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En la exposición general de la Bienal de Venecia, en uno de los jardines del edificio ubicado en Giardini della Biennale, se encuentra en la esquina una escultura de cobre ya verdoso, que a primera vista se camufla con la vegetación del lugar, es la estatua de una mujer trans, que en su pedestal se lee en mayúsculas WOMAN. Se trata de una pieza de la artista estadounidense Jade Guanaro Kuriki-Olivo (Dallas, 1989), mejor conocida como Puppies Puppies. El título de la obra es un párrafo completo, uno que sirve como tarjeta de presentación de la creadora y que traduzco al español:
“Escultura para mujeres trans. Escultura para las mujeres no binarias. Escultura para personas con dos espíritus. Soy una mujer. No me importa lo que pienses. (La transfobia está en todos lados y cualquiera es susceptible de cometerla en cualquier momento). (Desaprende la transfobia desde dentro). Soy una mujer trans. Soy una persona con dos espíritus. Esto es por mis hermanas y hermanos de todos lados. La historia borró a muchos de nosotros pero seguimos aquí. Pelearé por nuestros derechos hasta el día que muera. Exíliame y seguiré peleando”.
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La estatua es el cuerpo de Jade tal y como es, expuesto al público. La creó en 2022 y fue exhibida en una calle de Basilea , Suiza, como parte del programa de la feria de arte Art Basel. La obra fue recibida con violencia por grupos conservadores. “Pude ver a las personas llevar a sus perros a orinar la estatua a propósito”, contó en entrevista en el periódico The New York Times, en 2023. Además, recibió amenazas de muerte que la orillaron a cancelar exposiciones por seguridad.
“Muchas veces Puppies Puppies quiere enfrentar injusticias sociales, sobre todo de violencia de género. Tiene esta línea en la que está entre querer ser visible y querer ocultarse, es una línea que viven muchas personas trans”, explica Elena Ketelsen González, asistente curatorial del MoMA PS1 (sede alterna del Museo de Arte Moderno de Nueva York, donde se exhibe arte experimental).
Las obras más destacadas de Puppies Puppies, según la curadora, abordan la paradoja de lo visible e invisible. Por ejemplo, tiene una serie de performances donde se disfraza para ocultar su identidad, ya sea bajo un traje de camuflaje de vegetación o una botarga de Bob Esponja —Love, Bob Esponja, que presentó en la feria Material de 2015, en Ciudad de México.
“Cada vez que pienso en salir al mundo, es muy estresante. Es más difícil ahora con la transición. Era más fácil pretender que era un hombre, pero ahora soy percibido como un hombre con vestido (...) y hay círculos en los que pienso: ‘Oh no, van a hacerme daño’ o ‘¡Creen que soy un pervertido!’”, declaró en 2018 a la revista Interview.
Sin embargo, pese a estar llena de miedos, Puppies Puppies se mostró al mundo con la que es hasta ahora su obra más ambiciosa: Nothing New, que consistió en recrear su departamento en el lobby del New Museum, en Nueva York, donde vivió durante tres meses.
“Fue muy importante. La visité un día, le llevé un pastelito y estuvimos ahí en su cama. Estar ahí, en público, para las personas trans es una forma de resistir y trasladar eso al museo fue… También hay que destacar el trabajo de la curadora Vivian Crockett, sé que trabajó mucho para que la obra fuera posible”, dice Ketelsen.
Activismo
Jade Guanaro Kuriki-Olivo reside en Nueva York y las técnicas que trabaja principalmente son el performance y el ready-made. Ha expuesto en museos prestigiosos como New Museum, el Museo Whitney de Nueva York, MoMA PS1, en las galerías Hannah Hoffman (Los Ángeles), Francesca Pia (Zúrich) y en espacios como la Fondazione Prada y la Bienal de Berlín. Su obra llama la atención de grandes medios internacionales como The New York Times, The Art Newspaper y Artforum. Si bien, no se trata de la primera artista trans en lograr este nivel de éxito profesional, sí ha sido la primera en otras cosas. Por ejemplo, es autora del primer performance que adquirió el Museo Whitney para su colección permanente, se trata de Liberty, donde se disfraza de Estatua de la Libertad. Alcanzar estos hitosle ha permitido una ventana para su activismo:
“Algo que ha hecho Puppies Puppies no es pensar sólo en ella, siempre hace un llamado a la institución a crear mejores condiciones para que otros artistas trans puedan venir detrás de ella y sentirse recibidas, seguras, con buenas condiciones de paga. Esta cuestión de safety juega mucho en su obra”, afirma Ketelsen.
Sin embargo, la curadora apunta que aunque hoy las instituciones culturales trabajan para dar espacios dignos a las personas trans, esto sigue sin reflejarse en la sociedad estadounidense. Tan sólo en 2023, 53 personas trans fueron asesinadas, cifra que marca récord.
Conexión con sus raíces
Al describir el arte de Jade Guanaro Kuriki-Olivox, la curadora Elena Ketelsen González identifica otra característica importante: la conexión con sus raíces.
Ketelsen explica que la artista, hija de madre japonesa y padre puertorriqueño, abraza sus orígenes y forma parte de una generación de artistas trans con raíces indígenas, como Seba Calfuqueo (Santiago de Chile, 1991) y La Chola Poblete (Mendoza, 1989). Ketelsen destaca que en la cosmovisión indígena, esta idea del choque de identidades o aquello que se encuentra “entre”, no tiende a causar miedo, sino que es aceptada.
“También entra en una línea que cabe dentro del arte conceptual de Latinoamérica, veo una conexión ahí”, agrega Ketelsen González. Por ejemplo, por el uso que hace Puppies Puppies de su cuerpo en su arte, la curadora la relaciona con la artista cubanoamericana Ana Mendieta, que trató el tema del abuso sexual, y la guatemalteca Regina José Galindo, quien con su cuerpo denuncia la violencia. Otro ejemplo es su trabajo en ready-made. “Me recuerda esa línea de arte conceptual de América Latina que se preocupa con situaciones políticas y sociales, y utiliza objetos cotidianos en nuevos contextos para prestarle nuevas asociaciones”, declara Ketelsen.