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Expertos del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (Cnyn) de la UNAM, campus Ensenada, colaboran en el diseño de una pintura a la que se le agrega componentes que actúan como recubrimiento para la restauración de monumentos históricos y vestigios arqueológicos.
El estudio, que emplea nanomateriales antimicrobianos sintetizados en la pintura, se realiza en colaboración con el grupo de restauración del Instituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH ), dijo el investigador del Cnyn, Alejandro Huerta Saquero. “Uno de los principales problemas en la restauración de monumentos históricos es el daño causado por microorganismos, llamado biodeterioro”, apuntó.
En entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Huerta Saquero explicó que el desgaste es porque las rocas sirven de sustrato para la colonización de microorganismos, que al quedar expuestas al ambiente, la proliferación de éstos se incrementa.
Agregó que este tipo de fenómenos se observa de manera especial en el sureste de México, como Campeche, Yucatán, Chiapas, donde hay una gran cantidad de ruinas o vestigios y la reproducción de los microorganismos aumenta debido al clima. También refirió que de forma periódica el equipo de restauración del INAH lleva a cabo las tareas de limpieza en vestigios, para después aplicar recubrimientos.
Sin embargo, destacó que durante esta labor se han usado materiales que a largo plazo resultan contraproducentes, pues no resuelven el ataque de bacterias, al tiempo que las propiedades de los elementos son diferentes a las del material original. “La roca se debilita y se erosiona con facilidad, se empieza a desmoronar”, apuntó el investigador.
Para el desarrollo del recubrimiento, los especialistas utilizaron una pintura orgánica como base, mezclada con diferentes concentraciones de nanomateriales sintetizados, la cual fue empleada en rocas de interés para el INAH. “El principio activo, el antimicrobiano, son nanocompósitos que contienen nanopartículas de plata, uno de los elementos más tóxicos para los microorganismos”, expuso.
El especialista subrayó que las primeras pruebas, hechas en cámaras de ambiente controlado, arrojaron que los nanomateriales empleados presentan una efectividad considerable para evitar la proliferación de microorganismos en rocas. “Muy pronto vemos que en las rocas que no tienen tratamiento empiezan a crecer microorganismos, y en las rocas que tienen tratamiento, se mantienen sin crecimiento durante un tiempo mucho más prolongado”, resaltó.
En las pruebas fueron empleadas cianobacterias, que por lo regular aparecen en monumentos históricos, además de hongos que están presentes por la afluencia de personas junto a los vestigios. El científico comentó que el siguiente paso en la investigación será presentar los resultados a los restauradores, para que den su opinión respecto a la factibilidad de realizar pruebas in situ con la pintura diseñada.
sc