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Tengo tantos agradecidos y talentosos lectores que no sé qué diablos más puedo decir después de miles de versos escritos, expresó el poeta Eduardo Lizalde (1929), durante un homenaje que le brindó la Academia Mexicana de la Lengua , por sus 90 años de edad .
En la Capilla Alfonsina , espacio que reunió a amigos, familiares y seguidores del escritor, Jaime Labastida destacó que la poesía del homenajeado "se encuentra en evolución y desarrollo constante, desde una fase inicial y audaz que él mismo la llama un fracaso, hasta su último poema que forma parte de un gran quehacer poético”.
Lizalde, el destacado ensayista, agradeció el reconocimiento a sus colegas: “los trato desde hace mucho rato, son gente que admiro y que nunca creí llegaran a leer con tanta profundidad mis extensos textos”.
El autor de El tigre en la casa , explicó que recientemente envío un poema a una revista de Guadalajara sobre la muerte , y recordó que lo escribió en su infancia, cuando había leído a muchos escritores mexicanos, españoles y de otras lenguas.
“En mi infantil formación de los 11 o 12 años de edad, mi primer poema que algunos familiares y mi padre, que era buen lector, celebraron, fue sobre el tema de la muerte; todo el mundo lo celebró, sobre todo mis amigos y la familia, por lo que me declararon poeta, yo no lo creí nunca”, relató.
Eduardo Lizarlde contó que mucho tiempo después y luego de leer y admirar a grandes poetas mexicanos del modernismo, realismo y de la literatura extranjera, “comprendí que debía tratar de escribir un poema ; llegaba ya a más de 20 años de edad”.
Fue entonces, agregó, cuando publiqué un libro, técnicamente decoroso y popular, que no respondió a nadie y ni celebró a nadie como poema. Así tardé muchos años en encontrar un camino que me permitiera expresarme como un poeta que dijera algo y que no fuera una copia de lo ya leído.
Ante la presencia de Gonzalo Celorio, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua , el escritor explicó que Cada cosa es babel fue un intento de imitar las grandes hazañas de los poetas mexicanos, en la etapa de los contemporáneos.
Después, prosiguió su relato Lizalde, escribió El tigre en la casa y pensó que sería un libro desagradable, agresivo y hasta violentamente verbal que nadie celebraría, y al contrario “se convirtió en una especie de poema clásico, que se acaba de publicar una nueva edición idéntica a la original y que empieza a circular en algunas librerías".
El poeta, ensayista y escritor Jaime Labastida celebró los 90 años de vida de Eduardo Lizalde, pero también 60 de amistad. “Me he ocupado en diversas ocasiones la poesía deslumbrante siempre de Lizalde, cuando recibió, por ejemplo, el Premio Alfonso Reyes”, precisó.
nrv