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De los siete fideicomisos que la Secretaría de Cultura federal informó que se extinguirán con el Decreto Presidencial del pasado 2 de abril, cinco suponen un mero trámite de extinción pues en la Cuenta de la Hacienda Pública Federal aparecen con disponibilidad en ceros, pero los otros dos: Fideicomiso para apoyar la construcción del Centro Nacional de las Artes y Fideicomiso para el Fomento y la Conservación del Patrimonio Cultural Antropológico, Arqueológico e Histórico de México, sí podrían representar para Cultura una reducción de alrededor de 673 millones de pesos.
Aun cuando los cinco que están en ceros: Fideicomiso para la conservación de la Casa del Risco y Pinacoteca Isidro Fabela; Fideicomiso para la adaptación de los museos Diego Rivera y Frida Kahlo; Fideicomiso irrevocable de administración “Museo Regional de Guadalupe”, Zacatecas; Fideicomiso privado irrevocable de administración de “Santo Domingo de Guzmán”, Chiapas; y Fideicomiso irrevocable de administración Centro “Santo Domingo”, Oaxaca; estudiosos analizan qué significa la extinción de estos siete para el Sector Cultura.
El análisis se da en medio de una defensa de la comunidad cultural que a través de diversas cartas y peticiones, incluso vía Change.org, han manifestado su exigencia al presidente Andrés Manuel López Obrador que reflexione sobre la extinción, le piden claridad sobre cuáles desaparecerán e incluso solicitan la revocación del decreto presidencial de extinción de los fideicomisos destinados al desarrollo de proyectos de Ciencia y Cultura.
Fines. Aura Eréndira Martínez Oriol, exdirectora de Análisis de Información del Desempeño Presupuestario en la Unidad de Evaluación del Desempeño de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, asegura que los fideicomisos no son bolsas vacías y que tienen un fin.
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“En el caso de Cultura creo que lo que no es claro es que los fines para los que estaba diseñado ese fideicomiso sean para los que se están usando los recursos. Ya es un poco tarde para darse cuenta y las autoridades de Cultura tendrán que ser muy creativos para explicar y para decir por qué sí tienen que seguir administrando esos recursos”, afirma Martínez Oriol.
Recursos del Fideinah se utilizaron, por ejemplo, para la adecuación del campamento para custodios en la zona arqueológica de Yaxchilán, Chiapas. Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL
La experta, que ha trabajado en organismos internacionales como la OEA, la ONU y Transparencia Internacional, y que es maestra en Administración Pública y Economía para el Desarrollo en la Universidad de Columbia en Nueva York, sostiene que usar recursos de los fideicomisos para fines distintos de los que fueron diseñados, puede ser una razón para su extinción.
“El gobierno central le puede decir al sector Cultura que no ha estado administrando bien sus recursos y que ha faltado a la norma en el uso de sus fideicomisos. Y en esta retórica del Presidente, de que todo lo que no se administra bien es corrupción, pues estaría dejando muy al descubierto al sector cultural como un foco de corrupción”, señala Martínez Oriol.
Incluso asegura que al final del día la Secretaría de Hacienda tiene la última palabra, lo que significa que Cultura podrá argumentar y justificar por qué deben sobrevivir algunos de los fideicomisos pero Hacienda puede decirle que no.
“Los fideicomisos no son bolsas de dinero; por ejemplo, el fin específico del Mandato de San Ildefonso es ‘Exposiciones’. Si están usando el dinero para algo que no sean exposiciones, es justificación para extinguirlo. O sea, es un mal entendido (pensar que los fideicomisos) son bolsas de dinero que se usa para lo que quieran; no, los fideicomisos tienen un mandato cada uno, bien específico, y por eso salió la secretaria de Cultura a decir que siete no tienen salvación, porque ya se excedió su misión y se seguía gastando”, afirma Aura Eréndira Martínez.
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El Fideicomiso irrevocable de administración Centro “Santo Domingo”, Oaxaca, es uno de los que será extinguido. Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL
Lo que está pidiendo Hacienda a través del Decreto es que fundamenten la existencia de los fideicomisos y mandatos, con algo más allá de la frase “porque son muy importantes”; entonces la secretaría de Cultura deberá especificar cada uno: si es porque es fuente de ahorro, o si es fuente de empleo o porque su mandato no se ha concluido.
“Ahí es donde veo el riesgo más relevante para el sector cultural, que al parecer han usado los fideicomisos como una bolsa permanente; entiendo que la Secretaría es relativamente reciente y que ha sufrido vaivenes administrativos, ha sido un poquito sufridor de que si Cultura es parte de Educación o es parte de Desarrollo Social o es parte de Turismo; digamos que ha sido un poco víctima de estos vaivenes y su administración, y el aseguramiento de su presupuesto ha sido complicado, entonces se valen de los fideicomisos para funcionar, lo que los deja en un estado de indefensión”, afirma Martínez Oriol.
Y ese echar mano de los fideicomisos para otros asuntos, como el pago de nómina, no es privativo de Cultura, sino de todos los sectores. Aura Eréndira dice que la nómina no es una obligación actual es una obligación corriente, pero pasa todo el tiempo el amarrar la seguridad de la nómina a algún fideicomiso.
¿Patrimonio sin protección?
El Fideicomiso para el Fomento y la Conservación del Patrimonio Cultural Antropológico, Arqueológico e Histórico de México, que data de 2008 y está a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se creó con el objetivo “de auxiliar al Ejecutivo Federal en las atribuciones del estado para impulsar las áreas prioritarias y estratégicas del desarrollo”.
Su objeto es adquisición de bienes, contratación de servicios, obra pública y servicios relacionados, para que el desarrollo de proyectos de investigación, de protección, conservación, restauración, preservación y difusión en las materias de antropología, arqueología e historia, tanto en tierra como en el patrimonio sumergido en aguas interiores de México, el mar territorial y la zona económica exclusiva.
EL UNIVERSAL solicitó al INAH más información, pero su área de Comunicación indicó que el Instituto “está trabajando con la Secretaría de Cultura para ver la posibilidad de tramitar la excepción prevista en el Artículo 3 del decreto”.
De 1958 data el fideicomiso público de los museos Diego Rivera-Anahuacalli y Frida Kahlo; hace una década se canceló la entrega de este recurso. Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL
El decreto establece que tendrán hasta mañana para presentar la documentación que pudiera establecer la excepción de algunos fideicomisos. Al respecto, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, declaró a Notimex que trabaja con las secretarías de Hacienda y de la Función Pública para que queden exentos de este decreto el Fonca, Foprocine y Sal Ildefonso: “Incluso hicimos un alcance sobre Fideinah”, dijo.
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El investigador Bolfy Cottom, quien fuera secretario del INAH, asegura que la posible extinción del fideicomiso del INAH representa un problema por sus funciones. “El Presidente dijo que se cancelaban estos fideicomisos porque representaban una especie de guardadito, plantearlo así es un escándalo. Eso es cierto y tampoco es justo, porque todos los fideicomisos tienen objetivos claros, es decir, no funciona con criterios políticos, sino técnicos, porque tiene toda una estructura. Lo que representa en el fondo este fideicomiso es un programa anual de inversión ante posibles eventualidades”.
El Fideinah es un caso relevante, porque de acuerdo con la Cuenta Pública en 2019 tuvo una disponibilidad de 601 mdp, y ha servido para diferentes proyectos, por ejemplo, la segunda etapa de impermeabilización del Museo Nacional de Antropología (15mdp) o la adecuación del campamento para custodios en la zona arqueológica de Yaxchilán, Chiapas (2mpd).
Sin embargo, Fideinah fue señalado por la Auditoria Superior de la Federación en 2011 por algunas irregularidades, cuando Alfonso de María y Campos fue director del INAH, en 2009. “Dispuso de recursos del patrimonio del fideicomiso y, sin registrarlos como un aprovechamiento ni solicitar la ampliación a su presupuesto, llevó a cabo gastos para la atención normal de programas y proyectos que tiene a su cargo. Dichas erogaciones no se registraron presupuestal ni contablemente y tampoco se reportaron en la Cuenta Pública”, reportó la ASF.
En ceros
“En la base publicada por Hacienda con información del Cuatro Trimestre de 2019, Cultura tiene en fideicomisos mil 500 millones de pesos, el único en rojo es el Colegio de San Ildefonso que tiene una disponibilidad en contra de casi 6 millones de pesos; pero tiene cinco fideicomisos en ceros, es decir que tienen disponibilidad cero, lo que nos está diciendo es que el Fideicomiso para el Museo Diego Rivera y Frida Kahlo ya se acabó de gastar, también el del Museo Regional de Zacatecas y el de Santo Domingo, en Oaxaca, y el de Santo Domingo, en Chiapas; gastaron lo que gastaron, acabaron lo que tenían que hacer y seguramente están en algún proceso ya de extinción”, señala Martínez Oriol.
El Fideicomiso para la adaptación de los Museos Diego Rivera-Anahuacalli y Frida Kahlo que data de 1958, de acuerdo con la Cuenta Pública 2018, tuvo una aportación inicial de 645 mil 500 pesos y se creó para actividades culturales y de administración y mantenimiento de los inmuebles, así como de las obras de arte que albergan, consideradas Patrimonio Artístico y Cultural de la Nación.
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La extinción de este fideicomiso público no supone la extinción del Fideicomiso que hoy opera estos museos, el cual es privado y se llama Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo Banco de México, del cual es Fiduciario el Banco de México.
La directora general de los museos Frida Kahlo y Diego Rivera-Anahuacalli, Hilda Trujillo explica que ese fideicomiso público existió hasta hace 10 años aproximadamente, cuando Consuelo Sáizar era presidenta del Conaculta; y que hasta entonces la SEP entregaba a partir de ese fideicomiso alrededor de un millón de pesos, menos impuestos, y que ese dinero se destinaba a la limpieza y la seguridad de los recintos.
El Fideicomiso privado que hoy administra los museos tiene un sistema de 17 servicios por cada museo y a su vez cada museo tiene 54 proyectos anuales, vivos, dentro de esos servicios.
Situación semejante del Fideicomiso irrevocable de administración Centro "Santo Domingo", Oaxaca, y del Fideicomiso privado irrevocable de administración de "Santo Domingo de Guzmán", Chiapas, pues la Secretaría de Cultura federal señala que ambos fideicomisos son “privados”, que el fideicomitente en ambos casos es: “Fomento Social Banamex”, al ser privados, la Federación no los puede extinguir.
A través de un petición de información, la dependencia afirma que el fideicomiso de Oaxaca, creado el 24 de julio de 1998, la aportación del INAH fue de 500 mil pesos y según los informes del fiduciario, ésta ya se había agotado en el cumplimiento de sus fines; en cuanto al fideicomiso de Chiapas, creado el 31 de diciembre de 2000, la aportación del INAH fue de 8 millones y de acuerdo con los informes del fiduciario, también se había agotado.
“Al ser ambos fideicomisos privados, no se pueden extinguir por la Federación, sin embargo, lo que debemos realizar ante la SHCP, es comprobar el uso de la totalidad de los recursos federales aportados, para así, darlos de baja del Sistema de Control de Fideicomisos de esta Globalizadora”, afirma en la tarjeta informativa la Secretaría.
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Respecto al Fideicomiso para apoyar la construcción del Centro Nacional de las Artes, creado en abril de 1993 con una aportación inicial de 30 millones de pesos, de acuerdo con el Cuarto Trimestre de 2019, tiene una disponibilidad de más de 71 millones 726 mil pesos.
En una tarjeta informativa, la Secretaría de Cultura indicó que el proceso de extinción del Ficenart comenzó en 2006, que fue cuando se cumplieron los objetivos para los que fue constituido el fideicomiso.
Para concluir el proceso de extinción del Ficenart, añadió la dependencia, “hace falta que ya no existan juicios en proceso, reintegrar los recursos remanentes a la Tesorería de la Federación y solicitar la extinción a la SHCP como fideicomitente única de la administración pública centralizada”.
La dependencia también indicó que en 2019, el Ficenart obtuvo recursos “por rendimientos financieros y por la recuperación del juicio contra Tribasa, solamente se utilizaron recursos para el pago de honorarios fiduciarios”.