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El funcionario quiso así calmar la primera ola y estableció que era un creador que siempre se había quejado de las cosas, pero con la nueva administración las cosas iban a cambiar. Habló sobre acabar con los “compadrazgos”, de descentralizar los estímulos, de garantizar la inclusión, de incentivar la creación artística de calidad, de construir “el Fonca que nos merecemos”.

Entonces tomó la palabra Roberto Frías, coordinador general del Fonca, y también precisó que él mismo era un creador y reconoció que no se había tenido “la oportunidad de comunicar muchas cosas” porque están en proceso de análisis y porque debían “esperar el momento adecuado para comunicar”, sostuvo que no habría desmantelamiento del Fonca, ni desaparecerían programas como el de Jóvenes Creadores. “Todo eso son rumores, son chismes que han salido en la prensa”, sentenció.

Frías dio datos duros para justificar por qué prevén hacer modificaciones. En 25 años el Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA) otorgó recursos a mil 597 artistas, algunos de los cuales obtuvieron el beneficio hasta por 21 años. Añadió que sólo 243 artistas han obtenido un estímulo que oscila entre los 4 y los 6 millones de pesos por persona; de los 11 mil 872 artistas beneficiados por el Fonca, muchos de ellos recibieron hasta 25 tipos de estímulos en diferentes convocatorias y temporalidades; hay grupos escénicos que recibieron recursos hasta por 14 años y sus representantes legales también recibieron apoyos a través del SNCA y/o del programa de creadores escénicos.

Indicó que en 30 años se han recibido 128 mil solicitudes y “únicamente se han otorgado 22 mil 23 apoyos” y que desde su fundación los apoyos se han concentrado en la Ciudad de México con el 63%, y se eleva al 70% si se suma al Estado de México, Jalisco y mexicanos en el extranjero.

Estas cifras, dijo, han incidido para que haya “objetivos de mejora” como considerar montos adaptados al proyecto, priorizar aspectos de producción, difusión, interacción social de los proyectos; dinamizar los tiempos de registro y resolución de las solicitudes; replantear el modelo de tutorías para mejorar su carácter formativo y fomentar la autogestión y el trabajo colaborativo de los encuentros, y flexibilizar la temporalidad del beneficio, según las características del proyecto.

Añadió que los objetivos del Fonca deben ser proyectar el beneficio de los creadores hacia el desarrollo cultural de la sociedad, que sea incluyente y democrático; optimizar la dispersión de los recursos para cumplir con una verdadera descentralización y llegar a más creadores.

Ninguna cifra convenció a los asistentes, por el contrario, generaron más dudas acerca de qué va a cambiar, cómo se darán los apoyos y con cuántos recursos se cuentan. Las preguntas comenzaron a llover sobre los funcionarios. Roberto Frías dio una respuesta que alertó a la mayoría: “No se van a dar recursos en lo oscurito. Una de las propuestas es que la oficina del Fonca esté abierta todo el año para que no se tenga que esperar para recibir los beneficios”, sostuvo, y es que, dijo, entre el registro y la recepción de los estímulos transcurren meses de espera. E insistió en que las comisiones de selección continuarán, pero el funcionario comenzó a responder a la defensiva y pedía orden.

La actriz Luisa Huertas insistió en que no estaban explicando qué harán, cuándo y cómo, y que era un error convocar a un diálogo que sólo quería establecer que todo está “defectuoso”. La crítica de teatro Estela Leñero se unió a la petición de crecer el presupuesto para la creación artística porque el problema, dijo, es la falta de recursos para llegar a un mayor número de creadores.

Otro creador pidió que hubiera transparencia en la toma de decisiones y que no se repitiera la simulación de los mesas de trabajo que se realizaron durante el periodo de transición en la Estela de Luz y pidieron mesas de trabajo con carácter resolutivo y vinculante. “Lo que ustedes nos están pidiendo es que alimentemos un circo”. La ovación llegó.

Acerca de qué pasará con el programa de Jóvenes Creadores ante el despido de gran parte del personal, de la cancelación de la primera reunión con tutores y de que los beneficiarios ni siquiera fueron invitados al Foro, Frías volvió a defenderse y dijo que tenía “entendido” que se había invitado a la comunidad a través de correo electrónico, negó que se cancelará el programa y reconoció que no ha habido un encuentro con los jóvenes pero no supo explicar por qué. “Yo no puedo comprometerme en nombre del secretario ejecutivo del Fonca”, respondió. Con su respuesta explotó la bomba. Los abucheos crecieron, se reclamó una vez más la ausencia de Mario Bellatin y una treintena de creadores comenzaron a gritar que se retiraban ante la simulación y expresaron a viva voz: ¡Consulta verdadera, consulta verdadera!

Durante el resto del Foro, que se realizó durante cerca de tres horas, se expresaron más dudas sobre el carácter social del Fonca, se indicó que el 22 de marzo habrá una primera “mesa de trabajo” con “carácter vinculante” y se exigió seriedad para el siguiente encuentro. Sin embargo, aunque el actor Demián Cervantes preguntó una y otra vez cuándo se concretará el futuro del Fonca y para qué servirán las mesas de trabajo, cuántas se harán, por cuánto tiempo y en dónde, ni San Juan ni Frías ni López pudieron responder cómo va a operar el sistema en este momento. “No te puedo dar una fecha, estamos trabajando en ello todos juntos”, dijo Frías.

Ayer, por la tarde, y luego de que el Fonca se mantuviera como uno de los temas más comentados en Twitter, Mario Bellatin, respondió a EL UNIVERSAL, que se trató de un Foro para seguir escuchando a la comunidad y para mostrar los datos de su análisis. “Para mostrar eso no había necesidad (de ir)” y dijo que además “tengo las grabaciones”.

El funcionario dio por terminada la conversación vía WhatsApp.: “ahora no puedo seguir porque manejo”.

Por su parte, Edgar San Juan reconoció ante la prensa que han tenido errores para comunicar sus planes, indicó que otro error fue no haber realizado un primer foro sobre el Fonca durante el periodo de transición y aseguró que “el disenso es un privilegio de la democracia”.

Para Frías quedó claro que el gran sector de la comunidad es muy diverso. “Después del zafarrancho que se armó pedimos que quienes se quisieran ir estaban en su derecho, y se quedó una buena parte y pudimos seguir conversando con ellos en un clima mucho más tranquilo”. Lo cierto es que fue apenas una decena la que se quedó al final del encuentro.

***Con información de Yanet Aguilar

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