La historiadora y filósofa dejará, el próximo 17 de septiembre, la rectoría de la Universidad del Claustro de Sor Juana tras 33 años al frente. Dice en entrevista que se va en plenitud y para impulsar un proyecto de alfabetización de la población mexicana, y la consolidación de la Fundación Rafael Tovar. Reconoce que no le gustó que esta administración les quitará el apoyo desde el Conacyt, y que han comenzado a establecer diálogos con las nuevas autoridades. Sin embargo, eso es parte de los retos del nuevo rector, el politólogo e historiador Rafael Tovar.

¿En qué nivel académico deja El Claustro?

Cuando llegué en 1991 había dos licenciaturas, hoy tenemos 10, tres maestrías —a punto de la cuarta—, tenemos un programa de educación continua vastísimo, el 96% de los estudiantes cursan programas acreditados. La institución está acreditada por CIEES, es universidad , acabamos de terminar el proceso de ingreso a ANUIES, estamos esperando la resolución. Si nosotros decimos que somos una institución de excelencia es porque los indicadores de calidad se cumplen y acreditan. Tenemos casi mil 500 estudiantes.

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Foto: Gabriel Pano | El Universal
Foto: Gabriel Pano | El Universal

¿Cuál es la crítica que hace a la educación en México?

Para mí, la educación debe conciliar la libertad individual con la justicia social, tenemos que formar seres humanos que sean conscientes del privilegio que tienen en un país como este: llegar a la universidad. Me preocupa que sigue habiendo más de 6 millones de analfabetas, mexicanos que no saben leer ni escribir y habemos instituciones de educación superior con jóvenes que podrían hacer servicio social alfabetizando. La Universidad del Claustro fue la primera en firmar un convenio con el INEA.

¿Debería ser política pública?

Tiene que ser una política pública. Lo platiqué con Chuayffet, lo platiqué con Moctezuma, lo platiqué con Lujambio, lo he platicado con cada secretario de Educación. Aparentemente ahora la Universidad Pedagógica tiene un programa en ese sentido. Tenemos que pensar la educación como un programa integral para la mejora completa de toda la sociedad.

¿Ve usted disposición de las autoridades?

Espero que sí, espero que nos vayamos sensibilizando. No hay una sola cultura, no hay una sola identidad. Hay que tener disposición y pensar que sí podemos crear palabras comunes, tenemos que aliviar el desgajamiento social, la polarización y para eso tenemos que partir de la buena voluntad.

¿En qué discrepa de las acciones en materia educativa de esta administración?

Hay que abrir el diálogo, propiciar más escucha y no centrarnos en nuestras propias verdades o propios intereses, ver qué es lo que nos conviene más como país. Suena a romanticismo decimonónico, pero no puedo no creer en eso, eso le ha dado sentido a mi vocación, hablar del bien común. Estamos en este barco todos juntos, estamos acá trepados todos, ¿quién se quiere ir de este país? Yo no, aquí están enterrados mis muertos, aquí nacieron mis hijos, aquí voy a estar, aquí es donde mi vida tiene sentido.

¿Qué opina de los cambios a los libros de educación básica?

La educación básica es el pilar, no hay que olvidarnos de materias fundamentales como el civismo, el arte, por supuesto matemáticas, pensamiento crítico, lógica y cuestiones de cultura y aprendizaje nacional.

¿El Claustro ha sido atacado?

En ningún momento se sintió amenazado o agredido. Nos quitaron el apoyo de Conacyt, como a las demás instituciones. No me encantó, pero hay que entender de dónde vienen las decisiones. Hay que aprender a escuchar.

¿Sigue usted creyendo en la educación como un acto de esperanza y de libertad?

Tengo esperanza, soy una mujer que cree que hay que seguir dando la batalla, es lo que nos toca, hay que seguir luchando por el país, no desde la soberbia de tener la verdad, sino desde la capacidad de escucha.

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¿El diálogo podría ser el llamado a las autoridades?

Sí, y a la sociedad en general. Tenemos que tener disposición a escucharnos y a pensar en la comunidad, en la sociedad.

¿Ha buscado a la doctora Rosaura Ruiz?

Tuvimos una muy interesante reunión de rectoras hace un mes y cachito en El Colegio de México con la doctora Rosaura Ruiz, habíamos tres instituciones particulares, el resto eran universidades públicas con problemáticas distintas. Nos presentamos, platicamos un poquito de quienes somos, de nuestra comunidad y nuestra institución, y mostramos el deseo de sumarnos a las tareas de educación superior, a la revisión de la Ley General Educación Superior, en fin, sumarnos para trabajar por la educación superior.

¿También sobre los apoyos que perdieron con Conacyt?

Eso es algo que tendrá en algún momento que replantearse, repensarse y ver qué conviene

¿Han buscado al secretario Mario Delgado?

También hubo una reunión en Flacso unas semanas después, yo fui un rato, tenía un evento aquí en el Claustro; escuché al doctor Concheiro, muy interesante, nos platicó conclusiones a las que llegó después de su gestión. Ya no pude ver a Mario Delgado, pero se reunieron y quedamos en que en la reunión de este jueves y viernes platicaríamos sobre las conclusiones de estas dos reuniones.

¿Se ha reunido con la presidenta electa Sheinbaum?

La he saludado. Aquí en el Claustro realizó su reunión de agradecimiento con las mujeres, porque es un espacio simbólico, yo desgraciadamente no pude estar, estaba viajando, pero sé que fue una reunión muy enriquecedora, y organizada por las comunidades de mujeres que han acompañado los programas a favor de la mujer, en contra de la desigualdad y la violencia.

¿Se va del claustro o acompañará al doctor Rafael Tovar?

Dejo la rectoría. Uno no se va del todo de los lugares donde uno ha estado. Estaré como consejera en la asamblea de asociados e impulsando dos proyectos que me interesan mucho: el programa de alfabetización y la Fundación de Rafael Tovar para que la cultura sea un eje en el desarrollo del país. La Fundación está creada, requiere de la consolidación del grupo de gente a cargo para el apoyo de proyectos culturales y artísticos. Tengo dos pendientes personales: terminar mi doctorado en Filosofía y quiero escribir, estoy empezando a escribir un libro sobre el convento de San Jerónimo, y me gusta pintar, quiero aprender a pintar de verdad, quiero tomar clases de pintura, quiero tomar mis clases de filosofía, quiero dar clases. Este Claustro salió adelante gracias a los amigos, a Octavio Paz; él escribió la Oración fúnebre para los 300 años de Sor Juana; a Fernando del Paso, Griselda Álvarez, Juan Soriano, Teodoro González de León, Alejandro Rossi, quienes de manera muy generosa me ayudaron a darle una nueva vida al Claustro, a hacerlo un centro cultural.

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¿La próxima semana inicia una nueva época?

Lo que a mí me interesaba y al Consejo universitario le interesaba es que se garantice la filosofía institucional, que el núcleo inspiracional del Claustro siga, que Sor Juana siga, que la búsqueda de la verdad siga, la promoción de la libertad, la libertad de cátedra, de pluralidad, creo que con Rafael esto va a continuar, lo hará a su manera y con nuevos programas y nuevos retos. Tiene las cartas académicas, tiene dos licenciaturas, en Relaciones Internacionales y Ciencia Política, una maestría en Historia, un doctorado en Filosofía política y hace 10 años hizo su tesis sobre la presencia de las mujeres en la política mexicana. Ha trabajado 12 años en la Universidad, y desde 2016 está en la Vicerrectoría institucional; estoy contenta, estoy tranquila, un poquito triste, pero estoy en paz. Creo que ya di lo mejor que pude dar. Hay que irse en plenitud y teniendo ilusión con el cierre de la vida, eso me da gustito, y disfrutar a mis nietos.

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