2024, año de consolidaciones y sorpresas y decepciones por igual, año de una lenta renovación y una extinción programadas, año del desarrollo exitoso y la consolidación del apoyo a cintas concebidas desde el antes relegado interior de comunidades indígenas y afrodescendientes, año de la disminución de la taquilla sin el pretexto de la pandemia y del misterio de las salas de cine vacías (se sospecha que a los centennials exprimeplataformas ya no les interesa consumir películas en pantalla grande a la antigüita ni como vida sucedánea).

Las mejores películas mexicanas

1. Sujo, hijo de sicario de Astrid Rondero y Fernanda Valadez, magna fábula antideterminista sobre el éxtasis y la agonía de la descendencia del sicariato y la redención hecha esperanzadoramente posible por un olvidado posbuñueliano, cuestionando de manera radical y cautivante la raíz misma de nuestra atroz realidad nacional.

2. Yurei (fantasmas) de Sumie García Hirata, sensible punto de encuentro del cine de poesía con el documental sobre paradigmáticas genealogías migratorias niponas y la remembranza de un ominoso capítulo de nuestro racismo histórico (aquella hacienda-campo de concentración para civiles japoneses) por el que nadie ha pensado en pedir perdón.

3. Pedro Páramo de Rodrigo Prieto, diáfana recreación atmosférica e inteligente reordenamiento del estructuralmente más intrincado monumento literario nacional.

4. Jíkuri, viaje al país de los tarahumaras de Federico Ceccheti, inspirado retrato inexportable de un Antonin Artaud arrebatado, paralelo ritocultural y alucinógeno sin ñoñeces ni petulancias, una imposible confluencia espiritual de certidumbres cósmicas.

5. La laguna rosa de Juan Arce y Francisco Gallo, encantador cuento de hadas moderno y minimalista cotidiano sobre la hermandad solidaria y la dignificación afectiva de una chava con síndrome de Down que manifiesta creativamente deseos e impulsos comunes.

Si bien contaban asimismo con inmensos méritos para figurar Todo el silencio de Diego del Río, Firma aquíde Enrique Vázquez, Mi novia es la Revolución de Marcelino Islas Hernández, Padre Pablo y Amistad de José Luis Isoard Arrubarrena, Lo que perdimos en el fuego de Arturo González Villaseñor, Adolfo de Sofía Auza, Río de sapos de Juan Nuñech, El tiempo de la hormiga de Stephanie Brewster Ramírez, Antes que lleguen los zopilotes de Jonás Nudi Díaz, Teorema de tiempo de Andrés Kaiser, El mirador de Diego Hernández,El grosor del polvo de Jonathan Hernández, Príncipes salvajes de Humberto Hinojosa Ozcáriz, La Montaña de Diego Enrique Osorio, La huella de unos labios y Los demonios del alba de Julián Hernández, Valentina o la serenidadde Ángeles Cruz, Coraje de Rubén Rojo Aura, Vergüenza de Miguel Salgado, M20 Matamoros Ejido 20 de Leonor Maldonado, Ziuta travesías de Carolina Kerlow, La huella de unos labiosy Los demonios del alba de Julián Hernández, Luto de Andrés Arochi Tinajero, Turno nocturno de Rigoberto Castañeda, Tratado de invisibilidad de y Días borrosos de Marie Benito.

Además de los cortos espléndidos Memoria de un cuerpo desplazado de Mariana Mendívil, Xquipi/Ombligode Juan Pablo Villalobos, KeMonito: la última caída de Teresa de Miguel, Nortede Natalia Bermúdez Fierro, El neceser rojo de Serge García, Niño halcón duerme entre visiones de un incendio de Mauricio Sáenz-Cánovas, Mátalos a todos de Sebastián Molina Ruiz, Los cuerpos que se apagan de Satoru Montiel, El ruido del tiempo de Patricio Escartín, Rap, sodas y versosde Chantal Junck, Spiritus de Adolfo Margulis y Todos los instantes tuyosde Guillermo Reyes Campos.

Las peores películas mexicanas

1. La cocina de Antonio Ruizpalacios, amasijo de ruines estereotipos nacionales y racistas-clasistas a niveles infratrumpistas, mezcolanza en b/n de géneros tan alegres como la tragicomedia indigesta o el súbito musical agriobailable, y la expeditiva nave cocinera creyéndose felliniana va... hacia un naufragio caótico y desangelado.

2. El candidato honesto de Luis Felipe Pipe Ybarra, sangrona e hipercomplaciente caricatura política en fársica clave carioca grotescamente aclimatada a una irónica realidad nacional que resulta aquí tan retardataria para la izquierda como para la derecha.

3. Pasitos a la fama de Carlos Carrera, flagrante carencia absoluta de empatía y capacidad estructuradora ante una paidología aspiracional tan arribista inane como la suya, entre la tartamudez y el jadeo narrativos.

Si bien exhibían suficientes deméritos ansiosos las retrógradas A cielo abierto de Mariana y Santiago Arriaga, Párvulos, hijos del Apocalipsis de Isaac Ezban, María ¡me muero! de Gabriela Sobarzo Mierz y multitud de insignificantes cintas hipercodificadas, tal como se analizará in extenso en el volumen en proceso dedicado a La U de nuestro “Abecedario del cine mexicano”.

LIBRO DEL AÑO: El vuelo de la Serpiente Emplumada del fiel estilista rulfiano Mitl Valdez (Tras el horizonte 84, Los confines87), soberano guion-proyecto de una cinta sobre la cotidianidad precortesiana que aquí hoy resulta infilmable en cualquier régimen.

FESTIVAL DEL AÑO: Transmutación/Canvas, el certamen fílmico más secreto, abarcable y bien programado del país.

Las mejores películas extranjeras

1. Pobres criaturas y Tipos de gentileza de Yorgos Lanthimos (Irlanda et al.), insólito díptico sobre las posibilidades de la imaginación fílmica absoluta, mutante y múltiple, en sus versiones empoderadora libertaria femierótica y podersometida.

2. El mal no existe de Ryusuke Hamaguchi (Japón), donde el más se dice con lo menos en torno a la destrucción ambiental, al interior de un hiperrealismo subrepticiamente fantástico que se cumple cabalmente a una altura estilística hoy inigualable.

3. La semilla del fruto sagrado de Mohammad Rasoilof (Irán-Alemania), verdadero estudio corpuscular sociohistórico, el drama contingente como laboratorio antropológico de mentalidades acorraladas.

4. Anora de Sean Baker (EU), chispeante aunque acerba y desolada comedia thriller desmontadora al escalpelo de la dominante mentalidad de un disimulado fascismo cotidiano que se enfrenta a las delirantes pretensiones matrimoniales de una apasionada sexoservidora inolvidable.

5. La bestia de Betrand Bonello (Francia), sorprendente y profunda transmutación del psicologismo posromántico de Henry James en erizada multianéctdota distópica acerca de una pasada, presente y futura purificación antiemotiva obligatoria.

Además de obras valiosas ya comentadas aquí, como Secretos de un escándalo de Todd Haynes (EU), Días perfectos de Wim Wenders (Japón), Zona de interés de Jonathan Glazer (RU), La sustancia de Coralie Fargeat (Francia), Vidas pasadas de Celine Song (Taiwán-EU), Yo capitán de Matteo Garrone (Italia, Los colonos de Felipe Gálvez (Chile), Fuego interior de Werner Herzog (RU-EU), Anatomía de una caída de Justine Triet, El último bar de Ken Loach (RU), El secuestro del Papa de Marco Bellocchio (Italia), Lo mejor está por venir de Nanni Moretti (Italia), No esperes demasiado del fin del mundode Radu Jude (Rumania), El bastardo de Nikolai Arcel (Dinamarca), La frontera verde de Agniezska Holland (Polonia), La quimera de Alice Rohrwacher (Italia), Sala de profesores de Ilker çatak (Alemania), Furiosa de George Miller (Australia), Club Cero de Jessica Hausner (Austria), Guasón 2: Folie à Deux de Todd Phillips (EU), El hombre de los sueños de Kristoffer Borgli (EU), La sudestada de Daniel Casabe y Edgardo Dieleke (Argentina), ¡Corre! de Stéphan Castang (Francia), Un hombre diferente de Aaron Schimberg (EU), Cerrar los ojos de Víctor Erice (España), Misericordiade Alain Guiraudie (Francia), Queerde Luca Guadagnino (Italia), La habitación de al lado de Pedro Almodóvar (España) y Aquí de Robert Zemeckis (EU).

O como aconsejaba el clásico W. H. Auden “Ama a tu torcido prójimo/ con todo tu retorcido corazón”.



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