caricaturas en Internet y usa las redes sociales. Sus trabajos incluyen esculturas de neón del fallecido disidente y ganador del premio Nobel de la Paz chino Liu Xiaobo -quien había reconocido públicamente el valor de la obra de Badiucao- y una caricatura del presidente de ese país, Xi Jinping , sosteniendo un rifle al lado de un Winnie the Pooh muerto.
El nombre de Badiucao trascendió las fronteras cuando el año pasado convocó a activistas de todo el mundo a adherir a la campaña en redes sociales #Tankmen2018.
Hoy, el canal de televisión ABC difundió China's Artful Dissident, un documental del cineasta australiano Danny Ben-Moshe, de una hora de duración, sobre la vida de Badiucao, en el que admite que dio de baja la que hubiese sido su primera exhibición internacional, en Hong Kong, el año pasado por las presiones que recibieron sus seres queridos.
"No creo que haya mejor momento para mí para salir que en el aniversario de la masacre de Tiananmen", agregó sin revelar su nombre real. Es que fue esa represión por parte de las tropas chinas de las protestas a favor de la democracia en ese país, en 1989, la que lo movió a crear arte para denunciar los abusos de poder. Hace diez años vio con un grupo de amigos de la universidad un video sobre lo ocurrido en la plaza Tiananmen, descargado de un sitio web pirateado.
"Ninguno de nosotros tenía conocimiento [de la masacre] cuando estábamos creciendo, porque esa parte de la historia estaba completamente oculta para mi generación ", dijo el dibujante.
Ben-Moshe dijo a la prensa que la decisión del artista de desenmascararse no había sido guionada en el documental. "No fue planeado. Fue solo uno de esos momentos realmente reales y crudos", afirmó. Badiucao explicó luego la razón por la que lo hizo: "Ellos encontraron a mi familia en China y me amenazaron a través de ellos".
akc