No todo está pintado, ni dicho ni hecho para el artista plástico . Derivado de su más reciente exposición, "Reflejo de lo Invisible", la cual se expone en el Museo de Arte Moderno (), la editorial Turner lanzó un libro que da cuenta, de forma extensa, de la trayectoria artística del pintor, que perteneció a la Generación de la Ruptura, al lado de artistas de la talla como Manuel Felguerez, José Luis Cuevas y Pedro Coronel.

El libro "Arnaldo Coen. Reflejo de lo Invisible" (Editorial Turner, 2023) se construye desde diferentes perspectivas del trabajo del célebre artista y pone sobre la mesa su influencia en la historia del arte mexicana.

Cabe mencionar que no es un libro biográfico, ya que, de acuerdo con los diferentes autores del texto, no se puede entender el trabajo de un artista desde una simple biografía, sino que se debe analizar todas las facetas que se derivan de una trayectoria como la de Coen, que ha atravesado pintura con performance, teatro y diseño publicitario.

Foto: German Espinosa/EL UNIVERSAL.
Foto: German Espinosa/EL UNIVERSAL.

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En entrevista con EL UNIVERSAL en su estudio, ubicado en la colonia Polanco, Coen cuenta sobre su trayectoria artística, sobre sus recuerdos con figuras de la cultura mexicana como Luis Buñuel, Alejandro Jodorowsky, Octavio Paz y Juan García Ponce, entre otros.

El libro está conformado por ensayos de críticos de arte como Raúl Arroyo, Pilar García, Julio García Murillo, Marco Antonio Morales, Ana Rosa Alonso Minutti, Santiago Espinosa de los Monteros y Lourdes Sosa, entre otrosy fue editado por Andreas Ziegler.

¿Cómo se siente por su más reciente exposición?

Recuerdo que la inauguración estuvo muy bien, aunque había demasiados cuadros y no se podía ver a la gente (se ríe). Estuvo muy bien, muy recurrida, ese día di algunas visitas guiadas hasta que opté por sentarme. Pero estuvo muy bien, no me esperaba tanta gente, llegaron más de 600 personas, estuvo muy lleno, hubo gente que no pudo llegar por una manifestación, me siento muy orgulloso, seguro no es virtud mía, seguro hubo una muy buena convocatoria.

Seguramente fue la cantidad de obra que se reunió, más allá de la convocatoria del MAM

Sí, están algunas de las cosas que he hecho durante 60 años de ocio fecundo y creador.

Con motivo del libro, me llama la atención la frase de Andreas Ziegler, que afirma que para Arnaldo Coen todo el arte es contemporáneo siempre. ¿Usted está de acuerdo con esa frase? ¿Lo es así en tiempos actuales?

Yo creo que el arte siempre ha existido. Consciente o inconscientemente siempre ha existido. Yo creo que viene desde la necesidad del hombre de expresarse. Y hay muchos medios para expresarse. Creo que, de los primeros medios para expresarse, se encuentran la edificación de herramientas desde el neolítico, pero las comenzamos a ver como objetos, tal como las vio Duchamp hace más de 100 años: un objeto que era una herramienta, quizá las lanchas y las hachas son un objeto de arte ya por sí mismas. Y agregó otra cosa, y es que el hombre necesita rituales, porque es su manera de conectarse colectivamente, creo que el arte tiene que ver con un ritual y ese ritual puede ser irónico, puede ser histórico, ahí es donde yo digo que todo arte llega para quedarse. El que no llega para quedarse, entonces no es arte.

Foto: German Espinosa/EL UNIVERSAL.
Foto: German Espinosa/EL UNIVERSAL.

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¿En qué momento el ritual se convierte en una experiencia estética o en arte?

Desde su parte cosmogónica, desde sus conceptos. Pongo el caso que yo he trabajado de la silueta femenina, ésta la tomé como punto de partida de una época utilicé la figura de la mujer como un símbolo de la bondad, de la fuerza, curiosamente esos términos tienen que ver con la mujer. Es una percepción personal, ahora hay demasiados géneros y corrientes artísticas.

¿Cómo define Coen las corrientes artísticas?

Yo creo que es igual que siempre. Yo conocí el arte por reproducciones, me llamó la atención ver una enciclopedia de arte y ver pinturas barrocas o del Renacimiento, o cualquier corriente, me parecía fascinante. En algún momento de muy joven ayudé a mi hermana a hacer una historia del arte para una clase, tomamos una pequeña historia del arte que tenía en recortes, lo ordenamos y eso fue maravilloso.

Poco tiempo después conocí en una reunión de domingo a Ernesto de la Peña, Salvador Elizondo, Luis Buñuel y a otros personajes muy interesantes. Cada domingo iba a la casa de Raúl Lavista a escuchar música. Recuerdo cuando Elizondo se sentó conmigo y me preguntó a qué me dedicaba, afortunadamente yo acababa de informarme quien era Paolo Uccello, y se me ocurrió decirle que era pintor, cosa que no estaba seguro, pero le dije eso a Salvador eso, y justo me preguntó de Uccello, y pude contestarle. Le cuento esto porque, al ir a París, conocí los museos más importantes del mundo, por primera vez vi los cuadros originales de gente que yo admiraba, para mí todo era una novedad, no me importaba las corrientes o épocas, siento que podía dialogar con todas las obras, no importaba si era impresionista o expresionista, no podía eliminar nada, era un golpe emocional e intelectual todo, fue ahí que comencé a encontrar mi identidad y elegí la silueta femenina como punto de partida.

Justamente sobre el dialogo, Raúl Arroyo da un recuento de los diálogos de Coen con Kandinsky, Picasso, entre otros. ¿Hoy con quién está dialogando?

Sigo con mi dialogo con todos. Yo creo que el arte no tiene fecha de nacimiento ni fecha de caducidad. Si yo me enfrento a una obra que no he conocido, puede ser algún artista contemporáneo, moderno, o del pasado, si me dice algo, si me llama la atención lo adopto, claro que he adoptado diálogos con artistas como los que usted me menciona, claro que sí, puedo dialogar con sus conceptos. Sigo pensando que yo tengo que ver con el arte contemporáneo.

Foto: German Espinosa/EL UNIVERSAL.
Foto: German Espinosa/EL UNIVERSAL.

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