Cada año se celebra el Grito de Independencia con fiesta, comida, música y juegos pirotécnicos, pero hay detalles de esa época que pocos conocen, como el tipo de monedas en circulación durante el conflicto.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recordó los metales que se acuñaron durante dicho periodo. Explicó en su publicación mensual Proteja su Dinero que los peligrosos caminos obligaron a muchas personas a enviar sus riquezas al exterior para evitar exponerlas, mientras que otras las atesoraban o escondían.

El órgano regulador mencionó que por esta razón, el bando insurgente acuñó sus propias monedas para pagar a sus tropas, realizadas con medios rudimentarios, por no contar con plata suficiente, por lo que estas piezas fueron muy pocas. Existieron monedas de cobre ordenadas por el insurgente José María Morelos y Pavón que equivalían a promesas de pago, es decir, se canjearían por su valor grabado, en plata u oro, cuando la Independencia triunfara, esto representó la introducción al país de una moneda fiduciaria.

Reseñó que estas piezas se realizaron con las barras de plata que Morelos encontró cuando tomó Oaxaca el 25 de noviembre de 1812. Finalmente, se encontraban las monedas de la Junta de Zitácuaro, que se acuñaron en sustitución de los metales coloniales, las primeras se fundieron en plata en 1811 y 1812 con la denominación de ocho reales.

La Comisión recalcó que una característica de las acuñaciones de la Junta de Zitácuaro es que aparecieron por primera vez los elementos que se volvieron representativos de la nacionalidad mexicana, como el águila (aunque coronada) parada en un nopal.

sc

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