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Como en un juego y un reto a su propia capacidad memoriosa, Juan Villoro seleccionó 14 cuentos -dos de ellos inéditos y que aparecerán en un libro que podría salir en un par de años- escritos en los últimos 30 años y que han dado lugar a una antología personal de relatos breves titulada “Examen extraordinario” que alude al "acordeón", “uno de los géneros literarios más exigentes, pero clandestino”.
El cuentista, novelista y cronista asegura en entrevista que la palabra extraordinario podría sugerir que se trata de algo magnífico, “los mexicanos, quizás porque estamos muy acostumbrados a los desastres y a las catástrofes, concebimos algunos eufemismos para matizarlos y uno de ellos es el de examen extraordinario, que obviamente es algo trágico pero que podría ser incluso celebrable”.
A partir de esa idea como motor y título de la antología publicada por Almadía y el Fondo de Cultura Económica en su colección Popular, Villloro reunió cuentos que adquieren aquí otra posibilidad de ser analizados: “creo que uno de los géneros literarios más exigentes es el acordeón, se trata por supuesto de un género clandestino pero aquel que elabora un acordeón con eficiencia estudia mucho porque necesita saber lo suficiente para poder resumirlo en un papelito, entonces en la portada del libro aludimos a este género clandestino”.
Su estrategia fue lúdica, “me pareció que jugando con esta forma a veces urgente, agobiante que nos enfrentamos al conocimiento, el examen extraordinario, pues yo revisara mis propios cuentos, me sometiera a un examen memorioso tratando de recordar los que valían la pena para que circularan de otra manera con los lectores”
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Así definió la lista de los 14 relatos en los que están cuentos como “Mariachi”, “Los culpables”, “La casa pierde”, “La jaula del mundo”, “Amigos mexicanos” y Corrección”, entre otros, además de “Acapulco, ¿verdad?” y “Marea alta”, los dos inéditos que adelanta como regalo de un título por venir.
“Yo dejé fuera relatos de mis primeros tres libros porque creo que desde un punto de vista estilístico pues ya quedaban fuera, entonces no hay textos de ‘La noche navegable’, ‘Albercas’ o ‘Tiempo transcurrido’, los cuentos son de los últimos 30 años que ya es bastante tiempo; una antología cumple la función de muestrario, es una manera de acercarte a un autor”, afirma el narrador.
nrv
