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En la actualidad, muchas personas son señaladas por diferentes circunstancias pero, sobre todo, por las etiquetas de género que muchas veces son transmitidas de los padres a los hijos a corta edad. Rubén Hernández, secretario de Igualdad de Género del Centro de Estudios de Género de la UNAM, en entrevista con EL UNIVERSAL explica las condiciones en las que se dan los estereotipos, cómo identificarlos y evitarlos al educar a los niños.
“La igualdad de género no descansa en la búsqueda de extinguir la familia ni el amor, ni que las personas se quieran y deseen estar juntas. Lo único que busca es que el sexo con el que naciste no tenga una consecuencia sobre tus posibilidades de éxito, felicidad y desarrollo en la sociedad. El género es una construcción cultural que se adquiere”, explica.
La educación juega un papel muy importante en la manera en la que responderemos ante alguna etiqueta, dice el especialista y asegura que el género es un proceso de aprendizaje.
“El proceso de adquisición del género puede instruirse con frases como: ‘sé mujercita’ o ‘los hombres no lloran’. También hay otros mecanismos, sobre todo culturales, que no son verbales o explícitos que están en los espacios donde se desarrollan las y los niños”, comenta.
Otro factor que señala el especialista es la información que recibimos a través de los medios de comunicación, que muchas veces nos imponen un modelo cultural sexista o sesgado.
“A veces les dicen a las niñas y los niños cómo deben ser, les dan una idea de aquellos contextos en los que triunfan y algunas características: las mujeres son ‘maternales, bellas y hay que cuidarlas’ y los varones ‘valientes y que no expresan sus emociones’. En este sentido, cambiar los valores sexistas es una opción para evitar generar estereotipos; conservarlos es contraproducente para un desarrollo igualitario”, asegura Hernández.
Hoy hay formas para avanzar en esta materia y es a través del desarrollo del pensamiento crítico y una educación fuera de estereotipos, así lo considera el experto.
“Los niños deben aprender a pensar de forma crítica las relaciones de género, aprender a sospechar si los modelos de género que se les imponen son los mejores para que se puedan desarrollar plenamente”, concluyó.
En busca de la equidad de género
Udemy es una plataforma global en líneade formación para aprender y enseñar, fundada en 2010, con el objetivo de mejorar la vida de las personas a través del aprendizaje (@udemyenespanol en Facebook, y @udemy_es en Twitter). A través de diferentes especialistas ofrece alternativas para que la educación que se imparta sea a través de la elección libre, con el desarrollo más allá de los roles impuestos por su género.
Entre sus expertos se encuentran todo tipo de profesionales, que dan una serie de recomendaciones a los padres interesados en inculcar una educación a sus hijos fuera de estereotipos de género y para comenzar a hacer una diferencia desde la niñez.
Uno de ellos es Ilse Lozoya, músico, que recomienda para una crianza no sexista, la flexibilidad en los roles de los niños.
“Los niños deberían saberse y sentirse con la libertad de elegir naturalmente entre actividades, pasatiempos y aficiones sin ser encasillados. Hay que enseñarles el uso de un lenguaje libre de prejuicios y falsas creencias de lo que significa ser hombre o mujer. Esto les ayudará a pensar y actuar en términos de igualdad”, dice.
Belén Piñeiro, educadora infantil, propone respetar las diferencias y la alfabetización emocional.
“Actualmente se anima a las niñas a ser valientes y competitivas, a salir de casa y comerse el mundo. Cocinar, lavar la ropa o el coche, esto es algo que ambos géneros pueden realizar sin que existan actividades solo para mujeres u hombres”.
Por su parte, Sandra Burgos, coach emocional, asegura que hay que erradicar totalmente el lenguaje y actitudes machistas al momento de educar.
“Eliminar por completo cualquier referencia peyorativa a lo que significa ser mujer o asociado a lo femenino, así como hablar sobre lo masculino sería un complemento o una forma más de hacer las cosas y no como algo superior o mejor. Hay que enseñar que no existen límites biológicos como los que ha impuesto la sociedad atribuidos a cada género”, añadió.