Más Información
Osiel Cárdenas, exlíder del Cártel del Golfo, recibe auto de formal prisión; enfrentará juicio por homicidio
Jóvenes mexicanos pasan más de 2 mil horas al año en el teléfono; OCDE alerta sobre su impacto en la salud mental
Sergio Gutiérrez Luna destaca aprobación de 25 reformas en la 66 Legislatura; "Un logro histórico para la 4T", señala
Secretario de Agricultura reafirma defensa del maíz blanco; "Seguiremos apoyando la producción nacional no transgénica", afirma
¿Maíz transgénero? Rubén Rocha corrige desliz durante discurso en Sinaloa; destaca importancia del maíz blanco
Sheinbaum asegura apoyo total a Sinaloa para enfrentar violencia; "Nunca los vamos a dejar solos, aquí está la presidenta"
Ayer inició el ciclo de conferencias “La arqueología hoy” en El Colegio Nacional con la ponencia de la historiadora Ann Cyphres, denominada “Las cabezas colosales olmecas”, en la expuso nuevos hallazgos respecto a estas piezas.
La investigadora y especialista del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM hizo referencia al descubridor de la primera cabeza olmeca, José María Melgar y Serrano, quien relacionó a éstas con un posible origen en África. Aunque la realidad es que hasta el día de hoy no se han encontrado objetos importados de ese continente en zonas olmecas ni algún rastro de ADN africano en los entierros descubiertos en los sitios que ocupó esa cultura mexicana.
Estudios realizados por el investigador Enrique Villamar Becerril dan cuenta de que las estructuras forman parte de una civilización concebida en América y no en África, como lo señalaba la teoría de Melgar y Serrano, expuso la investigadora de la UNAM.
San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes son los sitios donde se tiene registro de las 17 piezas existentes y características de esa cultura, pero de acuerdo con Ann Cyphres, el registro del sistema político sucedido por gobernantes hereditarios en San Lorenzo lo hacen el símbolo de superioridad para ser la capital.
La cultura olmeca sometía a su pobladores a modificaciones craneofaciales, estas alteraciones se manifestaban en las siguientes facciones: nariz ancha, boca con comisuras hacia abajo y estrabismo bilateral convergente. Por lo tanto estas cabezas gigantescas eran los retratos de los altos estratos políticos ancestrales, indicó Cyphres.