Diego Prieto, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, empezó el año de la manera menos popular posible. Según el funcionario, son “inquietudes infundadas” las reacciones que hubo después de que se hizo público el oficio del Instituto de no recontratación del personal eventual, incluido el de la ENAH. Basta revisar el oficio —lo leyeron investigadores, estudiantes, maestros y cientos de personas— para darse cuenta de que muy claro establecía que “a partir del 1 de enero de 2022 no deberá convocarse a laborar a ninguna persona que haya estado contratada como personal eventual al 31 de diciembre de 2021”. Tanta confusión generó el INAH que mejor tuvo que entrar el vocero de la Presidencia a prometer aquí y allá: que nadie será despedido, que los eventuales que laboraron en 2021 serán recontratados —al igual que los profesores de asignatura—, en fin, que también los que prestan servicios por honorarios y los capítulo 3000 trabajarán como en 2021. Y dice don Diego que pronto irá a la ENAH a platicar con compañeros, maestros y estudiantes. Seguro todos lo estarán esperando con los brazos abiertos.
¿Movimientos en Cultura de la CDMX
Nos cuentan que quienes también están muy inquietos por su futuro laboral son los talleristas, promotores y personal de los Faros y los centros comunitarios de los programas de cultura y sociales de la CDMX quienes, aseguran, en tres años han atendido a más de un millón 300 mil personas. Promotores y talleristas están confundidos porque algunos coordinadores les dijeron que estos programas se iban a la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación. Aunque en Cultura de la Ciudad nos dicen que no hay ninguna iniciativa para tal modificación, los talleristas no están tranquilos, no sólo por aquello de que “cuando el río suena...”, sino porque hace semanas se anuncian cambios en Cultura Comunitaria y otras altas áreas de la Secretaría de Cultual local.