Valiente e imprescindible investigación sobre la pérdida de soberanía en el noreste de México, la encarnizada lucha de los cárteles y la complicidad del gobierno con el crimen (que incluso abrió una carpeta a la autora por el delito de buscar la verdad).
Del espléndido cronista Emiliano Ruiz Parra, quien indaga en la vida de la mejor escritora mexicana del siglo XX, Elena Garro, cuya historia amenazaba con caer en el olvido y el silencio.
Gozosa y trepidante crónica de la campaña de alfabetización en Cuba, contada por José Agustín a los 16 años, cuando ya era un maestro de la inventiva literaria. La Historia de América Latina se cruza con la vida íntima de un joven mexicano.
Espléndida novela sin ficción de Víctor Palomo, que recrea en detalle la breve vida de Manuel Acuña y resuelve el misterio del Nocturno a Rosario que llevó al suicidio a Acuña. El libro ganó un concurso en Saltillo y circuló ahí, pero sólo ahora se edita a nivel nacional.
La mayor apuesta hasta hoy de la gran cronista argentina. Guerriero cuenta la historia de Silvia Labayru, secuestrada por militares en 1977 y recluida en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), un campo de concentración y exterminio de militantes de izquierda. En su reclusión, Labayru dará a luz a una niña dentro de la ESMA, será violada repetidamente y forzada a acudir a operaciones encubiertas contra las Madres de Plaza de Mayo. Lo insólito: se le permitirá salir de la ESMA durante fines de semana a hacer “vida familiar” y luego deberá volver a que le pongan la cadena y la capucha. Lo terrible: Labayru será repudiada por otros ex militantes de izquierda: haber sobrevivido la convierte en sospechosa de colaboración con los militares. Pero como ella misma responde: “No hay consentimiento posible en un campo de concentración”.
Se acaba de estrenar la serie Tengo que morir todas las noches, del libro homónimo de Guillermo Osorno, aparecido en la década pasada. Es la historia de Henri Donnadieu, el fundador y dueño del Bar El Nueve, el primer bar gay de la Ciudad de México. Un relato refrescante, vivido, muy bien reporteado que da cuenta de lo que fue la escena gay en los años 80 y lo que tuvo que enfrentar.
En este volumen, Magali Tercero hace una selección de cronistas mexicanos, figuran 12, mujeres y hombres, menores a los 50 años, y seis entre los 50 y 60 años, entre quienes están Ricardo Guerra de la Peña, Alfredo Nuñez Lanz, Mateo Peraza, Celia Gómez Ramos. Se muestra un estado saludable y vigoroso de la crónica, del relato literario que se construye con técnica periodística, con el reporteo. La mayoría de las crónicas son en primera persona, lo que genera una relación con el lector bastante interesante.
Porque me gusta mucho la pluma de esta joven escritora y me interesa cada día más la vida y obra de Elena Garro. Después del estupendo libro de Rafael Cabrera Debo olvidar que existí, leeré éste con enorme curiosidad.
Libro de autoría colectiva a 30 años del levantamiento zapatista, publicado por Desinformémonos, colectivo a cargo de Gloria Muñoz Ramírez, quien ejerce el periodismo con una ética y una calidad admirables.
Palenque siempre me ha resultado fascinante, igual que la historia de sus dinastías y su cultura. Leer un nuevo estudio sobre el principal gobernante del sitio con una nueva perspectiva sobre su tumba promete ser interesantísimo. La autora es muy seria. Y, además, estoy trabajando el tema de la Reina Roja, la esposa de Pakal.
Una de las cronistas argentinas más aficionadas al llamado perfil —semblanza en mis tiempos— es Leila Guerriero, dueña de un talento impresionante que en su adolescencia quiso ser cuentista y novelista y que por azares diversos terminó convirtiéndose en periodista. En este libro presenta 26 retratos o perfiles de artistas, escritores, periodistas, músicos y toda clase de gente destacada del mundo cultural. A Guerriero le toma meses e incluso años confeccionar uno de estos textos pues se aboca a conocer a sus entrevistados de manera casi íntima. Guillermo Kuitca, Nicanor Parra, Idea Villariño, Roberto Arlt y otros son sus objetos de estudio casi entomológico, periodístico desde luego pero con técnica literaria impecable. No se lo pierdan.