Más Información
Señor Director:
Envío esta carta para responder al artículo de opinión que apareció en el periódico El Universal del día 2 de enero del 2021, intitulado “Otra vez los tlaxcaltecas” de Ángel Gilberto Adame. Véase:
El artículo trata del papel que ha desempeñado la cultura bajo la administración del gobierno de México durante la pandemia, particularmente de “las instituciones culturales oficiales”. Dentro de éstas incluye, en uno de sus párrafos principales, la situación de la Biblioteca Nacional de México bajo la responsabilidad de la UNAM. El autor lamenta que la BNM no cuente con la digitalización de gran parte de las colecciones que resguarda y, por tanto, éstas “han quedado enclaustrad[a]s” durante la pandemia y “sin ningún tipo de acceso”. Asimismo advierte que “no sorprende que en tiempos de emergencia la institución haya cerrado sus puertas hasta nuevo aviso”. El artículo termina lamentando que muchos de los archivos y bibliotecas personales de autores fundamentales de la cultura mexicana, tales como Octavio Paz y Elena Garro, no hayan quedado en la UNAM o en la BNM y se vendan a otros repositorios del mundo, particularmente, a los de las universidades norteamericanas.
Sin olvidar que, efectivamente, nos hace falta una política nacional de compra, adquisición de bienes y acervos patrimoniales, que asegure su permanencia en México por instituciones nacionales patrimoniales mediante la garantía de su inmediata preservación y la difusión en línea, el autor, claramente, desconoce las complejas dinámicas y los intereses económicos que intervienen en esas ventas de archivos y bibliotecas personales. Asimismo el autor parece desconocer la situación general de las Bibliotecas en el mundo, en general, y de las nacionales en particular. La inmensa mayoría de éstas han cerrado sus puertas "hasta nuevo aviso" cuando se han presentado altos porcentajes de contagios. Por otro lado, todas las bibliotecas han hecho un gran esfuerzo para digitalizar sus colecciones y ponerlas al servicio de los usuarios, en la medida de sus posibilidades. (Invito al autor del artículo a que se asome a nuestra pagina de internet http://www.bnm.unam.mx para que explore el tipo de servicios que ofrecemos). Así lo hemos realizado en la BNM con resultados si no satisfactorios sí alentadores. En cuanto a recursos digitales contamos con una reagrupación de colecciones, nuevos servicios en línea, nuevas colecciones temáticas, cursos y fomento a la lectura en línea, además de la página y catálogo del Fondo Rafael Heliodoro Valle. El autor de la nota en cuestión no se refiere, por ejemplo, a los casi 8 millones de imágenes que la Hemeroteca Nacional Digital de México ofrece en línea y por supuesto no menciona los 2.5 millones de imágenes de la Biblioteca Nacional Digital. Esta oferta con novedades como la liberación de más de 80 mil imágenes de periódicos y revistas digitalizadas durante estos meses de la pandemia ha incrementado el número de visitas a la BNM.
Ahora bien, en el caso de la Biblioteca Nacional Digital de México, ciertamente estamos lejos de contar, como sí cuentan otros países, con la digitalización de gran parte de nuestras colecciones bibliográficas pero no porque no hayamos buscado soluciones para continuar con los proyectos estratégicos que incrementen la digitalización acorde con los tiempos sino porque la situación de riesgo de contagio sigue siendo muy alta y porque para la realización de labores de ese tipo se requiere de personal especializado que prepare las condiciones de digitalización de los materiales.
Sin embargo, a pesar de este panorama adverso, no nos hemos detenido en la planeación escalonada de nuevos servicios que, entre otras cosas, incluyen nuevas digitalizaciones con el objeto de recuperar el máximo posible de nuestras colecciones dentro de la Biblioteca Nacional Digital. Asimismo se tiene contemplado comenzar con una digitalización que pueda estar controlada por técnicos académicos dispuestos a cooperar durante la pandemia para agrupar y digitalizar parte de fondo contemporáneo que puede ponerse a disposición del público mediante el acceso abierto.
La UNAM y la Biblioteca Nacional de México reconocen su responsabilidad de ofrecer cada día mejores servicios de información basados en el registro profesional y la difusión de su rica tradición escrita e impresa para beneficio de toda la sociedad mexicana y del mundo.
Director de la Biblioteca Nacional de México y del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM
Respuesta del columnista:
Agradezco la atención prestada por el doctor Pablo Mora Pérez-Tejada, director de la Biblioteca Nacional de México y del Instituto de Investigaciones Bibliográficas, a mi artículo “Otra vez los tlaxcaltecas”. Recibo con agrado que el doctor coincida con las carencias digitales de la institución, que hemos padecido miles de sus usuarios, incluso desde antes de la pandemia, quizá porque dentro de la numerosa burocracia que trabaja en un lugar que es responsable de manejar archivos de trascendencia, no existe “personal especializado que prepare las condiciones de digitalización de los materiales”, lo que durante años ha ralentizado ese indispensable proceso de modernización.
Ojalá que esta coincidencia sirva para concretar y avanzar en los planes que esboza el director para poner, por fin, a la Biblioteca Nacional al día, sobre todo en la circunstancia sanitaria actual, a la cual no se le ve un fin cercano.