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El confinamiento ocasionado por la pandemia del coronavirus le ha pegado durísimo a la industria editorial: según datos de la Asociación Nacional de Librerías, las ventas de libros han caído 80% en el país.
“Y por amigos y por las redes sociales nos hemos enterado de librerías que han ido cerrando sus puertas, y eso ha sido terrible porque las librerías, además de constituir el mejor canal de distribución de las editoriales, son espacios fundamentales para nuestra vida como sociedad, pero también para los proyectos culturales. Incluso hay comunidades donde la librería es el único espacio de acceso a los libros. Por eso es tan preocupante que algunas no hayan tenido otra opción más que bajar la cortina”, dice Socorro Venegas, directora general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM.
En cuanto a las editoriales, no pocas han decidido posponer o cancelar la publicación de varios libros, precisamente por el agobio de las pérdidas económicas y la incertidumbre de no saber si podrán recuperar o no su inversión a causa de la pandemia.
“Y por lo que se refiere a los escritores, algunos han hablado de la dificultad para emprender proyectos creativos en momentos en que las preocupaciones más inmediatas acaparan sus fuerzas y su ánimo”, añade Venegas.
Durante la pandemia, las ventas a través de las librerías virtuales han aumentado, en promedio, 15%, y esto, en opinión de la escritora, editora y funcionaria universitaria, es muy interesante “porque nos indica que hay mucho trabajo por hacer”.
“Desde que comenzó el confinamiento, los que trabajamos en el medio editorial nos dimos cuenta de que debíamos mejorar nuestras estrategias para atraer la atención de los lectores. Así, en la UNAM pudimos convertir a un formato virtual proyectos ya calendarizados como festivales, encuentros literarios, presentaciones de libros, seminarios y diplomados. Sin embargo, por lo que respecta a las plataformas para difundir y comercializar nuestros libros, el trabajo no ha sido tan sencillo”, agrega.
En el caso de la UNAM, los ingresos por las ventas de su librería virtual (Libros UNAM, www.libros.unam.mx) se han incrementado de manera significativa, pero, con todo, no se comparan con los de las ventas en su red de librerías. “Por lo pronto, le dimos un empujón muy grande a nuestra librería virtual, donde ahora ya se pueden conseguir también títulos de otras editoriales. Ampliamos el espectro para enriquecer el catálogo, para darles a los lectores una mejor atención y para apoyar a las editoriales independientes, que ya cuentan con otro canal de distribución y venta de sus libros. Asimismo, hemos mantenido vigente el envío gratuito a domicilio. Nos ha funcionado muy bien. De ahí que las ventas virtuales también hayan aumentado, pero, como ya dije, de todos modos todavía hay mucho trabajo por hacer en esta área”, concluye Venegas.