“Por supuesto que falta presupuesto en el INAH. El Instituto ha tenido insuficiencia presupuestal desde hace décadas, desde los años 90 ya se denunciaba con mucha vehemencia y hasta ahora la situación se ha agravado, porque en lo general pareciera que cada año el INAH recibe más, si vemos factores como el crecimiento de la economía y la inflación, proporcionalmente recibe menos. Además es una institución que ha crecido no sólo en tamaño sino en obligaciones y cada vez tiene menos presupuesto para poder cumplir cabalmente estas funciones”, señala Gustavo Ramírez, arquitecto y restaurador del Centro INAH Tamaulipas, quien comparte que en más de una ocasión ha puesto de su dinero para poder continuar con sus labores.
El año pasado, el INAH tuvo un presupuesto de 3 mil 820 millones de pesos y ahora, para este año, 4 mil 11 millones de pesos. Sin embargo, Ramírez señala que no es suficiente por el déficit presupuestal al interior del Instituto, situación que su director, Diego Prieto, ha reconocido en más de una ocasión y ha dicho que el déficit es de cerca de mil millones de pesos.
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La ausencia de presupuesto, dice Silvia Loza, quien trabaja en el Instituto desde hace 32 años —y es integrante del Sindicato Nacional de Trabajadores Administrativos, Manuales, Técnicos y Profesionistas— es perceptible en el día a día, pero sobre todo en el caso del Museo de las Culturas del Norte, en la Zona Arqueológica Paquimé, Chihuahua, que está cerrado desde 2018, pues no se le han destinado recursos para atender las filtraciones que se le generaron en el techo derivadas de lluvias.
Gustavo Ramírez engloba todas las afectaciones por falta de presupuesto en cuatro puntos: insuficiencia para el cumplimiento de las funciones básicas, entre ellas la atención a denuncias por presuntos daños al patrimonio; insuficiencia para el desarrollo de los proyectos de investigación y mantenimiento, conservación y restauración de monumentos de largo plazo; insuficiencia para cumplir en tiempo y forma con el pago de sueldos, incrementos salariales y prestaciones de todos los trabajadores; e insuficiencia para el mantenimiento y conservación de los monumentos, infraestructura y red de museos que tiene el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En algunos de esos puntos, enfatiza el arquitecto, la situación se agrava porque para poder acceder a los recursos, se deben atravesar nuevos filtros burocráticos: “De acuerdo con las nuevas instrucciones de las autoridades, ahora se tiene que notificar con cinco días de anticipación que se van a realizar inspecciones para que el Instituto pueda dotar de gasolina y viáticos a quien lo va a realizar, pero esto es tardado porque cuando hay dinero, tiene que ser autorizado desde la Ciudad de México, sin importar en qué parte del país estés”, cuenta.
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Investigación en vilo
El Instituto Nacional de Antropología e Historia es una institución con centros en todos los estados del país y, por ello, la falta de recursos también se resiente en todo el territorio y desde diferentes áreas, como lo explica el arquitecto Luis Ojeda, del Centro INAH Quintana Roo.
Aunado a ello, indica Luis Ojeda, en el Instituto hacen falta “200 plazas nuevas de la rama de Arquitectura para la debida atención de los monumentos y zonas de monumentos históricos en el territorio nacional”.
Otro proyecto afectado es el de la “Propuesta de conservación de los relieves escultóricos de la Banqueta sur de la Estructura 4 de la Gran Acrópolis de la zona arqueológica de Comalcalco”, que fue aprobado por el Consejo de Arqueología desde 2014 y desde entonces ha sido anualmente recalendarizado y “en consecuencia el patrimonio arqueológico continúa deteriorándose desde hace 121 meses”.
Un tercer proyecto es el “Miguel Cabrera en el Museo Nacional del Virreinato”, que tuvo un presupuesto aprobado de 19 mil 720 pesos para realizar radiografías sobre algunos óleos; aunque si bien “este proyecto no se canceló, los recurso no fue ministrado en el trimestre solicitado ni posteriormente, por lo cual no se realizaron las radiografías”.
4 mil 11 millones es el presupuesto del INAH en 2022; en 2021 fue de 3 mil 820 millones; para los especialistas, el aumento es insuficiente.
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