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El antropólogo e investigador cultural argentino Néstor García Canclini aseguró que en la institucionalización de la cultura en México con la creación de la Secretaría de Cultura en 2015 no tuvo el impacto que podría haber logrado frente “a dos conmociones: el cambio de gobierno que preside López Obrador con la conformación de un nuevo partido con Morena; y la segunda, la pandemia”. Y dijo que en realidad la disminución presupuestal ha dejado en precariedad extrema a un gran número de trabajadores de la cultura.
Durante el seminario Emergencias culturales: Instituciones, creadores y comunidades, Brasil y México, que ayer tuvo su segunda sesión con el tema “Las emergencias culturales y su futuro”, organizada por la UAM Iztapalapa y la Universidad de Sao Paulo, el también escritor aseguró que a partir de 2015 hay una disminución en el presupuesto destinado a Cultura, que bajó de 16 mil millones a 13 mil millones, y que además no hubo ningún apoyo a los creadores y artistas durante la pandemia.
“El nuevo gobierno conducido por López Obrador ha dado preferencia a algunos macroproyectos, uno de ellos en la capital, que es la transformación y la ampliación del Centro cultural y natural del Bosque de Chapultepec”, dijo y agregó que ha constatado “una baja innovación institucional en relación con las mutaciones tecnológicas y estructurales, un presupuesto deficiente que ha ido decreciendo, y mínimos estudios evaluativos”.
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Acompañado de su asistente de investigación, Mariana Martínez Matadamas, con quien presentó el trabajo “México: Instituciones, movimientos y monumentos”, García Canclini afirmó que salvo en contados proyectos, México no ha hecho “un desarrollo sistemático de la información estadística con transparencia, comunicada a la sociedad y con un propio sistema de estudio de esa información dentro del aparato del Estado”.
Aseguró que durante la pandemia el cierre de espacios culturales agravó en parte la situación porque tan sólo en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, Diego Prieto reportó que cerrar sus espacios implicó una reducción de 500 millones de pesos en la captación de ingresos propios; y citó el tema de la suspensión de becas del Fonca transformado en otro tipo de organismo, así como la cancelación de plazas o atrasos en pagos en el sector cultura.
Mariana Martínez Matadamas dijo que la necesidad de reformulación de las instituciones y de la vinculación de éstas las instituciones con sus públicos y con la sociedad no es fenómeno reciente, como no lo son la crisis del sector cultural, el malestar de los creadores y los movimientos socioculturales, pero que durante la emergencia sanitaria se ha incrementado la precariedad exponencialmente y se ha reducido el presupuesto del sector cultural llevándolo a lo que llaman sectores prioritarios.
“El nuevo gobierno conducido por López Obrador ha dado preferencia a algunos macroproyectos... el Centro cultural del Bosque de Chapultepec”: Néstor García Canclini , Investigador cultural argentino.
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“La emergencia sanitaria ha agudizado confrontaciones, descontentos y muchas de las respuestas de los estados han sido insuficientes, y han sucedido cambios en la vida sociocultural, pero hemos visto que la inercia institucional no ha sabido readaptar ni la forma ni el funcionamiento a las nuevas exigencias sociales” y en ese marco, la monumentalidad, los monumentos y antimonumentos, pueden ejemplificar la crisis que ha venido sufriendo la institucionalidad y la relación que tiene con los movimientos sociales.
Al hacer el comentario final de los trabajos donde también participaron Sharine Machado y Juan Ignacio Brizuela, la crítica y activista cultural María Minera celebró la Ley Aldir Blanc, el estatuto de emergencia cultural para creadores en São Paulo, Brasil, creada por la comunidad cultural y artística, que impone una diferencia abismal con México, donde no ha habido apoyo institucional a los creadores.
“¿Qué pasó acá?, en primer lugar no teníamos esa red de los puntos de cultura, no sabemos quiénes somos los que somos, ni donde estamos los que estamos, así que ni siquiera podíamos salir a buscarnos. Un Zoom de la Ley Aldir Blanc podía convocar a mil personas, aquí llegamos a 100 el mejor día; necesitábamos crear una bola de nieve que fuera creciendo y me temo que nos quedamos en un pequeño guisante”, dijo Minera.