La edición 24 de la feria artesanal Las manos del mundo se realizó en Expo Reforma (Morelos 67, Juárez, CDMX), y reunió a casi 200 artesanos de 10 entidades del país, entre los que destacan Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Michoacán e Hidalgo.
El viernes pasado, el primero de tres días de ventas y actividades, los pasillos de la feria lucieron con afluencia media. Hacia las dos de la tarde, una mayor cantidad de visitantes llegó al espacio, con el objetivo de adquirir artesanías, de primera mano, de artesanos dedicados a elaborar distintos productos como alebrijes, textiles, platería, adornos de ámbar, así como alimentos y bebidas, entre las que destacó el mezcal, mole y cacao.
Este evento, que es un muestreo de la diversidad de artesanos en el país, también revela la importancia de este sector en la economía nacional y en la producción cultural, así como problemáticas en apoyos para la creación, difusión, y venta de artesanías.
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De acuerdo con datos de la Cuenta Satélite de la Cultura de México, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las artesanías generaron 19.3% del Producto Interno Bruto nacional generado por el sector cultural en 2022, que en ese año llegó al 2.9%.
La organizadora de la feria Las Manos del Mundo, la socióloga Socorro Oropeza, estima que la cifra proyectada por el Inegi de artesanos en México ha quedado rebasada desde hace años, ya que contabiliza a 9 millones, pero la cifra puede ser más elevada, ya que no se ha realizado un censo que incluya a todos los municipios y que contabilice todas las técnicas artesanales.
El 22 de noviembre pasado, a propósito de la publicación de la Cuenta Satélite de 2022, Carlos Pelestor Franco, analista del Inegi, detalló a este diario que los cálculos apuntan que 30 de cada 100 trabajos del sector cultural provienen de las artesanías.
“La artesanía es un caso especial, ya que, de las 32 entidades federativas, en 18 domina la producción de artesanías; vemos que además de su contribución, este sector de la cultura está esparcido por diferentes zonas del país”, dijo el especialista en esa ocasión.
Otros datos del Inegi detallan que, en 2021, a pesar de las afectaciones por la pandemia de Covid-19, la actividad económica generada por las artesanías ascendió a 153 mil 437 millones de pesos, lo que representó 0.6 % del Producto Interno Bruto.
A pesar de estas cifras, la realidad que viven una gran cantidad de artesanos es compleja y desigual, ya que no todos tienen acceso a los programas impulsados por la secretaria de Cultura federal y el Fondo Nacional para el Fomento a las Artesanías (Fonart) para vender sus productos a precios justos.
Un sondeo realizado por este diario a diferentes artesanos en la edición 24 de Las Manos del Mundo mostró que no reciben apoyos, visitas ni financiamientos del gobierno. Otros afirman no conocer los programas sociales o el registro de Apoyos para Impulsar la Producción Artesanal operado por Fonart, y otros comentaron que los apoyos cesaron cuando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador comenzó en 2018.
“Es la primera vez que vengo a esta feria, desde hace tres generaciones, mi abuelo, mi papá y yo, nos dedicamos a elaborar alebrijes de madera. En años pasados los de Fonart llegaron a ir a mi comunidad en Oaxaca, se llama San Martín Tilcajete, pero ya tiene tiempo que no vienen. Yo en lo particular no recibo ningún apoyo”, dice el artesano Miguel Ángel Ortega, quien obtiene ingresos de la elaboración de alebrijes.
Miguel Ángel Ortega agrega que su comunidad se dedica a la creación de alebrijes de madera y que constantemente están buscando espacios para vender.
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Además del nulo apoyo del gobierno, el artesano lamenta que haya personas u organizaciones dedicadas a copiar diseños para venderlos a bajos precios.
“Lamentablemente sabemos de esa situación, nos pone tristes que nos plagian los diseños. Solamente para elaborar una pieza de 25 a 30 centímetros tardamos unos tres o cuatro meses, pero hay otros procesos que demoran más”, agrega.
Entre sus productos destaca un xoloitzcuintle que ofrece en 8 mil 500 pesos y un jaguar de gran tamaño que tiene un precio de 15 mil pesos.
Del otro lado de los stands, la artesana chiapaneca Daniela Torres Gutiérrez representa a un colectivo autogestivo de 100 artesanas ubicadas en San Cristóbal de las Casas, dedicadas al tejido y al bordado.
En un pequeño puesto, la artesana afirma que su colectivo no ha recibido ningún apoyo del gobierno. “Los productos que estamos vendiendo los hicieron diferentes compañeras, nuestra colectiva se sostiene de las ventas que hacemos, no recibimos ningún apoyo del gobierno”.
Y agrega: “Nosotras no hemos tenido contacto con Fonart o con otra dependencia del gobierno, no nos han dado apoyos, tampoco nos hemos podido presentar en ferias artesanales del gobierno. Incluso universidades nos han invitado a coloquios y presentaciones, pero no nos han apoyado con espacios para vender”, señala.
El artesano Marco Antonio Vázquez, proveniente de Simojovel, Chiapas, dedicado al ámbar, indica que se presentan cada que tienen oportunidad, pero en ferias privadas. De parte del gobierno, agrega, se les han quitado apoyos a los artesanos de ámbar.
“El único apoyo que hemos tenido es la Expo Ámbar que ahora se hace en CDMX. Nos han quitado apoyos, antes por parte de la Secretaría de Economía nos daban un apoyo, nos compraban entre 9 mil y 10 mil pesos, pero desde que llegó don Andrés, ya no, desapareció esa ayuda” añade.
El artesano indica que también se ha presentado a vender en el Museo Nacional de las Culturas Populares, en Coyoacán, pero también ha tenido que pagar dinero por un espacio. “Hemos perdido muchos apoyos con este gobierno, sólo pedimos espacios para vender, sólo eso”, indica.
Al igual que Daniela Torres Gutiérrez, la artesana Jovita Gómez Montoya representa a un grupo de artesanas provenientes de Jocotitlán, Estado de México, dedicadas al tejido de ocochal, u hoja de pino, para elaborar tortilleros, canastas y algunas piezas decorativas.
“Somos 12 mujeres constituidas en el grupo, pero hay más mujeres trabajando, cerca de 20. Hemos recibido apoyo de la Comisión Nacional Forestal, pero sólo para el tema de los árboles y el material. No hemos tenido apoyos económicos por parte de Fonart o de Cultura”, lamenta Gómez Montoya.
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La artesana agrega que hacen falta más apoyos y más proyectos para que puedan comercializar sus productos. “Aquí pagamos, destinamos dinero para este stand, pero debe de haber más apoyos del gobierno, que nos den espacios para vender, porque no es barato pagar una feria como esta, si agregas nuestro pasaje, la comida, no todas las ocasiones son redituables”, explica la creadora.
En la entrada de la feria, la organizadora Socorro Oropeza expresa que el apoyo a los artesanos por parte de la 4T “fue de cero”. “Hemos intentado decirles a los artesanos que ellos son empresarios, que tienen dignidad, que ya no deben vender en una madera en el suelo. No creemos que sean 9 millones, tal vez somos más de 20 millones”, estima.
“Esperemos que en este nuevo gobierno que viene las cosas cambien, que recuperen Fonart, cada sexenio vemos cómo va de menos a menos, no le dan dinero, ¿cómo van a operar?, ¿cómo van a apoyar sino hay recursos?”, cuestiona.
Socorro Oropeza expresa que ha intentado tener contacto con la Secretaría de Cultura, el Fonart y el Museo Nacional de Culturas Populares, pero ha sido rechazada en los últimos años.
“Ellos no me han recibido, siempre me dicen que regrese al año siguiente. Pero no pierdo la batalla, ahora estamos intentando coordinarnos con las alcaldías de la CDMX para que nos den espacios, ya lo hicimos una vez en Cuauhtémoc”, expresa.
La edición 25 de Las Manos del Mundo se realizará el 4,5 y 6 de octubre en el World Trade Center, en lo que promete ser su evento más grande hasta la fecha.