“En cuanto a construcción, se pensaba que las pirámides eran los elementos más característicos de esas agrupaciones. Aztecas, mayas, en Teotihuacán, todas esas culturas tenían pirámides, eran el proyecto de construcción de esas civilizaciones, pero ahora sabemos que antes de eso estaban esos otros sitios que eran grandes horizontalmente y no tuvieron pirámides enormes. Eso se desarrolló en San Lorenzo (Veracruz, de la cultura olmeca) y después esa forma de construcción horizontal fue adoptada en Aguada Fénix y en otros sitios. En el aspecto social, con estos hallazgos se puede plantear que esos grupos tuvieron una organización sin una desigualdad tan grande, eso cambia el entendimiento de civilizaciones muy tempranas”, explica en entrevista el arqueólogo Takeshi Inomata, titular del Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio.
El hallazgo se dio a conocer el lunes pasado, en el artículo “Origins and spread of formal ceremonial complexes in the Olmec and Maya regions revealed by airborne lidar”, en la revista Nature. Sin embargo, fue resultado del proyecto que Inomata inició en 2017, con el fin de estudiar los orígenes de la civilización maya y su relación con los olmecas”.
Desde que inició el Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio se implementó el uso de la tecnología LIDAR (Light Detection and Ranging, es decir, detección por luz y distancia). En ese primer momento detectaron en el municipio de Balancán, Tabasco, a Aguada Fénix, “la construcción más importante en el área maya en toda la historia”, pues fue construida entre 1000 y 800 a.C., mide 1.4 km de largo, 400 m de ancho y entre 10 y 15 m de altura.
Esa no fue la única estructura prehispánica, hallaron sitios similares, “pero no tan grandes”, con forma rectangular “estandarizada” y “decidimos ampliar esta investigación de LIDAR a áreas más grandes, para eso usamos el LIDAR del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)”, que aunque con baja resolución, “sirve bastante”.
478 ESTRUCTURAS PREHISPÁNICAS fueron detectadas con tecnología LIDAR en Veracruz y Tabasco.
En total, dice el investigador de la Universidad de Arizona, se cubrió un área de 85 mil kilómetros cuadrados, que incluyeron Tabasco, Veracruz, Campeche, Chiapas y Oaxaca. Las 478 construcciones prehispánicas se localizan en Tabasco y Veracruz.
“Es muy sorprendente. La mayoría de los sitios no se conocían, porque son grandes horizontalmente hablando, rectangulares, algunos de un kilómetro de largo. Son bajos, de un metro de altura, entonces, al caminar encima del sitio no se nota toda la forma, por eso es que no se conocían; con esto cambian todas las teorías sobre los orígenes de varias civilizaciones mesoamericanas”.
Los hallazgos
Takeshi Inomata indica que los trabajos de 2017 fueron una especie de piloto. Para 2018, 2019 y 2020 la situación fue diferente, porque tuvieron temporadas e iba a haber una cuarta en 2021, que se tuvo que suspender por la pandemia de Covid-19..
“En 2017 hicimos el primer LIDAR y encontramos parte de Aguada Fénix y decidimos hacer más en 2019, sólo en la parte Este de Tabasco. Los trabajos de Inegi ya se habían hecho antes, en 2010, pero no fue para arqueología y nosotros sólo analizamos los datos del Instituto. Procesamos los datos de hace 10 años”, dice.
Las construcciones fueron fechadas entre el 1100 y 400 a.C., pues un equipo de arqueólogos realizó excavaciones en Aguada Fénix y en zonas aledañas, en la parte Este de Tabasco: “En muchos sitios aún tenemos que ver, pero analizamos cerámica e hicimos estudios de radiocarbono, algunos en la Universidad de Arizona y otros en un laboratorio de Japón”.
Aunque faltan por realizar varios estudios, el arqueólogo plantea que esos complejos “fueron utilizados para ceremonia comunitaria, que mucha gente se juntaba y hacía ritos. No eran ritos para gobernantes, porque era un espacio inclusivo. Además, hay un complejo que tiene estructura piramidal en la parte oeste y al otro lado un montículo alargado, en algunos casos están dirigidos hacia la salida del Sol. En otros sitios es diferente, pero están orientados hacia algunos sitios relacionados con fechas calendáricas, eso quiere decir que se hacían celebraciones de algunas fechas relacionadas con el ciclo del Sol”.
Hasta el momento, indica el especialista, en los sitios excavados se ha encontrado cerámica y herramientas líticas, porque “como son sitios tempranos, no encontramos elementos muy complejos. En Aguada Fénix encontramos un escondite que tenía hachas de jade, un ornamento, figurillas y una escultura de piedra. Ahí sólo hemos encontrado restos de un humano propios de ese tiempo, hay restos pero que son más tardíos. En ese momento, la gente se movía mucho, no tenía residencia permanente, por eso es más fácil encontrar restos de otros periodos más recientes, pero aún no sabemos dónde ponían a los muertos de esa época”.
Tren Maya
El arqueólogo Takeshi Inomata señala que son muchas las construcciones prehispánicas y que abarcan una superficie muy amplia, por ello, prácticamente los trabajos están localizados en Aguada Fénix: “Hay que hacer trabajo de colaboración, involucrar a más arqueólogos. Este trabajo es para llamar la atención de especialistas sobre todos esos sitios”.
Sin embargo, Aguada Fénix se ubica cerca de donde pasará el Tren Maya, uno de los megaproyectos de esta administración.
El Tren, detalla, pasará “en la parte oeste. Ya hay vía de ferrocarril antigua y las autoridades estatales nos dijeron que no se va a ampliar. Siempre hay otros sitios arqueológicos por donde pase el Tren, pero en la mayor parte de Tabasco ya hay vía antigua. El impacto a sitios será más pequeño, en comparación con Campeche, que sí abrirá nueva vía”.
“Aztecas, mayas, teotihuacanos, todas tenían pirámides... hoy sabemos que antes estaban esos otros sitios horizontales, eso cambia el entendimiento de civilizaciones muy tempranas”: Takeshi Inomata, Investigador Universidad de Arizona.
En el Proyecto Arqueológico Usumacinta Medio —financiado principalmente por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, una fundación privada y por el gobierno de Japón—, participan unos 30 especialistas, entre ellos cerca de 10 arqueólogos, la mayoría mexicanos.