Madrid. —La editorial española Pre-Textos comenzó a publicar a Louise Glück hace 14 años, cuando la Premio Nobel de Literatura 2020 era una desconocida para el gran público.
En su línea de privilegiar la literatura de calidad, la editorial se volcó en la poeta para difundir sus libros en español, a pesar de las pérdidas comerciales.
Precisamente cuando Pre-Textos estaba en condiciones de comenzar a rentabilizar su apuesta literaria tras la concesión del Nobel a Glück, el agente de la autora estadounidense, Andrew Wylie, decidió romper con la editorial española argumentando que los contratos habían caducado desde junio.
Entonces Pre-Textos pidió actualizarlos, pero los representantes de la poeta respondieron con evasivas, con maniobras de distracción según los afectados, porque ya estaban contactando con otras editoriales.
En plena crisis sanitaria no hubo posibilidad alguna de renegociar el convenio, a pesar de la fidelidad mostrada por Pre-Textos durante casi tres lustros, en los cuales llegó a publicar siete títulos de la poeta.
La poderosa agencia literaria con sede en Londres, sin ofrecer alternativas, también pidió a la editorial valenciana que paralizara de inmediato la venta y reimpresión de las obras de Glück.
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La pérdida de los derechos ha sido un mazazo inesperado para una editorial modesta, que batalla a diario con uno de los géneros literarios más difíciles de divulgar, como es la poesía. En cualquier caso, la decepción de Pre-Textos se debe más al comportamiento avasallador de la agencia literaria que a las cifras económicas, ya que las obras de Glück, con tirajes menores a los mil 500 ejemplares, apenas habían incrementado sus ventas tras recibir en octubre el máximo galardón literario.
Ante los hechos consumados, los responsables de la editorial lamentan que 14 años de lealtad literaria a la autora, con siete libros de Glück publicados primorosamente de sus once poemarios, lo que no tiene parangón en ningún otro editor europeo, no hayan servido absolutamente para nada.
“No nos han dado ni siquiera derecho al tanteo, lo que nos parece doloroso y doloso porque ahora, que es cuando podemos resarcirnos un poco, nos dicen que han vendido los derechos y que destruyamos los libros que tengamos de ella. De repente nos hemos convertido en unos villanos”, señala a EL UNIVERSAL Manuel Borrás, director literario de la editorial española.
"El problema, sospechosamente, no comenzó antes de la concesión del Nobel a Glück, sino justo después. Pre-Textos resulta ser la editorial ideal para esa autora hasta que le dan el premio. Creo que lo que está en juego es la codicia. No sólo rompieron el vínculo, sino que nos pidieron que nos deshiciéramos de los libros publicados con anterioridad”, agrega.
“Lo que nos afecta moralmente es la incidencia de la autora, si la hay, porque no sé lo que le han contado. Pero tampoco es tonta y si la hemos llevado durante 14 años sin problemas, cómo es posible que se plantee justo ahora el problema. Glück no se ha puesto en contacto con nosotros y eso es lo que más nos pesa. Es muy decepcionante”, dice el directivo.
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La editorial descarta acudir a los tribunales para resolver el litigio, ya que se considera una empresa discreta, sin ningún afán de protagonismo.
“Creemos en la causa de la literatura y en el carácter ecuménico de la poesía y la defendemos a capa y espada, aunque perdamos dinero como en el caso de Glück. No contemplamos la vía judicial, ya que nos supondría un fuerte desgaste emocional. Sencillamente no está en nuestro carácter”, indica Borrás.
“Insisto, lo único que pretendemos es resarcirnos. Pero la agencia no quiere. Imagino que nos mandarán un apercibimiento judicial. Si los libros no se han vendido, puede que acaben quemándose, si así lo decide un juez. Pero si llega ese día, buscaré a la prensa para que dé testimonio de esa atrocidad”, advierte el director literario.
Pre-Textos está recibiendo un tsunami de solidaridad a nivel mundial, sobre todo de editoriales, bibliotecas, traductores, escritores y periodistas culturales.
“Las muestras de apoyo han sido muchas y espontáneas. Se originaron en Latinoamérica, en Buenos Aires, y luego en otras capitales, incluida Ciudad de México, y de ahí al resto del planeta. Estamos recibiendo ahora, en reciprocidad, esa relación amorosa que como editorial hemos mantenido con Latinoamérica desde hace 45 años”, dice Borrás.