Más Información
Diputadas celebran a emprendedoras; reconocen a la doctora Araceli Alonso, incluida en las 100 mujeres líderes
Yasmín Esquivel defiende la reforma judicial en Con los de Casa; alejado de la realidad pensar que es una venganza política, afirma
Elección judicial: Aspirantes a cargos comparten carta de motivos y hasta currículum; “Justicia no debe ser inaccesible”, afirman
Niño de 3 años toca “la campana de la victoria” por vencer al cáncer; recibió quimioterapias en el IMSS
Tres de cada 10 estudiantes es víctima de violencia en planteles; exigen reforzar medidas de seguridad
El hallazgo de seis niños sepultados entre los años 800 y mil, en aparente sacrificio para acompañar a la momia de Cajamarquilla , en la periferia de Lima, ha abierto nuevos interrogantes para los arqueólogos , que sospechan que se trata del sacrificio masivo de niños más antiguo jamás descubierto en Perú .
En los exteriores de la pomposa tumba en la que reposaba la momia de un hombre preincaico de clase alta, los arqueólogos encontraron el pasado jueves cinco sepulcros con los cuerpos de seis niños, envueltos en fardos de algodón.
Junto a ellos había vasijas y esqueletos dispersos, en mal estado y con indicios de violencia, que corresponden a siete adultos, al menos tres mujeres, y se identificó también el cuerpo de un séptimo niño, que aún no ha sido excavado.
Fotos: AP Photo/Martin Mejia
Los sacrificios de niños en las culturas prehispánicas
Los arqueólogos a cargo de la investigación, Yomira Huamán y su profesor Pieter Van Dalen, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, manejan la hipótesis de que estos entierros fueron sacrificios para "acompañar a la momia en su paso hacia el mundo de los muertos " y que los cuerpos podrían pertenecer a las esposas, hijos o sirvientes del hombre.
Lee también:
"Hemos visto que hay algunos (cuerpos) que presentan sacrificio. Muchos de ellos están con partes cortadas y otros en posición fetal hacia adelante", explicó a Efe Huamán, quien vive cerca de Cajamarquilla y siempre había soñado con indagar sobre este gigantesco sitio arqueológico, rodeado de humildes asentamientos brotados tras la desbordante expansión urbana de la capital peruana.
Los registros de sacrificios de niños en civilizaciones antiguas son numerosos en Perú, como los del ritual de la Capacocha, que en la época inca los hacía en honor a las montañas sagradas, pero "esta es la primera vez que se están encontrando evidencias de sacrificios de niños en masa en periodos tan antiguos como es del año 800 al año mil después de Cristo", reveló a Efe Van Dalen.
Foto: AP Photo/Martin Mejia
En aquella época, la cultura huari dominaba los Andes peruanos, pero los arqueólogos sospechan que los cuerpos enterrados en Cajamarquilla serían más bien de pobladores de la zona que "habrían provenido de la sierra de Lima y lograron cierto estatus en base a la actividad comercial" que se desarrollaba en el sitio.
De este complejo urbano, que se extiende por cerca de 170 hectáreas, apenas se sabe que es la ciudad de barro prehispánica más grande de Perú después de Chan Chan, la capital del imperio chimú, que dominó la costa norte del país antes del apogeo de los incas.
Los recientes descubrimientos confirmarían que Cajamarquilla fue un importante punto de intercambio comercial entre la costa y la sierra andina, en el que convivieron entre 10 mil y 20 mil personas de distintas nacionalidades étnicas preincaicas.
Fotos: AP Photo/Martin Mejia y EFE/ Paolo Aguilar
Los hallazgos arqueológicos de Cajamarquilla
La joven Huamán empezó las investigaciones en ese complejo arqueológico en 2019, pero las excavaciones no iniciaron hasta octubre de 2021 como parte de su tesis para licenciarse.
Apenas un mes después, los arqueólogos hallaron la momia de un cuerpo enterrado de manera meticulosa, inmovilizado con cuerdas, en posición fetal, y con las dos manos tapándose el rostro cadavérico, al estilo del famoso cuadro "El Grito" de Edvard Munch.
Foto: Guadalupe Pardo / AFP
Lee también:
En aquel momento estimaron que se trataba de un hombre de estatus social alto, de entre 18 y 22 años cuando murió, pero los últimos estudios apuntan que más bien sería un hombre entre los 35 y 40 años que tenía una deformación craneana y habría sido momificado entre los años 800 y mil.
Los cuerpos supuestamente sacrificados de quienes podrían ser sus familiares o sirvientes ratificarían las sospechas iniciales de que era alguien que ocupaba un rango social alto, que hasta podría haber asumido un rol de autoridad.
Foto: Guadalupe Pardo / AFP
Los arqueólogos esperan ahora obtener del Gobierno peruano nuevos permisos de excavación para seguir desvelando los secretos que esconde Cajamarquilla, un complejo ubicado a unos 21 kilómetros del centro histórico de Lima, convencidos de que es "muy posible" encontrar más cuerpos de periodos anteriores.
fjb