Antes de que el Zócalo capitalino fuera sede para mega conciertos gratuitos, la Alameda Central era el punto de encuentro para espectáculos musicales y obras de teatro.
En el marco de los Juegos Olímpicos de 1968 , el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y el Distrito Federal crearon un programa de actividades culturales que precedían la justa olímpica. En los 95 actos internacionales y 69 nacionales -organizados por la Dirección de Acción Social - participaron grandes artistas como Armando Manzanero, Celia Cruz, Lucha Villa, José Alfredo Jiménez, entre otros.
En esta ocasión, en Hemeroteca EL UNIVERSAL, presentamos la historia de cuando el cantante español Raphael dio un concierto en la Alameda, bastaron cuatro canciones para mandar al hospital a una joven fan, desmayos y extravíos de menores de edad; además del daño a la naturaleza.
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Foto: Hemeroteca El Universal
La orquesta de Kay Pérez y el Mariachi Vargas acompañó al cantante de “Yo soy aquel”, mientras que el Ballet Azteca fue su telonero.
Así fue como EL UNIVERSAL cubrió el caótico concierto de Raphael.
11 de febrero de 1968
Un verdadero tumulto se registró ayer en la Alameda Central para ver actuar y escuchar al cantante español Raphael, dentro de los espectáculos populares organizados por la Dirección de Acción Social del Departamento del Distrito Social.
No menos de veinticinco mil personas, gran parte de ellas adolescentes, acudieron desde las 6 horas a apartar lugar, hasta las 13.45 horas en que llegó el cantante, escoltado por motociclistas de la Dirección de Tránsito y protegido por más de trescientos policías y granaderos.
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Flores y pastos fueron rudamente maltratados por la multitud. Setenta personas, en su mayoría vestían ropas sicodélicas, se desmayaron o sufrieron ataques de histeria al escuchar y ver actuar a su ídolo. Una jovencita fue víctima de un colapso nervioso y hubo necesidad de trasladarla al Hospital de Traumatología de Balbuena para su inmediata atención. Asimismo, hubo gran número de menores extraviados.
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El cantante Raphael interpretó un total de cuatro actuaciones: “Laura”, “Cuando no Estás”, “La Llorona”, “Perdiste, Corazón”, acompañado por la orquesta de Kay Pérez y por el Mariachi Vargas de Tecalitlán.
Con la tumultuosa acción del artista español quedó demostrada la necesidad de edificar un auditorio especial para este tipo de espectáculos que se vienen presentando al aire libre en improvisados escenarios.
Foto: Archivo El Universal
Esta necesidad le fue planteada al director de Acción Social, Jesús Salazar, quien reconoció que debía crearse un centro especial donde gratuitamente se diviertan los capitalinos los domingos.
Por otra parte se efectuaron en parques y jardines de la ciudad, treinta audiciones a cargo de grupos de teatro, de danza, conjuntos de coral, conciertos de música clásica, danza, etc.
fjb