cultura@eluniversal.com.mx
Nueva York. —Es imposible no valorar el impacto que tiene la llegada de la exposición más grande de los últimos 10 años de Frida Kahlo a Nueva York. Y es que si ha habido un ícono de la fuerza femenina en México ha sido el de la artista que desde su estancia en los años 30 en EU mostró su mexicanidad con orgullo.
Pasternak dijo a EL UNIVERSAL que admira a Frida porque “era una mujer que no ocultaba nada, ponía todo lo que sentía en su arte. Además, el Museo de Brooklyn es como Frida porque somos una institución curiosa, que no tiene miedo a tocar los temas difíciles como los que se abordan en esta exposición, pues en ella también hay una visión de la política y de la discapacidad”.
La relación que marca la muestra. Todo surgió con la investigación que Circe Henestrosa comenzó a raíz del descubrimiento del guardarropa de Kahlo en 2004. Circe fue la curadora de la primera exposición de la artista con esta temática en La Casa Azul-Museo Frida Kahlo en 2012 y que después fue llevada a Londres al Victoria & Albert Museum en 2018 para ahora llegar a NY con novedades.
Contará con obras de otros museos que no se habían prestado antes, como Ahora que estoy pelona, propiedad del MoMA; la colección de arte mesoamericano del Museo de Brooklyn se incorporó para acentuar los intereses de Kahlo y Diego Rivera por este tipo de arte. También estará la relación que Frida tuvo con EU, con su complejidad y conflictos porque aunque amaba Nueva York, era comunista y estaba en contra del estilo frívolo de la clase acomodada de la ciudad. Detroit fue una ciudad que le horrorizó por su fundamento industrial y San Francisco le causaba la misma fascinación y rechazo que NY. Todo lo que despertó en Frida esta relación con EU fue algo que los curadores tomaron en cuenta para enriquecer y darle un marco diferente a la exhibición.
Para Catherine Morris, curadora para el Centro de Arte Feminista Elizabeth A. Sackler del Brooklyn Museum, “explorar la compleja y a menudo conflictiva relación de Frida con EU es una parte muy importante de su historia. Sus experiencias en San Francisco, Nueva York y Detroit jugaron un papel clave en el desarrollo de su arte, sus visión política y fueron instrumentales al momento de elegir el enfoque de sus decisiones”.
“Yo quería saber por qué Frida escogió el vestido de tehuana como su logotipo, descubrí que cuando decidió vestirse así estaban cambiando muchas cosas en su vida: era la época en que Vasconcelos empezó a promover los valores y la cultura mexicana a través de la idea de mexicanidad en lo que se conoce como el Renacimiento mexicano. Es cuando él comisionó a muralistas como Siqueiros, Orozco y Rivera a pintar estos temas porque pensaba que el país iba a salir del trauma de la Revolución con la educación y la promoción de la cultura. Entonces Frida Kahlo se alineó a estos valores y empezó a buscar una identidad que la hiciera ver muy mexicana”, apuntó la experta.
Para Lisa Small, curadora de Arte Europeo del Museo de Brooklyn, “esta muestra es muy importante porque es la primera en EU que incluirá ropas y posesiones personales provenientes de la Casa Azul mostradas en contexto con sus obras de arte”. Para Morris, “el arte y la historia de Kahlo resuenan a través de las fronteras geográficas e históricas”.