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Dos meses antes del asesinato del presidente Álvaro Obregón, hubo un atentado en la Cámara de Diputados.
El suceso tuvo lugar en una tarde lluviosa de mayo de 1928. Ocurrió media hora después de que había concluido el periodo extraordinario de sesiones. Y, como reportó EL UNIVERSAL, hasta “detuvo” el tiempo, pues uno de los relojes que estaban en el lugar se frenó a la hora del estallido.
En una época en la que no había tecnología como redes sociales, aun así la noticia se esparció velozmente entre los habitantes de la Ciudad de México.
"Se dijo que muchos diputados habían sido muertos y heridos, y la multitud en tropel se encaminó al recinto parlamentario”, se reportó en aquel entonces.
Para fortuna de los que se encontraban dentro del edificio, y para la mala suerte de los morbosos, el atentado no tuvo éxito, pues las afectaciones que causó fueron principalmente materiales.
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Hizo explosión una bomba en la Cámara
24 de mayo de 1928
- El atentado no causó desgracias personales; sólo produjo pérdidas materiales de poca consideración
- Dos sospechosos que lograron escapar
Un atentado dinamitero se registró ayer a las 18:47 horas, en el Departamento Sanitario de la Cámara de Diputados, media hora después de que los representantes populares clausuraran el periodo extraordinario de sesiones a que fue convocado el Congreso.
En un principio, la nueva se esparció velozmente por toda la metrópoli, dándosele amplitudes de una gran tragedia. Se dijo que muchos diputados habían sido muertos y heridos, y la multitud en tropel se encaminó al recinto parlamentario, donde ya se supo que el atentado revistió escasa significación. No hubo ninguna víctima y los daños materiales son de poca importancia.
La sesión de clausura
A las 17:30 los diputados abrieron su postrera sesión extraordinaria, bajo la presidencia del licenciado José Luis Solórzano. Como ya no hubiera asunto que tratar, la sesión se redujo a escuchar los informes de los diputados Rafael Cal y Mayor y Fernando Moctezuma, presidentes de las comisiones que participaron al Ejecutivo y al Senado la clausura de los trabajos de la Cámara popular.
Luego, entró a la sala una comisión presidida por el senador Luis E. Estrada, que participó que la Cámara de Senadores había puesto término a sus labores.
En seguida se levantó la sesión de Cámara de Diputados y se abrió la de Congreso General, con asistencia de 40 senadores.
Y estando de pie toda la asamblea, el licenciado Solórzano declaró solemnemente: “E l XXXII Congreso de la Unión clausura hoy, 23 de mayo de 1928, el periodo extraordinario de sesiones a que fuera convocado por la H. C omisión Permanente”.
Sonó un aplauso.
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El atentado dinamitero
Terminada la sesión de Congreso, diputados y senadores se apresuraron a abandonar el recinto parlamentario. Pronto el vestíbulo se vió invadido, porque, como a la sazón cayera fuerte lluvia, los representantes se pusieron en acecho de aquellos colegas propietarios de automóvil, para que los llevaran. Muchos se marcharon, pero otros tantos permanecieron allí, estacionados, en espera de que cesara de llover.
La sesión de Congreso finó a las 18:15. Media hora después restaban unos cuantos representantes. En la sala de sesiones sólo tres, cuatro diputados, charlaban confiadamente. Y, de pronto, escucharon fortísima detonación; parecioles que se cimbra el edificio parlamentario. Y como estaba lloviendo, lo primero que pensaron fue en que hubiese caído una descarga eléctrica. Antes de cerciorarse de lo que había ocurrido, se lanzaron a la calle, comentando nerviosamente lo sucedido.
Los gendarmes de la Montada, de servicio en la Cámara, por causa de la lluvia permanecían allí. Y cuando repuestos de la sorpresa supieron que habían arrojado una bomba, prepararon sus armas y treparon al segundo piso, creyendo dar con los autores del atentado. Pero no encontraron a nadie.
En el departamento sanitario
El Departamento Sanitario de la Cámara se encuentra en el costado izquierdo del edificio, del lado de las calles de Allende, y lo separa del guardarropa un cancel de cristales, junto al que últimamente fue puesto ancho armario para uso de los diputados. En aquel departamento están los lavabos, mingitorios y W.C. Estos son cuatro, contiguos, separados con planchas de mármol y sus puertas son de madera. Se encuentran adosados al muro de la derecha. Allí se consumó el atentado.
Aquel lugar se llenó de humo inmediatamente. Cuando los diputados y curiosos tornaron a entrar al edificio y supieron de la explosión de una bomba, se acercaron empujados por la curiosidad, pero no se atrevieron a entrar al Departamento Sanitario, sino que se contentaron con dar fe de los acontecimientos desde honesta distancia. Los primeros en acudir a ese lugar fueron el secretario Francisco Silva, el intendente Montaudón y el diputado Moreno Salido.
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