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A 16 años del proyecto de conservación de la Tumba Tebana 39 (TT39), en Luxor, el cual lidera una misión mexicana multidisciplinaria, los avances están a la vista y se comprende cada vez mejor el complejo funerario dedicado al sacerdote de Amón, Puimra, “mano derecha” de dos de los faraones más poderosos, Hatshepsut y Tutmés III , que hace más de tres mil 500 años, dieron al antiguo Egipto una prosperidad inusitada y extendieron sus límites desde el Éufrates hasta la quinta Catarata de Nubia , en el actual Sudán.
El arquitecto Manuel Villarruel Vázquez, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dio a conocer los trabajos de la temporada 2018 de esta iniciativa encabezada por la Sociedad Mexicana de Egiptología y la Universidad del Valle de México (UVM), en el Tercer Coloquio Internacional de Historia, Arquitectura, Escultura, Urbanismo y Costumbres Funerarias, se detalló en un comunicado.
Al inaugurar este evento en el Museo Nacional de Antropología, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, auguró un buen intercambio de experiencias entre los poco más de 30 expertos de México, Argentina, Chile, Colombia y Perú que —hasta el jueves 9 mayo— tratarán desde los ritos mortuorios en el antiguo Egipto y el México prehispánico , hasta el tema de la escultura funeraria y epitafios, o la protección de los panteones.
Foto: INAH
Manuel Villarruel,
maestro en restauración de sitios y monumentos, destacó el trabajo de prospección métrica y de conservación arquitectónica llevado cabo por el proyecto de la TT39 en todas sus temporadas, con la participación invaluable del INAH. En 2018, un grupo de especialistas de la institución y con apoyos técnicos de la empresa internacional LEICA y de la nacional SYSTOP, complementó la evaluación topográfica con un escáner 3D; poniendo así tecnología de punta al servicio de la conservación del patrimonio.
El coordinador de Restauración Arquitectónica de la iniciativa explicó que mediante el uso del escáner 3D Leica BLK se obtuvieron imágenes con gran detalle y definición a través de una nube de puntos. “Aunque es una técnica que se utiliza en México desde hace algunos años, pero que poco se ha explotado en los trabajos de restauración arqueológica en Egipto”, acotó.
Esta tarea fue realizada por los integrantes del Laboratorio de Imagen y Análisis Dimensional (LIAD), de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH) del INAH, y en la actualidad se está trabajando en los modelos tridimensionales de las distintas secciones que componen la tumba, “incluidos detalles como los arranques de las columnas del pórtico, ya desaparecido; el espacio generado al interior de cada una de las capillas; espesores más detallados de los muros; el santuario, el nicho y la zona de enterramiento de Puimra en la Cámara Norte”.
“Esta tecnología nos permite hacer un registro —una vez procesados los datos— que contribuye a la restitución arqueológica y epigráfica de ciertos elementos. Se hacen dibujos, se clasifican y toman fotografías de las piedras, después se digitalizan y se da paso al análisis de la posible reconstrucción de ellas. Así lo hicimos con la imagen de Puimra en el nicho de la Cámara Sur, la cual había perdido el dintel, estaba partido en dos y lo recuperamos, lo volvimos a montar tras su consolidación y logramos que la epigrafía fuera continua, permitiendo una lectura integral”.
Manuel Villarruel, director de Licencias e Inspecciones de la CNMH, anotó que se han realizado etapas de campo desde 2005, cada una con una duración de seis a ocho semanas por año. Los avances principales son: liberación de materiales de relleno y muro de contención de un camino vehicular construido sobre las cámaras funerarias; apoyo al gobierno local para la recuperación de áreas arqueológicas sobre y contiguas a la colina Khokha (donde está excavada parcialmente la tumba), retirando viviendas y conteniendo el movimiento de rellenos que ocasionaban sobrepeso al monumento funerario.
Del mismo modo fueron retirados los escombros del patio original provocados en varias décadas por derrumbes y deslizamientos desde la colina; al mismo tiempo, por la composición extractiva del conjunto arquitectónico fue necesario generar una serie de muros de contención para permitir la estabilidad de las laderas y la protección de los espacios de la tumba, en particular, el patio de acceso, en los límites sur y suroeste.
Foto: INAH
En el interior se liberaron reconstrucciones de muro hechas con adobe a inicios del siglo XX , en zonas de las cámaras con desprendimientos o donde existían túneles de saqueo, y se sustituyeron los agregados por secciones de mampostería de caliza y ladrillo recocido. Derivado de esta labor, se registraron los desemboques de los túneles de saqueo, su orientación y procedencia, con el fin de obturarlos; lo que dio lugar al hallazgo de la pieza más significativa de la TT39 : un fragmento rectangular del nicho de la Capilla Sur, que muestra la mejor imagen conservada de Puimra y Senseneb, su esposa, que había sido extraída con cincel por los saqueadores y estaba lista para ser llevada al exterior del yacimiento y vendida ilícitamente.
También fue desmantelado el techo de losas de concreto sobre el pasillo construido por Norman y Nina de Garis Davies —matrimonio que intervino este monumento en las primeras décadas del siglo XX—, y se sustituyó por otro de características similares, pero reforzado estructuralmente. La fase de consolidación estructural de los estratos y fallas en la roca, fue necesaria para asegurar la estabilidad de los espacios de la tumba ; se realizaron procesos de restitución parcial de muros y dinteles sobre las puertas de las capillas Norte y Sur, con esto, además se recuperaron las cualidades espaciales de la tumba.
En las fases subsecuentes del proyecto se contempla continuar con la consolidación estructural, el análisis para la restitución de fragmentos con relieve (y el tratamiento de restauración de los colores originales), la reintegración de elementos originales del pórtico y fachada, así como el proyecto de museografía y acondicionamiento de la tumba para protección y recepción de visitantes. El proyecto de rescate para la TT39 sigue en proceso y según lo programado concluirá en tres años.
akc