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La idea de que la sexualidad y el género son “espacios plásticos” creados para regular lo que une al capital con la sexualidad es el centro de "Cuir love", obra escrita y dirigida por Laura Uribe, que cierra una trilogía conformada por "Calle amor" y "Les desertores".
“El capitalismo, en relación al patriarcado, al final es un entretejido que construye las identidades de lo que podríamos llamar género, pero que finalmente están elaboradas y dictaminadas por el capitalismo”, afirma Uribe sobre esta pieza cuya premisa es, en sus palabras, que el género no existe: “Es una construcción social que nos conforma en relación con nuestra identidad”.
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La obra, cuya temporada inicia el 9 de mayo en el Teatro El Galeón (Reforma y Campo Marte s/n), no cuenta una historia convencional, con desarrollo, nudo y desenlace. Es, explica, una pieza donde la ficción, el biodrama y el teatro documental coinciden para que ocho performers, entre los que se incluye a la propia directora, cuestionen el género desde el escenario y compartan cómo éste les ha sido impuesto desde la infancia hasta la madurez. “Parte de las experiencias personales para poder cuestionar al género. Quienes estamos en escena hemos buscado formas de volver a existir sobre la imposición de género”.
Cuir love, además, es resultado de un proceso de investigación que duró tres años y el proyecto de dramaturgia desarrollado por Uribe como miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte en el que planteó, justo, una investigación en torno al cuerpo, el género y las disidencias con el fin de hacer una trilogía. La experiencia personal que subyace en Cuir love no es menos importante: “Tiene que ver con la imposición de género que a mí me obligaron desde la infancia. El hecho de jugar con el género y tomar decisiones sobre la forma de pensar, sentir y vestirse fue oprimido por el aparato familiar”.
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Pero no es una obra, precisa la dramaturga, que hable sólo sobre transexuales o personas LGBT: “Toda la gente utiliza cualquier cantidad de prótesis políticas para construir su identidad. Esas prótesis pueden ser, por ejemplo, un iPhone u hormonas para transformar el cuerpo”, abunda y recalca que todo acto es político. Puede verse hasta el 9 de junio.