Oviedo, España.— El médico Daniel J. Drucker, el biólogo molecular Jeffrey M. Friedman, el endocrinólogo Joel F. Habener y los químicos Jens Juul Holst y Svetlana Mojsov ganaron el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica por haber contribuido con sus investigaciones al establecimiento de “las bases endocrinas de la diabetes y la obesidad, patologías prominentes que son un problema global de salud pública sin tratamiento efectivo hasta la fecha”, dijo el jurado al hacer el anuncio.
El científico danés Jens Juul Holst, en declaraciones remitidas a la Fundación Princesa tras hacerse público el fallo del jurado, considera que este galardón supone un reconocimiento a un descubrimiento que ha supuesto un “viaje realmente asombroso”.
Lee también: INAH castiga a sus escuelas con presupuestos exiguos
Además señaló estar “enormemente agradecido” por un premio que “representa un reconocimiento a la importancia del descubrimiento y posterior desarrollo del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) para las terapias de la obesidad y la diabetes”. Y que es un viaje asombroso “desde la identificación de un péptido del intestino con capacidad para estimular la secreción de insulina hasta los extraordinarios resultados actuales, en los que una eficacia sin precedentes en el tratamiento de la obesidad y la diabetes va acompañada de mejoras muy significativas de la salud y supervivencia cardiovascular, renal y cerebral”.
Otro de los galardonados, el médico canadiense Daniel J. Drucker, ha dicho también que la concesión de este galardón es “extremadamente emocionante y un gran honor”. El jurado que les ha concedido el galardón ha destacado que sus trabajos han contribuido al desarrollo de medicamentos que “están mejorando la calidad de vida de cientos de millones de personas en todo el mundo”.
Lee también: Feria del Libro de Coyoacán avanza y rinde homenajes
El jurado decidió distinguir a estos cinco líderes mundiales en el campo de la endocrinología por estar detrás del “gran avance en el tratamiento de la diabetes tipo 2” gracias al uso de la semaglutida, una sustancia que “juega un papel de contrapeso de la insulina en el equilibrio del azúcar en sangre”.