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En el Antiguo Colegio San Ildefonso se lleva a cabo "Lápices para David Huerta", un homenaje al poeta, quien también era coordinador de la Cátedra extraordinaria Octavio Paz, que falleció el pasado 3 de octubre.
En la mesa “La Historia y estilos”, colegas y amigos, reflexionaron sobre los estilos y facetas del escritor, entre estas hay una muy poco conocida: la de David Huerta como estudiante.
Martha Lilia Tenorio, filóloga y profesora del Colegio de México, explicó en su ponencia que ella tuvo la oportunidad de conocer a Huerta como estudiante, pues fue su alumno durante seis semestres en su clase sobre la poesía de Luis de Góngora.
“Nos decíamos compas, nunca supe qué demonios bautizamos para decirnos compadres. Pero creo que ya sé, bautizamos a Góngora”, dijo.
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Tenorio cuenta que Huerta nunca se perdía sus clases, que eran todos los viernes de 10 a 13 horas. “Yo tengo una faceta de David que quizás sólo yo tenga y es que fue mi alumno. No faltaba, siempre era el primero ahí sentadito en su pupitre. Yo tenía que darle clases a David Huerta y al principio me sentía muy apabullada, pero era muy discreto, con la verdadera discreción de la inteligencia”.
Martha Lilia Tenorio contó que Huerta era un alumno muy participativo, pero que nunca opacó a los otros estudiantes, que tomaba apuntes, pero que también sabía divertirse, pues se burlaba de los ademanes que hace Tenorio al enseñar.
“Góngora no sólo fue un motivo de estudio, sino de reaprendizaje y concentración de su técnica poética”, afirmó Tenorio, quien identificó que en los poemas que escribió Huerta a partir de 2014, año en que comenzó a tomar sus clases, había influencia de Góngora, a partir de las lecciones y reflexiones que se desarrollaron en su salón de clase.
“Nunca pensé que todas las tonterías que digo en clase tuvieran estas consecuencias”, dijo Tenorio.
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El lado político de David Huerta
Christopher Domínguez Michael, crítico literario y colaborador de EL UNIVERSAL, definió a Huerta como un poeta que recorría las calles, las ciudades y también la ciudad política.
“Estaba al tanto de todo, intervino muchas veces, no siempre estuvimos de acuerdo, pero la llegada al poder del destructivo gobierno populista que nos gobierna nos acercó mucho”, dijo Domínguez Michael.
Pese a ser muy activo y crítico cuando se trataba de política, Huerta no permitía que se mezclara con su poesía, hecho que destacó Domínguez Michael.
El crítico también señaló que la poesía de David Huerta estaba llena de reflexión contemporánea, pero no una reflexión teórica, sino que desde la poesía “desgranó todas las partes del verso” para reflexionar sobre la escritura.
Por su parte, el periodista y poeta Hermann Bellinghausen señaló que Huerta fue un poeta por disposición natural y que tuvo su propia forma de transitar por la poesía.
“Podemos agradecer a su poesía que nos da siempre al David atento, generoso, fiel a la lengua, a la poesía y a las preguntas que ella le respondía para todos nosotros”, concluyó Bellinghausen.
La mesa “La Historia y estilos” estuvo moderada por Lucina Jiménez, directora del INBAL, quien declaró que Huerta “siempre fue puente, no sólo de personas que piensan distinto, sino de mundos”.