Este mes, la artista estadounidense Michelle Hartney ingresó al Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y junto a un cuadro en exhibición de Gauguin puso su propia placa explicativa, sin contar con ningún permiso.

"Ya no podemos adorar en un altar a los genios creativos ignorando el precio que frecuentemente se paga por ese genio", se leía en la etiqueta, que citaba a la escritora Roxane Gay . Tiempo atrás la artista había hecho lo mismo en un museo de Chicago , donde colgó junto a la pintura "Niña con Gato" de Balthus un escrito que rezaba: "Corrigiendo la historia del arte: ¿Cuántas fotos de la entrepierna de una niña pequeña se necesitan para hacer una pintura?".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

I also called out Gauguin. He married three Tahitian girls, aged 13, 14 and 14, infecting them and many other local girls with syphilis. @metmuseum and many others (@artinstitutechi ) fail to fully educate their patrons. Many people learn about artists solely through museums. I enacted a performance/call to action to separate the art from the artist, using the words of my shero @roxanegay74 “We can no longer worship at the altar of creative genius while ignoring the price all too often paid for that genius. In truth, we should have learned this lesson long ago, but we have a cultural fascination with creative and powerful men who are also “mercurial” or “volatile,” with men who behave badly. These men are given wide berth. Their prominence grants them a certain amount of immunity. We forgive their trespasses because they create such brilliant work, because they are so charismatic, because there is such an allure to people who defy cultural conventions, who dare to do whatever they want. Whether we’re talking about Bill Cosby or Woody Allen or Roman Polanski or Johnny Depp or Kevin Spacey or Harvey Weinstein or Russell Simmons or any man who has built his success on the backs of women and men whose suffering was ignored for the sake of that success, it’s time to say that there is no artistic work, no legacy so great that we choose to look the other way.” -Roxane Gay #fuckpicasso #fuckromanpolanski #fuckbillcosby #fuckgauguin #fucklouieck #fuckwoodyallen #fleshvasesfordickflowers #separatetheartfromtheartist #metmuseum #picasso #gaugain #woodyallen #billcosby #romanpolanski #jerrysaltz #robertasmith

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Hartney

informaba más abajo que Balthus tuvo durante toda su vida una obsesión por las menores de edad, y que tomó más de 2 mil fotografías de una niña de ocho años, a la que veía una vez a la semana para capturar imágenes en las que aparece tendida en posiciones altamente sexuales , a veces vestida solamente con ropa interior.

"A hombres como Balthus, Picasso, Gaugin, Woody Allen y Roman Polanski, por nombrar a algunos, se les ha otorgado inmunidad, encubriéndolos con protección contra las críticas sobre sus acciones, a pesar del número de mujeres y niñas que han objetado, maltratado, violado o abusado", agregaba el escrito. La artista critica principalmente la práctica que tienen los museos de poner información biográfica parcial sobre los artistas en las placas. "Cuando se trata de violencia sexual, sexismo o racismo , los museos, curadores y críticos a menudo eligen eliminar esta información", dijo Hartney según informa The Guardian.

"Esto hace que tomen el control de la narrativa que rodea a los artistas masculinos, como Picasso, Gauguin, Chuck Close y muchos otros", añadió. Sin embargo, Hartney no busca que se retiren las pinturas: "Necesitamos que estas obras de arte permanezcan en los museos para que podamos aprender de ellos", aseveró.

"Educar y presentar la verdad, (así) es como aprendemos mejor". La artista feminista no es la única que ha optado por incorporar etiquetas que incluyan el contexto negativo en que fueron hechas las obras. Placas contra la esclavitud, la pedofilia y el racismo El Museo de Arte de Worcester en Massachusetts (Estados Unidos) agregó placas críticas junto a retratos de personas vinculadas a la esclavitud, como en una representación de John Freake hecha por Gilbert Stuart y John Singleton Copley.

"Estas pinturas representan a los participantes como desean ser vistos, lo mejor de sí mismos, en lugar de simplemente registrar la apariencia. Sin embargo, en estas obras se borra una gran cantidad de información, incluida la confianza de los asistentes a la esclavitud (…). Muchas de las personas aquí representadas obtuvieron riqueza y estatus social de este sistema de violencia y opresión, que fue legal en Massachusetts hasta 1783 y en regiones de los Estados Unidos hasta 1865".

Asimismo, el Museo de Bellas Artes de Boston añadió un letrero para referirse al austriaco Egon Schiele , quien fue acusado de abuso sexual (secuestro y violación de una niña de 13 años), pero cuyos cargos en última instancia se consideraron infundados.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Repost from a few months ago... Correcting Art History: How Many Crotch Shots of a Little Girl Does it Take to Make a Painting? 2018 Performance/Call to Action Balthus is a celebrated European artist known for his sexually charged paintings of little girls. Throughout his career, he blamed the viewers of his work for believing the paintings exhibited any sexually deviant undertones, and insisted that was never his intent. Later in life, Balthus took almost 2,000 Polaroids of an eight-year-old girl named Anna Wahli. He photographed her once a week for eight years, instructing her to lie in highly sexualized positions, sometimes wearing only underpants, with her legs spread wide, arms behind her head, and often appearing as if she were sleeping. In 2013, Gagosian exhibited 155 of Balthus’ Polaroids, selling them for $20,000-$240,000 each. Men like Balthus, Picasso, Gauguin, Woody Allen, and Roman Polanski, to name just a few, have been granted immunity from criticism over their actions, in spite of the number of women and girls they have objectified, mistreated, raped, or molested. Their titles as “artistic geniuses” cloak them in protection, and curators and critics are stuck in an antiquated viewpoint that we must separate the art from the artist, even when it is at the expense of women and children. Censoring artists is out of the question, but what is the responsibility of art institutions, curators, critiques, and art educators to stop separating the art from the artist, and begin presenting an accurate presentation of art history so we can begin to learn from our past? #correctarthistory #abuseofpowercomesasnosurprise #metoo #malegaze #misogyny #gagosiangallery #balthus #fuckbalthus #fuckgauguin #fuckpicasso #fuckromanpolanski #fuckwoodyallen #fuckbillcosby #fleshvasesfordickflowers #hannahgadsby #nanette #notsurprised #separatetheartfromtheartist #correctarthistory #abuseofpowercomesasnosurprise #metoo #malegaze #misogyny #gagosiangallery #balthus #fuckbalthus #fuckgauguin #fuckpicasso #fuckromanpolanski #fuckwoodyallen #fuckbillcosby #fleshvasesfordickflowers #hannahgadsby #nanette #notsurprised

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Otro caso es el del Museo Whitney de Arte Americano , que a principios de año fue duramente criticado al poner un cartel junto a un dibujo hecho por Dana Schutz, en el que muestra el ataúd abierto de Emmet Till, un afroamericano de 14 años que fue asesinado por coquetear con una mujer blanca en 1955. "Esta pintura ha sido el centro de un acalorado debate sobre cuestiones de apropiación cultural, la ética de la representación, la eficacia política de la pintura y las posibilidades o limitaciones de la empatía", se leía en la etiqueta.

"En mi opinión, (una) institución no está actuando de acuerdo con los estándares y prácticas éticas más altos de su profesión cuando eliminan a sabiendas las narraciones negativas del legado de un artista, a menudo con la excusa de que distrae la atención del arte y puede cambiar la experiencia de un espectador" , dijo Hartney.

akc

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