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Aquí nos tocó vivir, en este México de entre siglos en el que Cristina Pacheco se convirtió en nuestra gran cronista de la televisión y conversadora infatigable con mexicanos de tan diverso origen como es el país de diverso. Hoy desafortunadamente no sólo la despedimos, como hace algunos días, de la televisión, sino de esta tierra a donde nos tocó vivir.
Cuando se despidió en directo de su programa Conversaciones, Cristina también nos mostró su madera: en viernes por la noche, sintiéndose mal seguramente, la periodista cumplió con su trabajo de toda la vida: conversó con su público para despedirse y disculparse por suspender su labor por motivos de salud.
Con su fallecimiento hoy a los 82 años, concluye definitivamente toda una era en la televisión pública y en el periodismo mexicano. Nos deja las largas horas de conversaciones grabadas y una obra periodística muy apreciable. Destaco sus libros La luz de México, una iluminadora selección de entrevistas con pintores y fotógrafos, y Al pie de la letra, un volumen de entrevistas con escritores que no tiene desperdicio.
De apellido Pacheco, tomado en su matrimonio con el escritor José Emilio Pacheco, un clásico de las letras contemporáneas mexicanas y gran amor de Cristina, ella sin embargo construyó su propio nombre, carrera y prestigio, abriendo camino a otras mujeres en la televisión y en el periodismo mexicano.
Hoy se ha apagado una luz en México.
melc