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El director del Museo Reina Sofía , Manuel Borja-Villel prepara una transformación radical de la colección de la pinacoteca española que dirige desde hace diez años. El objetivo es cambiarlo todo, o casi todo, porque el Guernica “no se toca”, dice en una entrevista con Efe.
Hace diez años de la anterior transformación, la que emprendió cuando estaba recién llegado a la dirección del museo. Han pasado “tantas cosas” desde entonces, que parece como si se hubiera dejado atrás “la edad de piedra”, asegura.
Llegó el momento de componer “un nuevo relato” para el Museo Reina Sofía, que hasta ahora acababa en los ochenta.
Foto: EFE/Chema Moya, archivo
Lo nuevo que llega al Museo Reina Sofía
Dentro de unos meses su recorrido incluirá temas como la arquitectura , una mirada a Latinoamerica , el ecofemenismo , el exilio -con el que España “tienen una deuda pendiente”-, la era de Trump y, cómo no, la pandemia .
La parte dedicada al exilio es en la que más se explaya y la más poliédrica de todas, fue una cuestión fundamental del siglo pasado y lo sigue siendo de este: “Es una asignatura pendiente para este país. Están los españoles que se ven obligados a ir a Francia o la URSS con la Guerra Civil , pero también los exiliados latinoamericanos que décadas después vienen aquí, y luego están todas las migraciones en el mundo en los últimos años”.
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Muchos autores saldrán, otros nuevos entrarán, “no vamos a poder poner a todos”, se disculpa por adelantado. Muchas de ellas serán mujeres, como Louise Bourgeois , Las Sinsombrero o Ángela Meritopoulos, que contará con una instalación sobre las migraciones.
Retrato de Louise Bourgeois. Foto: AP Photo/Guggenheim Museum, Raimon Ramis, archivo
Diego Rivera forma parte de la "revolución"
Casi todas las nuevas piezas, saldrán de los fondos del museo y de las donaciones que la pinacoteca ha ido recibiendo a lo largo de los últimos años: “Los fondos son limitados, hay determinadas obras que no son nuestra guerra, por eso nos hemos interesado por otras menos obvias, pero muy importantes”.
De entre todas, destaca una pieza de Diego Rivera , que no es lo que se espera de este artista. Un grabado de pequeño formado “pero esencial” para el nuevo recorrido, “Vasos Comunicantes”. El artista lo dibuja en homenaje a Bretón y en él muestra su reacción al orden artístico establecido.
La revolución ya comenzó, alguna sala ya se modificó, como la del Equipo Crónica. Los cambios afectarán a seis plantas y los cambios se irán presentando poco a poco. La meta final es noviembre de este año, “si la pandemia lo permite”.
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Entonces ya estarán terminadas las 22 estancias que se encuentran en plena construcción y se podrá presentar el resultado final.
“Son seis plantas. Puede pasar que alguna sala que ahora se presenta, se cambie de nuevo”, advierte.
Foto: Archivo
Aires de cambio, entre detractores y seguidores
Habrá muchos otros hitos en el recorrido además de los mencionados: el 15M (también conocido como el movimiento español de los indignados), la Expo 92, la Documenta del 82, la ecología, el colonialismo o la crisis de los cuidados.
“Siempre nos han acusado de ser un museo demasiado discursivo”, pero muchos de los temas que han tocado en su discurso, han cogido una fuerza brutal en los últimos años", reivindica su director.
Sabe que tiene sus detractores, pero también sus fieles seguidores. El museo adquirió peso a nivel internacional, y él entró con fuerza en 2018 en la lista de personalidades más influyentes del mundo del arte (en el número 51) por su "radical" propuesta para el centro de arte madrileño.
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Su objetivo para la nueva transformación, que seguro también será considerada radical, es clara y concisa: “Que el museo sirva para entender un poco mejor el mundo loco que nos ha tocado vivir (...) Le dará a la colección un protagonismo, una forma de entenderse y un sentido mayor en la época actual”.
El futuro que depara a la dirección del Museo Reina Sofía
Estaba trabajando en ella desde antes de que llegara la pandemia, y aunque no cambió la línea de lo que pensaba hacer, la crisis sanitaria le hizo tener más “perspectiva” y que cojan fuerza una serie de temas en las que ya venía trabajando.
¿Ahora que le quedan solo dos años de mandato siente la libertad de hacer más lo que le dé la gana?
“Mira que ha habido momentos ‘complicaditos’, como las cerillas y algún otro, pero nunca he recibido presiones, nunca nadie me ha dicho nada”, responde el director en referencia a la denuncia de una asociación cristiana por la exposición de una caja de cerillas con la inscripción “La única iglesia que ilumina es la que arde. ¡Contribuya!”.
“Este museo tiene una identidad muy marcada, pero también es un museo muy querido, eso es difícil de conseguir”, dice su director.
No tiene ni idea de qué hará dentro de dos años, cuando se acabe su tercer mandato y alcance los 15 años al frente del museo. “No sé cómo, ni dónde, ni cuándo, pero seguro que estaré creando relatos a partir de las obras, lo mismo que ahora, solo espero que además, siga siendo divertido”.
fjb